Radiograf¨ªa de un sexenio violento: m¨¢s soldados que nunca en la calle y los asesinatos estancados en niveles altos
Expertos consultados por EL PA?S se?alan los escasos logros de la estrategia de seguridad del Ejecutivo estos a?os y muestran dudas sobre el futuro, dada la ambig¨¹edad de las candidatas
El Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador tiene la elecci¨®n a la vuelta de la esquina y una preocupaci¨®n que se ha acentuado durante los ¨²ltimos a?os. Se trata de la inseguridad y la violencia, una triste realidad en amplias zonas del pa¨ªs, que ha estancado a M¨¦xico en una cuenta anual de m¨¢s de 30.000 asesinatos, con la extorsi¨®n desbocada y el crimen organizado imponiendo su ley en sectores productivos ajenos a sus actividades cl¨¢sicas, caso del narco...
El Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador tiene la elecci¨®n a la vuelta de la esquina y una preocupaci¨®n que se ha acentuado durante los ¨²ltimos a?os. Se trata de la inseguridad y la violencia, una triste realidad en amplias zonas del pa¨ªs, que ha estancado a M¨¦xico en una cuenta anual de m¨¢s de 30.000 asesinatos, con la extorsi¨®n desbocada y el crimen organizado imponiendo su ley en sectores productivos ajenos a sus actividades cl¨¢sicas, caso del narcotr¨¢fico. Despu¨¦s de casi 20 a?os de conflicto interno, la discusi¨®n sobre el rumbo de las pol¨ªticas gubernamentales arrecia. C¨®mo cambiar radicalmente la situaci¨®n figura como una necesidad para el Gobierno que salga de las urnas el 2 de junio.
Las Fuerzas Armadas y su actividad policial son el hilo conductor de la actual administraci¨®n en materia de seguridad. Tambi¨¦n de las anteriores. El Ej¨¦rcito, la Armada y, en los ¨²ltimos a?os, la Guardia Nacional, han sido claves en la estrategia del Estado contra el crimen organizado, m¨¢s o menos agresiva, seg¨²n qui¨¦nes estuvieran al frente del Ejecutivo. 281.209 militares patrullan actualmente las calles del pa¨ªs, un r¨¦cord hist¨®rico. La relaci¨®n de soldados desplegados y asesinatos registrados da una idea de las dificultades del Gobierno para dar un vuelco al panorama de la inseguridad.
L¨®pez Obrador inici¨® su mandato se?alando que no apagar¨ªa el fuego con m¨¢s fuego, met¨¢fora que recog¨ªa sus ideas sobre el tema. Ante la grave crisis de violencia que se viv¨ªa en los ¨²ltimos a?os del Gobierno de Pe?a Nieto, el presidente electo plante¨® un cambio. El Ej¨¦rcito seguir¨ªa desplegado, pero ya no en una din¨¢mica de ataque al crimen organizado, sino como garantes de la paz. ¡°Abrazos, no balazos¡±, dijo varias veces reci¨¦n ganada la elecci¨®n, en 2018. Pero, como dice Cecilia Farf¨¢n-M¨¦ndez, acad¨¦mica de la Universidad de California, experta en crimen organizado y pol¨ªtica de drogas, ¡°nadie que estudie estos temas te va a decir que eso es una estrategia, sino un eslogan¡±.
Es el pecado original, asumir que aquella frase era m¨¢s que eso. ¡°En Am¨¦rica Latina, despu¨¦s de las crisis financieras de los a?os ochenta, qued¨® claro que necesitabas economistas para manejar la econom¨ªa¡±, argumenta Farf¨¢n-M¨¦ndez, ¡°pero no hemos visto algo similar en seguridad. Seguimos observando inventos, ocurrencias, armar secretarias, suprimirlas, pero no ves un cuerpo de tecn¨®cratas, en el buen sentido de la palabra, dedicados a la seguridad¡±, a?ade. ¡°Cada administraci¨®n que llega lo cambia todo. F¨ªjate la cantidad de a?os de inversi¨®n en la Polic¨ªa Federal, que luego borraron de un plumazo¡±, contin¨²a.
Si el ¡°abrazos no balazos¡± era la idea, acabar con la ¡°corrupta¡± Polic¨ªa Federal y crear la Guardia Nacional era el veh¨ªculo para ponerla en pr¨¢ctica. Adem¨¢s, la Guardia era la soluci¨®n a las discusiones de aquellos a?os sobre la actividad policial de los militares, tarea, defend¨ªan expertos, acad¨¦micos y activistas, para la que no estaban preparados. La Guardia, un cuerpo de naturaleza h¨ªbrida, entre lo civil y lo militar, reemplazar¨ªa con los a?os al Ej¨¦rcito, cerrando as¨ª una anomal¨ªa problem¨¢tica, alegal.
Pero aquello cambi¨® en poco tiempo. L¨®pez Obrador empuj¨® para que la Guardia quedara adscrita a la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena), sin supervisi¨®n civil. Sus agentes estar¨ªan entrenados por militares en instalaciones militares. La v¨ªa civil se cerraba. Los militares, defend¨ªa ¨Cy defiende¨C L¨®pez Obrador, son garant¨ªa de lealtad y honestidad, afirmaci¨®n m¨¢s que cuestionable, dadas las causas abiertas por corrupci¨®n y malas pr¨¢cticas contra decenas de ellos. ¡°El pa¨ªs que reciba la persona que gane ahora en junio tendr¨¢ un Ej¨¦rcito mucho m¨¢s central en las discusiones, m¨¢s all¨¢ de la seguridad. Un actor mucho m¨¢s fuerte que hace 6, 12 o 18 a?os¡±, remata Farf¨¢n-M¨¦ndez.
Control territorial
Los grupos criminales en M¨¦xico se han convertido en agentes extractivistas. El sexenio de L¨®pez Obrador inici¨® con una crisis profunda de robo de combustible. Hubo casos extremos. En sus primeros d¨ªas en el cargo, el mandatario inform¨® incluso de que el Gobierno hab¨ªa encontrado una tuber¨ªa que sal¨ªa de la refiner¨ªa de Salamanca, en Guanajuato, sacando gasolina de manera ilegal. En ese estado y otros, como Hidalgo, el Ej¨¦rcito acampaba directamente sobre los ductos, para evitar el robo. Durante varios d¨ªas, las acciones del Gobierno contra los huachicoleros ¨Cnombre con el que se conoce a los ladrones de combustible¨C provocaron un desabasto en gasolineras de varios Estados.
Pero entonces, el plan a¨²n respond¨ªa al eslogan. A diferencia de lo ocurrido un a?o antes en Puebla, cuando el Gobierno de Pe?a Nieto arremeti¨® con todo contra los huachicoleros, militares y acusaciones de ejecuciones extrajudiciales mediante, el nuevo enfoque evitaba la confrontaci¨®n. As¨ª sigui¨® por un tiempo, despu¨¦s incluso del cobarde ataque contra un grupo de ni?os y mujeres de la familia mormona Langford-Lebar¨®n, entre Sonora y Chihuahua, en 2019, que dej¨® nueve muertos. Despu¨¦s de esa y de otras tantas otras masacres las cosas cambiaron y llegaron los abrazos con matices.
¡°Durante los tres primeros a?os de la administraci¨®n, con esta pol¨ªtica de no enfrentar directamente a las organizaciones criminales, ellos aprovecharon para expandir su presencia y, por tanto, su control territorial¡±, dice Eduardo Guerrero, director de Lantia Consultores, empresa dedicada al monitoreo de la criminalidad en el pa¨ªs. ¡°Siento que el Gobierno, cuando se dio cuenta del error y empez¨® a registrar la expansi¨®n de estas organizaciones, cambi¨® de estrategia. Eso fue m¨¢s o menos en el segundo semestre de 2021. Y lanzaron un ataque contra las c¨²pulas de muchas mafias regionales¡±, a?ade.
Para entonces, las noticias de medio pa¨ªs consignaban la avanzada extorsiva de decenas de grupos criminales. M¨¦xico atestigu¨® la crisis del pollo en Guerrero, con el asesinato de productores y vendedores, supuestamente por no plegarse a los designios de estas organizaciones; la del lim¨®n en Michoac¨¢n, cuando grupos ligados al Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) y a viejas mafias regionales convirtieron las huertas de Tierra Caliente en el escenario de su guerra; o la de la tortilla en Guanajuato, cuando criminales apuntaron a comerciantes por no pagar la cuota requerida.
¡°Ah¨ª es cuando se da el cambio de tendencia¡±, dice Guerrero, en referencia a la curva de asesinatos anuales, que empez¨® a bajar en 2022. ¡°Ten¨ªamos un estancamiento, y despu¨¦s empiezan a bajar. Pero claro, hab¨ªan sido tres a?os de mucho descuido y negligencia¡ En t¨¦rminos de expansi¨®n criminal, recuperar esos territorios ya no se logr¨®¡±, dice el experto, que a?ade que ¡°en muchos lugares donde ha bajado el homicidio, no se debe a un trabajo de fortalecimiento institucional o mejores pr¨¢cticas, sino por una din¨¢mica de alcanzar acuerdos con grupos para que ya no peleen¡±.
Puede que esa agenda de pactos haya llegado m¨¢s lejos en algunas regiones. La semana pasada, el International Crisis Group, una organizaci¨®n que estudia el crimen organizado, liber¨® un informe titulado El laberinto de los generales: crimen y militares en M¨¦xico, que asegura, a partir de los dichos de decenas de fuentes, que existir¨ªan pactos a nivel regional entre criminales y autoridades para que la violencia de los primeros no sea visible. ¡°En la pr¨¢ctica, esto parece implicar ocultar cad¨¢veres¡±, reza el informe, que se?ala un posible caso en Michoac¨¢n, en que un grupo criminal habr¨ªa ocultado los cuerpos de decenas de civiles del CJNG, v¨ªctimas de enfrentamientos con el Ej¨¦rcito.
Lo que viene
Estos meses de campa?a electoral dejan cantidad de propuestas de las candidatas punteras, Claudia Sheinbaum, de Morena, y X¨®chitl G¨¢lvez, de la coalici¨®n PRI-PAN-PRD. Cercana a L¨®pez Obrador, Sheinbaum ha evitado desmarcarse de las pol¨ªticas militaristas del presidente saliente. Ha dicho que la Guardia Nacional permanecer¨¢ en la Sedena, aspecto en el que discrepa G¨¢lvez, que apuesta por desmilitarizar la seguridad p¨²blica y potenciar las polic¨ªas locales. Por lo dem¨¢s, la l¨®gica de ambas es parecida, dejando de lado ocurrencias carcelarias de la segunda, al m¨¢s puro estilo Nayib Bukele.
¡°Existe una tentaci¨®n a seguir fingiendo que las cosas van bien¡±, dice Falko Ernst, parte del International Crisis Group, bajo el supuesto de que la vencedora sea Sheinbaum, que lleva una ventaja de dos d¨ªgitos sobre su oponente. ¡°En todo caso, vemos se?ales de que se va a hacer un trabajo m¨¢s met¨®dico, porque seguir fingiendo es dif¨ªcil. Ambas campa?as han apostado por concentrar recursos en zonas violentas¡±, a?ade. Seg¨²n el informe de la organizaci¨®n, el 16% de los asesinatos cometidos en 2022 se registraron en cinco municipios de Guanajuato, Baja California y Sonora.
Ese trabajo met¨®dico al que apuntan ambas candidaturas parece esencial para un cambio verdadero. Sheinbaum ha hecho bandera estos meses de la gran reducci¨®n de homicidios que registr¨® Ciudad de M¨¦xico durante sus a?os de mandato, de 2018 a 2023. Asumiendo que en la capital el aumento de desapariciones no tiene nada que ver con la bajada de homicidios, como han defendido algunos acad¨¦micos estos a?os, la escalada de una estrategia local a nivel nacional parece de todas formas complicada.
¡°A pesar de la controversia por las desapariciones, el gran trabajo en Ciudad de M¨¦xico tiene que ver con la depuraci¨®n policial, la investigaci¨®n e inteligencia y luego la coordinaci¨®n de la polic¨ªa con la Fiscal¨ªa¡±, dice Eduardo Guerrero. ¡°Pero claro, este trabajo se ha enfocado en contextos urbanos, con un super¨¢vit policial importante. Es dif¨ªcil que estos esquemas den resultado en contextos rurales, de anemia institucional, como Guerrero, Chiapas, Tabasco, Sinaloa o Nayarit¡±, argumenta.
En los logros del nuevo equipo de Gobierno en materia de seguridad yace su ¨¦xito o fracaso futuro. No hay que olvidar, sin embargo, que toda f¨®rmula debe tomar en cuenta la cercan¨ªa del crimen con el Estado. ¡°Uno de los grandes problemas que tenemos es pensar que el crimen existe como en una burbuja, separado de lo dem¨¢s¡±, explica Farf¨¢n-M¨¦ndez. ¡°Se usa el andamiaje estatal para realizar actividades criminales¡±, a?ade. ¡°Todo va a depender mucho del resultado de intentar controlar las propias fuerzas, en concreto a las fiscal¨ªas¡±, matiza Ernst, que ve en las agencias investigadores verdaderos nidos de corrupci¨®n. ¡°El problema m¨¢s importante es deshacer esos enlaces entre fragmentos del Estado y el crimen organizado, y a la vez crear espacios en las instituciones que permitan operar al margen de estos fragmentos¡±, zanja.
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