M¨¦xico, ante la embestida de Trump: la peor crisis bilateral en d¨¦cadas
La imposici¨®n de aranceles por parte de la Casa Blanca es la ¨²ltima de una larga lista enfrentamientos. Desde la dram¨¢tica crisis de deuda de los 80, a choques con la guerra de Irak de fondo o batallas comerciales anteriores
¡°Tan lejos de Dios, tan cerca de Estados Unidos¡±. La frase del militar y presidente mexicano Porfirio D¨ªaz a principios de siglo XX vuelve con fuerza cada vez que hay una crisis entre los dos pa¨ªses, algo habitual durante lo m¨¢s de dos siglos de vecindad. Comparten una de las fronteras m¨¢s grandes del mundo, unas econom¨ªas muy interconectadas y una mara?a de intereses cruzados, desde geopol¨ªticos a culturales, que han provocado una larga lista de choques. Todos bastante asim¨¦tricos, donde el poderoso vecino del norte ha tenido casi siempre las mejores cartas.
El ¨²ltimo est¨¢ protagonizado por los envites de Donald Trump como parte de su pol¨ªtica ultranacionalista de mano dura. El nuevo presidente tiene a M¨¦xico entre sus objetivos preferidos, le acusa de ser la puerta trasera de las importaciones chinas, de no contener la migraci¨®n que cruza por el r¨ªo Bravo y de inundar sus calles de fentanilo, el potente opioide que ha provocado una epidemia mortal en EE UU, engordando cada vez m¨¢s el ogro del crimen organizado. Como castigo -y estrategia de negociaci¨®n- ha impuesto unos duros aranceles a M¨¦xico, su primer socio comercial. Las consecuencias son todav¨ªa dif¨ªciles de prever con precisi¨®n. Pero de momento, ha abierto la mayor crisis bilateral en d¨¦cadas.
Al filo del cambio de siglo, la guerra de Irak fue el detonante de otro episodio de tensi¨®n. El presidente mexicano, Vicente Fox, telefone¨® repetidas veces a George W. Bush durante la primera de 2003, en el inicio de la guerra, y tard¨® un tiempo considerable en ser atendido. El jefe de la Casa Blanca estaba muy ocupado, pero sobre todo estaba enfadado con su aliado y cuate ranchero, de parecido perfil y trayectoria, que rechaz¨® sus reiteradas invitaciones a sumarse al ataque contra Sadam Husein. ¡°Nos sentimos profundamente decepcionados¡±, declar¨® el entonces secretario de Seguridad de EEUU, Tom Ridge.
La confianza entre M¨¦xico y Estados Unidos qued¨® rota, seg¨²n el historiador y acad¨¦mico de la Universidad de Harvard John Womack, autor de Emiliano Zapata y la Revoluci¨®n Mexicana. ¡°Nada¡± une a los Gobiernos de Fox y Bush. ¡°?nicamente las botas que ambos usan¡±, dijo entonces el acad¨¦mico. Durante semanas, los legisladores mexicanos no pudieron concretar citas en el Capitolio. Un juez bloque¨® la venta mexicana de at¨²n en EE UU y el FBI recibi¨® ¨®rdenes de detener en la frontera a los migrantes irregulares con car¨¢cter indefinido. Como broche, a M¨¦xico le tocaba por ese entonces presidir el Consejo de Seguridad de la ONU. Un a?o y medio despu¨¦s, y una visita de Fox al rancho texano de Bush mediante, las aguas volvieron a su cauce.
La espada de los aranceles que ahora utiliza Trump tampoco es nueva. En 2009, el Gobierno mexicano de Felipe Calder¨®n amenaz¨® con imponer tarifas a 90 productos agr¨ªcolas e industriales del vecino del norte. Se trataba de una represalia por cerrar el paso de su frontera a un programa piloto que daba prioridad a los camiones mexicanos de carga, provocando p¨¦rdidas millonarias y un fuerte rechazo social en la orilla mexicana. La justificaci¨®n de la Casa Blanca, entonces liderada por el presidente Barack Obama, fue falta de presupuesto. Aunque las autoridades mexicanas sospechaban que detr¨¢s hab¨ªa tambi¨¦n cierto miedo a que con los caminos se calaran tambi¨¦n drogas y migrantes.
Los aranceles mexicanos terminaron por implementarse y duraron casi un a?o en vigor. Hasta que ambos gobiernos firmaron la paz a cambio de exhaustivas medias de seguridad en los camiones. De fondo estaba el paraguas legal del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN). El acuerdo comercial americano, que fue renegociado en 2018, tambi¨¦n deber¨ªa evitar, en teor¨ªa, la vez la imposici¨®n de medidas proteccionistas entre sus socios. Pero de nuevo se ha impuesto la ley del m¨¢s fuerte con esta nueva decisi¨®n de Trump.
Para el profesor Gustavo del ?ngel, especialista en historia financiera por el CIDE, hay en todo caso una notable diferencia con el caso actual: ¡°Aquellas fueron crisis derivadas de problemas muy espec¨ªficos. Ahora nos estamos enfrentando a un problema sist¨¦mico¡±. Para encontrar una crisis de estas dimensiones, el acad¨¦mico echa la vista atr¨¢s hasta los a?os m¨¢s duros de las crisis de deuda latinoamericanas.
En 1982, M¨¦xico estaba al borde de suspender sus pagos al exterior tras la ca¨ªda dram¨¢tica del precio del petr¨®leo y la subida de tipos de inter¨¦s de la Reserva Federal. Estados Unidos era el principal acreedor de una inmensa bola de deuda que superaba los 80.000 millones de d¨®lares. En medio de un severo ajuste que cerr¨® centenares de empresas, elev¨® el desempleo y la pobreza, al presidente mexicano Jos¨¦ L¨®pez Portillo le toc¨® negociar con un Ronald Reagan casi reci¨¦n llegado a la Casa Blanca. ¡°Estados Unidos amenaz¨® incluso con confiscar activos mexicanos en el exterior. Finalmente, entr¨® el Fondo Monetario Internacional y la crisis supuso pr¨¢cticamente una d¨¦cada perdida¡±, apunta el historiador econ¨®mico.
Volviendo a tiempos m¨¢s recientes, el episodio con m¨¢s analog¨ªas al escenario actual tiene protagonistas y t¨¦rminos muy parecidos. Durante su primer mandato, Trump amenaz¨® en 2019 a M¨¦xico con imponer una cascada de aranceles progresivos, que arrancar¨ªa con un 5% y pod¨ªa llegar al 25%, si el gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no frenaba la entrada de migrantes irregulares que entraban en su territorio con el objetivo de cruzar la frontera norte. Tras ocho d¨ªas de tensi¨®n, alcanzaron un acuerdo que disolvi¨® la amenaza. M¨¦xico militariz¨® sus fronteras y dio un giro radical a su pol¨ªtica migratoria, abandonando cualquier plan humanitario y sirviendo como gendarme de su vecino del norte. Hace ocho a?os, L¨®pez Obrador desactiv¨® la bomba arancelaria. Y a la vez, concedi¨® una victoria para Trump. En esta ocasi¨®n se ha abierto la veda para una imprevisible guerra comercial y pol¨ªtica.