La decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil de Marcelo Ebrard
El excanciller finalmente decide quedarse en Morena y despedirse de sus aspiraciones presidenciales en 2024
La novela sobre el futuro pol¨ªtico Marcelo Ebrard ha llegado a sus cap¨ªtulos finales. Despu¨¦s de meses de rumores y desmentidos, el excanciller ha decidido este lunes que se quedar¨¢ en Morena. ¡°Ni voy a cambiar mis convicciones, ni voy a cambiar de partido, ni voy a dejar de luchar por lo que creo¡±, anunci¨® el pol¨ªtico de 64 a?os, tras llegar a un acuerdo in extremis con ...
La novela sobre el futuro pol¨ªtico Marcelo Ebrard ha llegado a sus cap¨ªtulos finales. Despu¨¦s de meses de rumores y desmentidos, el excanciller ha decidido este lunes que se quedar¨¢ en Morena. ¡°Ni voy a cambiar mis convicciones, ni voy a cambiar de partido, ni voy a dejar de luchar por lo que creo¡±, anunci¨® el pol¨ªtico de 64 a?os, tras llegar a un acuerdo in extremis con Claudia Sheinbaum, la carta fuerte del oficialismo para buscar la presidencia. Lo hizo convencido de que dejar el movimiento de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, era un suicidio pol¨ªtico, satisfecho con una admisi¨®n (parcial) de culpa de la dirigencia partidista sobre la existencia de irregularidades en la contienda interna y con la esperanza de retomar sus ambiciones hasta 2030. Lo hizo tambi¨¦n un d¨ªa despu¨¦s de que Movimiento Ciudadano, la formaci¨®n que le tendi¨® un salvavidas en horas cr¨ªticas, cerrara el plazo para inscribirse como precandidato presidencial bajo sus siglas. El exsecretario no solo dijo que no a MC, sino a la posibilidad de competir por la presidencia en las elecciones de 2024. El anuncio, mil veces postergado, acab¨® por dinamitar cualquier posibilidad de que Ebrard apareciera en la boleta en los pr¨®ximos comicios.
Ebrard se plant¨® en el centro del escenario del Hotel Sevilla Palace de Ciudad de M¨¦xico, arropado por sus colaboradores m¨¢s fieles. En la mano derecha ten¨ªa el micr¨®fono y en la izquierda, un folder amarillo con la resoluci¨®n de la Comisi¨®n Nacional de Honestidad y Justicia a sus quejas, el documento que esper¨® durante semanas y por el que justific¨® la tardanza para dar a conocer su decisi¨®n. Como en otras ocasiones, en los tramos de mayor nerviosismo, el excanciller tom¨® con ambas manos el micr¨®fono y anunci¨® que hab¨ªa llegado a un ¡°entendimiento¡± con Sheinbaum, su principal rival en la contienda interna y quien finalmente se qued¨® con la candidatura presidencial. ¡°Siempre voy a estar buscando la presidencia de la Rep¨²blica¡±, admiti¨®.
El excanciller aguant¨® todo lo que pudo antes de reconocer la derrota. Hasta el ¨²ltimo momento, quiso maquillar el golpe. ¡°Reconoce Morena que hubo pr¨¢cticas indebidas en el proceso y que ser¨¢n sancionadas, tambi¨¦n se establece que habr¨¢ cambios para que no se repitan. Se respeta a la segunda fuerza que encabezamos en la 4T¡±, sostuvo en una publicaci¨®n posterior de redes sociales. ¡°Claro que a m¨ª me hubiera gustado otra cosa desde el 6 de septiembre, ?verdad?¡±, dijo minutos antes.
El exsecretario de Relaciones Exteriores hac¨ªa referencia a la noche fat¨ªdica en la que Morena anunci¨® los resultados de la carrera presidencial y en la que Sheinbaum fue ungida como la candidata. ¡°No nos vamos a someter a esa se?ora¡±, dijo Ebrard en una reuni¨®n a puerta cerrada con su equipo. Momentos antes, ofreci¨® un mensaje que dur¨® apenas 16 minutos, pero dio visos de una rebeli¨®n en el bloque gobernante y de lo que parec¨ªa una salida inminente del partido. El excanciller, segundo en las encuestas, no fue a tomarse la foto ni a recoger un premio de consolaci¨®n, seg¨²n el plan dise?ado por el presidente para evitar las rupturas. Marcelo ¡ªel canciller diligente, el aspirante que estir¨® la liga todo lo que pudo, el hombre con altura de miras que ya se hab¨ªa bajado para que L¨®pez Obrador fuera el candidato en 2012¡ª no iba a cuadrarse esta vez. Dos meses y una semana despu¨¦s, la historia era completamente distinta. Ebrard reconoc¨ªa que Sheinbaum era ahora quien llevaba las riendas.
Ebrard se quej¨® de piso disparejo, guerra sucia, acarreo, encuestas ama?adas, uso de recursos p¨²blicos en la campa?a de Sheinbaum y movilizaci¨®n de funcionarios del Gobierno federal en la campa?a de su rival. Todo acab¨® con una disculpa partidista, sin precisar lo que se hizo mal, y una promesa de hacerlo mejor la pr¨®xima vez. ¡°?Te ofreci¨® un cargo?¡±, le preguntaron los periodistas. ¡°No, no me ha ofrecido ning¨²n cargo¡±, contest¨® este lunes.
¡ª ?Tiene ella el bast¨®n de mando?
¡ª Pues para m¨ª, s¨ª. Por eso habl¨¦ con ella.
Al final de la primera quincena de septiembre se inform¨® a una parte de sus colaboradores de que el futuro era incierto y que no sab¨ªan cu¨¢les eran los siguientes pasos. Muchos batallaron para encontrar acomodo y aseguraron que seguir a Ebrard se castig¨® duro dentro de Morena. Algunos pensaban que, despu¨¦s del calent¨®n, el excanciller deb¨ªa recuperar la cabeza fr¨ªa que lo ha caracterizado en su carrera pol¨ªtica y vender cara la derrota a Sheinbaum. Le ped¨ªan ser una figura por la que pasara la gobernabilidad de la pr¨®xima Administraci¨®n y un contrapeso interno al poder de Sheinbaum.
Durante la cobertura period¨ªstica de la campa?a, sin embargo, no daba la impresi¨®n de que fuera una candidatura guiada por los asesores. Hab¨ªa varios c¨ªrculos de discusi¨®n, pero no parec¨ªa que existiera una figura que le hablara al o¨ªdo o guiara sus pasos. Hab¨ªa gente que se encargaba de la log¨ªstica, de los medios y de las redes sociales, pero ¨¦l era el ¨²nico timonel. Despu¨¦s de que Morena se decantara por Sheinbaum, el propio presidente le abri¨® la puerta para que regresara al Gabinete y la nueva candidata le ofreci¨® una tregua p¨²blicamente. Ebrard, conocido por sus allegados como un estratega que analiza cada uno de los escenarios, call¨®.
A pesar de todos los imponderables, sigue siendo dif¨ªcil imaginar al exsecretario en un cargo legislativo o pensando que lo mejor era posponer otros seis a?os un nuevo intento por la presidencia. Tampoco parece que haya vendido cara la derrota, como se lo ped¨ªan. La principal cr¨ªtica a la decisi¨®n de Ebrard es tambi¨¦n la principal inc¨®gnita: ?Por qu¨¦ esperar tanto? La versi¨®n oficial es que no pod¨ªa adelantarse a la resoluci¨®n que diera al partido sobre sus reclamos. Con todo, el silencio le cost¨® quedar fuera de la negociaci¨®n por las candidaturas en los nueve Estados en disputa, empezar a buscar acomodo para su gente con la convocatoria al Congreso publicada hace casi dos semanas, perder el impulso medi¨¢tico que construy¨® durante la campa?a y sentarse en la mesa sin el as bajo la manga de irse a Movimiento Ciudadano, a bote pronto uno de los mayores perdedores con el anuncio del excanciller.
Tambi¨¦n es dif¨ªcil entender la decisi¨®n sin incorporar la figura de L¨®pez Obrador a la ecuaci¨®n. El titular del Ejecutivo ya hab¨ªa dicho la semana pasada que el excanciller, su aliado pol¨ªtico desde hace 24 a?os, era ¡°libre¡± de tomar una decisi¨®n sobre su permanencia o salida del partido, aunque tambi¨¦n lanz¨® un duro mensaje sobre el costo pol¨ªtico que entra?aba distanciarse de Morena. ¡°Quien no tiene ideales, quien no piensa en el pueblo es un politiquero, un arribista, un grillo, no puede llamarse pol¨ªtico¡±, declar¨® el mandatario.
¡°No es un traidor quien dice que hubo una pr¨¢ctica violatoria de los estatutos. El oportunismo anida en el silencio, no en la convicci¨®n¡±, respondi¨® Ebrard. ¡°Agradezco profundamente a quienes, en su caso, en otras formaciones pol¨ªticas como Movimiento Ciudadano, se expresaron bien de m¨ª, lo respeto, les deseo que les vaya bien, pero yo milito en esta Cuarta Transformaci¨®n y lo empec¨¦ a hacer un d¨ªa en el a?o 2000¡å, dijo en su ¨²ltima rueda de prensa.
Durante meses, Ebrard se enfrent¨® a una narrativa impulsada desde dentro de Morena de que, adem¨¢s de no ser el preferido del presidente, no era digno de ser el nuevo l¨ªder. El n¨²cleo duro lo tildaba de tecn¨®crata, de oportunista, de salinista y de traidor. El excanciller, un pol¨ªtico de s¨ªmbolos, se puso la corbata que utiliz¨® para recorrer el norte del pa¨ªs con L¨®pez Obrador en 2018, proyect¨® un video en el que aparec¨ªa al pie del ca?¨®n con el presidente, propuso crear una Secretar¨ªa de la Cuarta Transformaci¨®n y ofreci¨® el puesto a uno de los hijos del mandatario en su primer acto de campa?a. Pero los ataques siguieron.
¡°No digo que ella, pero hay mucha gente en el equipo de Claudia que cree que lo m¨¢s c¨®modo para ellos ser¨ªa que yo me fuera a Movimiento Ciudadano¡±, dijo Ebrard en una entrevista con EL PA?S dos semanas antes de concluir sus recorridos por los Estados.
¨D ?Est¨¢ cansado de que le pregunten sobre Movimiento Ciudadano?
¨D No, pues cada quien es libre de pensar y decir, ?no? Pero s¨ª ha sido una insistencia. El impl¨ªcito es por qu¨¦ no mejor te vas. ?Para qu¨¦ me voy si vamos ganando?
¨D ?Lo ve como una estrategia de desgaste?
¨D Tambi¨¦n. Decir que si estoy con la derecha y dem¨¢s.
Tras iniciar su carrera en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ebrard dej¨® su militancia a mediados de los noventa, un a?o despu¨¦s de que el tricolor le negara la candidatura presidencial a Manuel Camacho Sol¨ªs, su mentor. Para 1997 se postul¨® como candidato externo del Partido Verde y gan¨® una diputaci¨®n federal. Despu¨¦s volvi¨® con Camacho Sol¨ªs para fundar el Partido de Centro Democr¨¢tico, una formaci¨®n de corta vida que lo postul¨® a la Jefatura de Gobierno en 2000. Ese mismo a?o declin¨® a favor de L¨®pez Obrador.
En 2002, L¨®pez Obrador lo llev¨® a la Secretar¨ªa de Seguridad del Distrito Federal hasta que en 2004, tras el linchamiento de tres polic¨ªas en Tl¨¢huac, Vicente Fox lo removi¨® de su cargo. Pese a las cr¨ªticas, el entonces jefe de Gobierno lo rescat¨®. En 2005 se hizo con la candidatura del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) para gobernar la capital, no sin oposici¨®n de liderazgos como Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas y Pablo G¨®mez, que cuestionaban sus tintes ideol¨®gicos y dec¨ªan que no era un representante fiel del PRD. Meses antes de las elecciones de 2012, dej¨® el camino libre en la contienda presidencial, pese a que hab¨ªa un empate t¨¦cnico con L¨®pez Obrador. ?l le prometi¨® la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, en caso de ganar.
En 2013, con el regreso del PRI a la presidencia, estall¨® el esc¨¢ndalo por supuestas irregularidades en la construcci¨®n de la L¨ªnea 12 y se distanci¨® de su delf¨ªn en Ciudad de M¨¦xico, Miguel ?ngel Mancera. El priismo lanz¨® una dura campa?a judicial contra Ebrard, se?alado por el uso de recursos de procedencia il¨ªcita. Desde que termin¨® su gesti¨®n en la capital, ¨¦l opt¨® por un exilio en Francia (la tierra de sus abuelos) tras ser abandonado por el PRD, que aparentemente se hab¨ªa inclinado a favor de Mancera. En 2015 renunci¨® al sol azteca. Cuando parec¨ªa que no ten¨ªa a donde ir, Dante Delgado, entonces aliado de L¨®pez Obrador y del PRD, le ofreci¨® un lugar en las listas de representaci¨®n proporcional como diputado.
Ebrard asegur¨® que recal¨® en 2015 en Movimiento Ciudadano porque Morena, que compet¨ªa por primera vez en una elecci¨®n federal, ya hab¨ªa cerrado sus registros. ¡°Los tiempos no nos dieron¡±, cont¨® en entrevista con este diario. ¡°Dante Delgado y Luis Walton [expresidente nacional de MC y despu¨¦s militante de Morena] me dijeron si quieres, nosotros te hacemos un espacio¡±, relat¨®. El Tribunal Electoral, sin embargo, ech¨® para atr¨¢s su candidatura. ¡°La cacer¨ªa de Pe?a Nieto y su gente dur¨® desde finales de 2014 hasta 2018¡å, escribi¨® en su autobiograf¨ªa. ¡°Despu¨¦s de L¨®pez Obrador, no hay otro pol¨ªtico m¨¢s investigado que yo¡±, agreg¨® en otro pasaje de El Camino de M¨¦xico, el nombre tambi¨¦n de la organizaci¨®n que cre¨® para mantenerse vigente mientras estaba en la puerta de salida de Morena y la de entrada de MC.
Con cuatro d¨¦cadas de trayectoria a sus espaldas, participando bajo las siglas de seis fuerzas distintas, muchos anticipaban que Ebrard iba a acabar de nuevo en otro partido. Pudo m¨¢s el lazo que, a pesar de todo, lo une a L¨®pez Obrador. ¡°Tal vez, t¨² hubieras votado por m¨ª como presidente, vota ahora por el ¨¢guila naranja de Movimiento Ciudadano¡±, dijo Ebrard en un viejo spot electoral de aquella campa?a, que revivi¨® en la contienda de Morena de este a?o para se?alar ¡°su pasado¡± en esa formaci¨®n. Todo apunta a que esas palabras jam¨¢s volver¨¢n a ser pronunciadas.
¨D ?Es ahora o nunca para Marcelo Ebrard?
¨D Pues, nunca se sabe, ?no?¨D, dijo en la entrevista con este diario a mediados de agosto.
En pleno cumplea?os n¨²mero 70, el presidente parece que obtuvo el regalo que quer¨ªa. Ebrard tom¨® la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil en su extensa carrera: se quedar¨¢ en Morena, volver¨¢ a hacerse a un lado y tendr¨¢ que esperar a su tercera oportunidad, como L¨®pez Obrador, para buscar otra vez la presidencia.
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