La vibra de la Ciudad de M¨¦xico
La feria de arte contempor¨¢neo ha puesto la guinda a una capital que pasa un momento prometedor de cultura urbana
Esta es una entrega de la newsletter semanal de M¨¦xico, que puede seguirse gratuitamente en este enlace
La gran feria del arte contempor¨¢neo celebrada esta semana en Ciudad de M¨¦xico ha dejado la impresi¨®n de una capital vibrante y vanguardista como pocas hoy en d¨ªa. Los artistas y la corte de modernos que los rodea son un perfume fresco, una pincelada extravagante, una risa descarada y una v...
Esta es una entrega de la newsletter semanal de M¨¦xico, que puede seguirse gratuitamente en este enlace
La gran feria del arte contempor¨¢neo celebrada esta semana en Ciudad de M¨¦xico ha dejado la impresi¨®n de una capital vibrante y vanguardista como pocas hoy en d¨ªa. Los artistas y la corte de modernos que los rodea son un perfume fresco, una pincelada extravagante, una risa descarada y una varita m¨¢gica subversiva. Al menos por unos d¨ªas. Ninguna ciudad debe dar la espalda al poder transformador del arte, cat¨¢rtico y milagroso. La capital mexicana le abre las puertas de par en par. Esa es la cosa: M¨¦xico City atraviesa tan felices momentos en la actualidad que se convierte en sede id¨®nea para cualquier cita internacional. El arte le aporta y ella aporta al arte. La sublimaci¨®n de lo urbano. La provocaci¨®n se filtra por las paredes donde se muestra y se escapa volando por toda la ciudad. Esa es la impresi¨®n. ?Es tambi¨¦n la realidad?
Que la capital est¨¢ pasando una etapa singular no es nuevo. Momento Chilango le llaman, pero en ingl¨¦s, Chilango Moment, para referirse a esa atm¨®sfera intangible que viaja por las calles con los transe¨²ntes, ilumina las noches de temperatura perfecta y saca risas compartidas en los bares y terrazas. Creatividad por todas partes, una especie de primavera eterna aunque llueva a c¨¢ntaros. Sensaci¨®n de renacer. Tampoco es la primera vez que M¨¦xico vive un tiempo como ese. El pa¨ªs siempre fue refugio, parada y fonda, destino anhelado por viajeros, artistas, intelectuales y adinerados expertos en el buen vivir. La geograf¨ªa ayuda: est¨¢ al lado de los Estados Unidos, para quienes siempre fue el sur eterno de las mentes inquietas, y recoge las esencias que toda Latinoam¨¦rica quiera depositar en el cuerno de la abundancia que dibuja su mapa.
Pero M¨¦xico tiene unos mares del sur muy profundos y en la capital tambi¨¦n conviven varios planetas. A medida que aumenta esa sensaci¨®n de pr¨®spera modernidad se acrecienta el desasosiego por la enorme brecha que divide la ciudad entre los pobres y los ricos. Como otras grandes urbes, caso de S?o Paulo, por ejemplo, la miseria deja ver una cara amarga entre tanto frenes¨ª. El arte es tambi¨¦n lujo y dinero que confunde el centro con los m¨¢rgenes. En M¨¦xico, el dinero es todav¨ªa marginal. Quiero creer que los gobernantes se est¨¢n encargando de equilibrar esa cojera. Porque esos momentos efervescentes con los que vibran de tarde en tarde las ciudades, sea Barcelona, Londres, Lisboa, Chicago o Nueva York, tienen una primera consecuencia: el alza de los precios, desde la cerveza a la vivienda. Y eso tambi¨¦n se ha sentido en Ciudad de M¨¦xico. Y no contribuye, precisamente, a cerrar ninguna brecha social, sino a ensanchar el abismo. Hay que poner manos a la obra para que la vibra actual no deje una profunda resaca.
Tendr¨¢n que esforzarse para que el vendaval de modernidad, esa sensaci¨®n et¨¦rea que se respira estos d¨ªas, impregne tambi¨¦n a los barrios m¨¢s alejados. Que todo el mundo pueda contagiarse del nuevo tiempo subido al mismo carro. El arte contempor¨¢neo es excepcional herramienta para ello. Lo mismo nace en los palacios que en los barrios obreros, bebiendo de una creatividad que no requiere necesariamente de altas escuelas y su potencial de cambio social es infinito. De modo que antes de caer en pesimismos extra, disfrutemos del embrujo del Chilango Moment en la confianza de que llegar¨¢ tambi¨¦n a los mares del sur.