Ya nos odi芍bamos desde antes, pero...
Discutir a tumba abierta no tendr赤a que ser la 迆nica perspectiva para participar en la conversaci車n p迆blica si queremos que exista un ma?ana en el que quepamos todos
Debe ser irritante despertar todos los d赤as para ver las ma?as que se da la prensa para enlodar todo lo que hizo o no hizo el Gobierno el d赤a anterior. No debe ser f芍cil para L車pez Obrador anudarse la corbata cada d赤a, poco antes de las seis de la ma?ana, mientras sigue rumiando las mezquindades, las distorsiones y los golpes bajos que acaba de leer. Supongo que mucho de lo que el presidente percibe como ataques, efectivamente lo son, tanto en columnas como en notas y titulares, otros quiz芍 lo sean menos pero a 谷l le siguen pareciendo municiones que terminan en manos de los adversarios...
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Debe ser irritante despertar todos los d赤as para ver las ma?as que se da la prensa para enlodar todo lo que hizo o no hizo el Gobierno el d赤a anterior. No debe ser f芍cil para L車pez Obrador anudarse la corbata cada d赤a, poco antes de las seis de la ma?ana, mientras sigue rumiando las mezquindades, las distorsiones y los golpes bajos que acaba de leer. Supongo que mucho de lo que el presidente percibe como ataques, efectivamente lo son, tanto en columnas como en notas y titulares, otros quiz芍 lo sean menos pero a 谷l le siguen pareciendo municiones que terminan en manos de los adversarios.
Este mi谷rcoles, durante la ma?anera, transparent車 de manera n赤tida la 車ptica con la que mira los posicionamientos sobre su Gobierno. Al avisar que deb赤a acortar la sesi車n porque ten赤a cita con el productor Epigmenio Ibarra y el actor Dami芍n Alc芍zar, elogi車 a este 迆ltimo porque ※ese s赤, no se anda por las ramas§ al momento de externar el apoyo a su causa. No como esos tibios que no se comprometen, a?adi車. La semana pasada Alc芍zar afirm車 que sin L車pez Obrador los muertos por covid habr赤an sido el doble y desde luego no era la primera vez que externaba su apoyo incondicional a la 4T.
El domingo Sara Sefchovich escribi車 en El Universal un art赤culo que probablemente L車pez Obrador ten赤a en mente en su comentario sobre los tibios, porque circul車 profusamente en redes. En su texto ella dec赤a. ※Me duele, se?or presidente, que precisamente usted, quien m芍s ha luchado por el cambio en este pa赤s, el que no quiera reconocer que la cr赤tica es necesaria y el que quiera que todo sean elogios. No es eso lo que hab赤amos aprendido de usted en su larga trayectoria. De hecho, hab赤amos aprendido exactamente lo contrario§. No era un texto amable, pero tampoco mal intencionado; esencialmente defend赤a la posibilidad de disentir en algunos aspectos sin por ello ser considerado un enemigo del r谷gimen. Sin embargo seguramente no fue le赤do en Palacio Nacional con esa perspectiva, sino en funci車n de sus consecuencias: durante las siguientes horas el texto de la escritora fue difundido por Claudio X. Gonz芍lez y ※adversarios§ similares y convertido en munici車n en las redes sociales antag車nicas a la 4T.
Quiero pensar que la irritaci車n del presidente con los llamados tibios se debe justamente a esto. No es que 谷l se crea infalible, como acusan sus rivales, sino que las circunstancias de ※ahora o nunca§ en la que se encuentra su proyecto de cambio de r谷gimen y los muchos obst芍culos que lo resisten y boicotean, no admiten m芍s respuesta que estar a favor o en contra. En la guerra de trincheras en la que 谷l se concibe, la cr赤tica que mina la moral entre las filas u ofrece balas al enemigo, independientemente de la intenci車n con la que se exprese, se convierte en una actividad tanto o m芍s da?ina que la metralla que se recibe de afuera. Los tibios son doblemente cuestionables a ojos del presidente porque su neutralidad es una forma de comodidad y falta de compromiso.
No es as赤. Habr赤a que hacerle saber al presidente y a la opini車n p迆blica que dar cuenta de los aciertos pero tambi谷n de los desaciertos no tiene nada de c車modo. En la 芍cida bipolaridad en la que se ha partido la conversaci車n, intentar ver los argumentos de cada una de las partes termina siendo una tarea de alto riesgo, porque irrita a los dos bandos por igual: se etiqueta como chairo a todo aquel que no vomita en contra de L車pez Obrador; pero, igualmente, los lopezobradoristas consideran traidor a todo aquel que se atreve a cuestionar alg迆n acto del mandatario o de su Gobierno. Cuando la conversaci車n p迆blica es tan partisana resulta mucho m芍s f芍cil ※militar§ y pertenecer a alguno de los bandos que ser linchado por ambos, como ahora sucede. Y tampoco se trata de una falta de compromiso.
Algunos podr赤amos creer que nuestra lealtad est芍 con muchas de las razones que llevaron a L車pez Obrador al poder: la justicia social, la lucha contra la desigualdad y la corrupci車n o mejorar la condici車n de los pobres. L車pez Obrador encarna muchos de esos objetivos y las circunstancias lo convirtieron en la v赤a pol赤tica para caminar hacia ellos, pero eso no significa que sean la misma cosa. Y como nadie es perfecto, en algunos momentos en los que 谷l mismo perjudica a sus propias causas, no solo es leg赤timo sino imprescindible hacerlo notar.
?Que los comentarios cr赤ticos de estos periodistas no incondicionales pueden ser usados por los adversarios? Sin duda. Pero es tanto o m芍s valioso la mera posibilidad de que sean escuchados en ambientes adversos y entre auditorios en los que se sataniza al lopezobradorismo de manera sistem芍tica e implacable. Voces de reflexi車n que analizan la realidad como algo m芍s que el ※desastre§, ※la dictadura§ o ※la cat芍strofe§ de la que hablan sus colegas en esos mismos medios.
Por otro lado, en la medida en que M谷xico no cabe solo en dos grupos mutuamente opuestos de conversos, se vuelve imprescindible el papel que cumplen, por ejemplo, Carmen Aristegui o Alejandro P芍ez y ?lvaro Delgado en la radio o, para hablar de los diarios de los que m芍s critica el presidente, Jorge Volpi, Eduardo Huchim o Ana Magaloni en Reforma, Sabina Berman y la propia Sefchovich en El Universal (por mencionar a algunos y reconociendo que hay enormes diferencias entre los mencionados). Personajes como ellos 〞y hay muchos otros, insisto〞 tienen la posibilidad de ser le赤dos y escuchados en esos medios justamente porque no son incondicionales del presidente, y pueden ofrecer una reflexi車n distinta de la 4T a la que difunden muchos de los furiosos cr赤ticos que all赤 departen.
Probablemente L車pez Obrador no est芍 de acuerdo con estas mesuras. Pero habr赤a que insistir en que hay un M谷xico despu谷s de 2024. ?l se ir芍 con la conciencia tranquila de haberlo intentado, tenga 谷xito o no. Pero para el resto de los mexicanos la vida continuar芍 y la sociedad tendr芍 que seguir bregando con sus muchos problemas.
El hecho es que vivamos en un mundo de econom赤a de mercado del que es imposible aislarse, que la IP genera el 75% del PIB y la necesitamos pero sin sus vicios, que no ser芍 posible eliminar la pobreza quit芍ndole la riqueza a los ricos sino haci谷ndolos part赤cipes de la soluci車n. La 4T es una oportunidad hist車rica enorme para ayudar a nivelar el terreno a favor de los abandonados, pero la historia de M谷xico es un largo continuum. Encontrar v赤as para construir, en el marco de una sociedad que est芍 dividida y seguir芍 est芍ndolo, obliga a hacer un esfuerzo por ver los argumentos de unos y otros, aunque eso nos convierta en personajes inc車modos para los que est芍n inmersos en la batalla. Quiz芍 ya nos odi芍bamos desde antes, pero intent芍bamos no morir o matar por ello. Discutir a tumba abierta no tendr赤a que ser la 迆nica perspectiva para participar en la conversaci車n p迆blica si queremos que exista un ma?ana en el que quepamos todos.
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