La frustrada ley contra el nepotismo deja al descubierto el choque entre la presidenta y las facciones de Morena
Claudia Sheinbaum ha visto c¨®mo su norma para modernizar la pol¨ªtica mexicana se ha aplazado hasta 2030 entre manejos de sus correligionarios y los aliados
La ¨²ltima pol¨¦mica en el seno del partido gobernante en M¨¦xico a cuenta de la frustrada, por ahora, ley contra el nepotismo ha hecho tanto ruido que casi eclipsa el problema de pol¨ªtica internacional que tiene el pa¨ªs. La unidad nacional de las ¨²ltimas semanas ante la amenaza de los aranceles de Trump, que tanto r¨¦dito le ha dado a Claudia Sheinbaum, se ha ensombrecido al percibirse la brecha abierta en Morena, que no ha sido capaz o no ha querido hacer frente al problema de cientos de cargos p¨²blicos que se heredan de padres a hijos, entre matrimonios o dem¨¢s parentela. El asunto viene de antiguo, es decir, de d¨¦cadas de priismo que el movimiento obrerista dice querer transformar, pero que afectan de lleno a su partido y enlodan la esperanza que muchos han depositado en la modernizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.
La ley contra la herencia de cargos p¨²blicos que deb¨ªa entrar en vigor en 2027, cuando se celebrar¨¢n las elecciones intermedias del sexenio, no ha pasado la aprobaci¨®n del Congreso, que la ha postergado hasta su final, en 2030. La culpa ha reca¨ªdo de lleno en el partido Verde, aliado de Morena, y en la candidatura de San Luis Potos¨ª, que espera heredar Ruth Gonz¨¢lez, esposa del actual gobernador. Pero todos se han fijado en la complacencia con que los l¨ªderes morenistas de las C¨¢maras, Ricardo Monreal y Ad¨¢n Augusto L¨®pez, han acogido la pr¨®rroga. Sheinbaum tambi¨¦n achac¨® la p¨¦rdida de su ley al juego de alianzas y se desmarc¨® avisando de que ¡°el pueblo ver¨¢ muy mal¡± si alguien pone a un familiar en las pr¨®ximas candidaturas. ¡°La pol¨ªtica es optar entre inconvenientes. A veces no es lo que deseas, sino lo que se puede hacer¡±, se conform¨®.
El asunto evidencia que el problema del nepotismo afecta a todos los partidos, desde luego a Morena, que ha alcanzado un poder casi total en todos los niveles de gobierno, pero deja a la luz algo a¨²n m¨¢s preocupante en este partido: las dificultades que tiene la presidenta para imponerse a los grandes l¨ªderes de su formaci¨®n, que L¨®pez Obrador dej¨® bien situados en las C¨¢maras legislativas cuando reparti¨® el poder, supuestamente para resguardar la unidad del partido, antes de la encuesta que proclam¨® candidata presidencial a Sheinbaum. Monreal, perteneciente a una saga familiar que tambi¨¦n hereda cargos pol¨ªticos en Zacatecas y lo intenta en la capital, es un peso pesado del morenismo, lo mismo que el poderoso Ad¨¢n Augusto L¨®pez, anta?o gobernador de Tabasco y despu¨¦s secretario de Gobernaci¨®n. L¨®pez Obrador sali¨® del gobierno, pero los barones del partido y su primog¨¦nito, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Beltr¨¢n, como secretario de Organizaci¨®n de Morena, ponen de manifiesto ahora que Sheinbaum tendr¨¢ que bregar para hacerse con el control, que su antecesor mantuvo en todo momento. Los comicios de 2027 dar¨¢n buenas claves para conocer a ciencia cierta el reparto de poder en Morena.
M¨¦xico lleva d¨¦cadas tratando de conjurar el fantasma del partido ¨²nico que encarn¨® el PRI durante buena parte del siglo XX y XXI. La ciudadan¨ªa y el mundo entero sab¨ªa que las elecciones cambiaban las caras, pero no las formas, impidiendo el acceso de una democracia plena, que tampoco ocurri¨® en la llamada Transici¨®n. No ha habido un solo momento en que el nepotismo haya dejado de ser una realidad escandalosa. Lo fue en Guerrero, por ejemplo, cuando las acusaciones de violaci¨®n descabalgaron la candidatura de F¨¦lix Salgado y su hija Evelyn lo sustituy¨® para hacerse con la gubernatura. Pero son bien conocidas las decenas de clanes familiares que campan por todo M¨¦xico, sin distinci¨®n de partidos. Los Verdes, aliados del Gobierno, desde luego tienen amplia experiencia. Pero el PAN ofreci¨® su apoyo en esta ocasi¨®n para salvar esa ley, pero el partido oficialista prefiri¨® mantener ¡°la unidad del movimiento¡±, es decir, sumar fuerzas con los Verdes para aplazar la ley. De modo que los mexicanos podr¨¢n recurrir de nuevo al mismo mantra pesimista que a varias generaciones les acompa?a desde su nacimiento: cambian las caras, pero todo sigue igual.
Acostumbrados o no a soportar los manejos pol¨ªticos, una parte de los morenistas no se ha sentido c¨®moda con este resultado, que adem¨¢s deja a la presidenta en una situaci¨®n de debilidad. Todo un sexenio se pas¨® repitiendo el presidente L¨®pez Obrador que ellos no eran iguales, que su movimiento era distinto. Convenciendo a la ciudadan¨ªa, pues, de que el cambio que esperaban hab¨ªa llegado de verdad. Al menos en este extremo, no ha sido tal. Parecerse siquiera al priismo, el partido m¨¢s rechazado en todas las encuestas, es una m¨¢cula que a Morena le puede ocasionar un alto coste pol¨ªtico y sumir al pa¨ªs en la en¨¦sima decepci¨®n. No puede decirse que nada haya cambiado en los ¨²ltimos a?os, pero el descarado nepotismo de cargos p¨²blicos es una de las se?ales que la poblaci¨®n observa con mayor disgusto. M¨¢xime cuando Claudia Sheinbaum ha conquistado una fama de modernidad pol¨ªtica que la aleja del pasado priista del que tambi¨¦n particip¨® su antecesor. Y tantos otros. Desde luego Monreal y Ad¨¢n Augusto.
Esta semana, bajo la tormenta que Trump ha desatado en M¨¦xico desde su llegada a la Casa Blanca, un asunto cal¨® hasta los huesos del partido gobernante: la fallida ley contra el nepotismo ha dejado ver los muchos Morenas que habitan en el partido, la debilidad de la presidenta frente a los altos cuadros de su formaci¨®n y el riesgo cierto de que la ciudadan¨ªa pierda su afinidad con un movimiento que promete transformaci¨®n. Quienes especulaban con la larga sombra de L¨®pez Obrador tienen ahora materia para el an¨¢lisis.