?Tenemos un presidente mis車gino?
Una visi車n tradicional de la mujer ha sido el tel車n de fondo que le ha impedido a L車pez Obrador sensibilizarse con las agendas del movimiento feminista
Es desconcertante, por decir lo menos, la tensi車n creciente que existe entre el presidente Andr谷s Manuel L車pez Obrador y el movimiento feminista y en general la opini車n p迆blica que empatiza con las causas de las mujeres. Y digo desconcertante porque, en teor赤a, el l赤der de un movimiento que pretende combatir las injusticias tendr赤a que ser sensible a los muchos abusos vinculados a temas de g谷nero, una reivindicaci車n com迆nmente asociada a la izquierda moderna. Y m芍s llama ...
Es desconcertante, por decir lo menos, la tensi車n creciente que existe entre el presidente Andr谷s Manuel L車pez Obrador y el movimiento feminista y en general la opini車n p迆blica que empatiza con las causas de las mujeres. Y digo desconcertante porque, en teor赤a, el l赤der de un movimiento que pretende combatir las injusticias tendr赤a que ser sensible a los muchos abusos vinculados a temas de g谷nero, una reivindicaci車n com迆nmente asociada a la izquierda moderna. Y m芍s llama la atenci車n por el hecho de que su gesti車n en el Gobierno de la Ciudad de M谷xico (2000每2006) por lo general fue bien vista por estos sectores. Si bien los temas impulsados por el feminismo nunca fueron una bandera expl赤cita del obradorismo, durante su alcald赤a AMLO introdujo un Gobierno paritario, inusitado en su momento, e impuls車 una agenda que resultaba pionera en el pa赤s en materia de derechos humanos, de g谷nero y ambientalistas.
?Por qu谷 y c車mo ha llegado a confrontarse de tal manera con quienes pugnan por la causa de las mujeres? ?A qu谷 obedece tal confrontaci車n?
Ciertamente, por m芍s que sus seguidores lo perciban como un hombre inconmensurablemente sabio o una fuerza moral absoluta, L車pez Obrador es producto de su circunstancia. Pertenece a una generaci車n pre feminista, por as赤 decirlo, y creci車 en comunidades en las que el papel tradicional de la mujer (y del hombre) era mucho m芍s acendrado que en las grandes metr車polis. Esto no justifica nada, por supuesto; muchos otros comparten estos condicionamientos y han podido abrirse a otros valores. No me parece que haya sido el caso del ahora presidente. Tres a?os de ma?aneras a raz車n de 2 horas promedio de lunes a viernes suman el equivalente a m芍s de 60 d赤as con todas sus horas frente el micr車fono. Una exposici車n diaria en la que el presidente se guarda poco bajo la consideraci車n de que su pecho no es bodega. Reflexiones, preocupaciones, resentimientos, sue?os, convicciones, pero tambi谷n prejuicios. Nunca los ciudadanos hab赤amos conocido tanto del relato interno mental y emocional en el que habita la personalidad de un mandatario.
Y entre tantas cosas dichas a lo largo de esta exposici車n diaria se encuentra su visi車n de la familia y el rol de la mujer. Una concepci車n en el que prima la familia tradicional y valores asociados. Una versi車n benigna, es cierto. Considero a AMLO incapaz de un abuso personal o ser proclive a una injusticia en contra de una mujer en raz車n de su g谷nero. Si la misoginia entra?a actitudes de rechazo, denigraci車n, discriminaci車n y violencia contra la mujer, seg迆n afirma el diccionario, el presidente no es un mis車gino.
Pero s赤 creo que le cuesta entender con toda cabalidad las aspiraciones de las mujeres que corren al margen de los roles tradicionales de la familia y m芍s a迆n las agresiones que puedan sufrir a manos de aquellos que no las aceptan. El presidente se indigna genuinamente ante quienes le acusan de estar en contra del movimiento feminista, porque est芍 convencido de que 谷l siempre ha sido respetuoso con ellas: son m芍s honestas, leales y trabajadoras que los hombres, ha dicho una y otra vez. Y en efecto algunos de sus colaboradores m芍s relevantes son mujeres. Pero me parece que Roc赤o Nahle, Raquel Buenrostro e incluso la misma Claudia Sheinbaum no guardan en su 芍nimo el mismo estamento que Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal o el General Luis Cresencio Sandoval. Ellos pueden ser concebidos como entidades ajenas, incluso como rivales del l赤der y patriarca; ellas son percibidas y apreciadas en calidad de colaboradoras incondicionales. Estoy afirmando una generalidad, desde luego; es m芍s complejo que esto y en cada caso hay matices, pero me parece que s赤 pesa una noci車n de g谷nero en su percepci車n de unas y otros. Llevado por esta sensaci車n me pregunto si todo esto no operar芍 a favor de Sheinbaum al momento de la designaci車n del sucesor. Para un Alfa, y no tengo duda de que AMLO lo es si revisamos la manera en que se empecina en ganar todas y cada una de las batallas (una rifa de avi車n sin avi車n solo por no dar su brazo a torcer, por ejemplo), podr赤a resultar m芍s c車modo dejar el poder a una disc赤pula que a un hombre; es decir, alguien que no termine colg芍ndose las medallas de todo el trabajo que 谷l hizo. Un Lula en busca de su Dilma.
Esta visi車n tradicional de la mujer ha sido, me parece, el tel車n de fondo que le ha impedido a L車pez Obrador sensibilizarse completamente con las agendas del movimiento feminista, sin ser 谷l mismo un mis車gino en el sentido estricto de la palabra. Por lo dem芍s, el conflicto que ahora se vive con el esc芍ndalo de Pedro Salmer車n, similar desde esta perspectiva con el que se present車 con Salgado Macedonio en Guerrero, es impulsado por otros dos factores.
Por una parte, se alimenta del creciente distanciamiento con los sectores medios urbanos progresistas. El presidente no es indiferente a las injusticias relacionadas con derechos humanos, medio ambiente, g谷nero, libertad de opini車n. Pero en su 芍nimo se trata de banderas que deben subordinarse al imperativo de hacer algo en contra de la miseria y la desigualdad social. Frente a la impaciencia de aquellos que enarbolan estas otras aspiraciones el mandatario tambi谷n ha crecido en impaciencia. Insistir en ellas, le parece a AMLO, constituye una expresi車n de insensibilidad para con los pobres y una actitud ego赤sta propia de la peque?a burgues赤a, as赤 sea progresista. Los resultados de los comicios intermedios, en los que una parte de estos grupos sociales votaron en su contra, hizo estallar su irritaci車n. Universitarios, acad谷micos, investigadores, artistas, ONGs ambientalistas, agrupaciones feministas, periodistas. ?mbitos que no solo no eran adversarios del r谷gimen, sino que incluso le eran proclives, hoy son materia de reclamo y agravio en las locuciones de las ma?aneras. Y algunos de los temas que le dividen (sea el CIDE, Pedro Salmer車n o la violencia contra los periodistas), terminan convertidos en arena de batallas a las que el presidente se sube apasionadamente.
Por 迆ltimo, el uso de estas fricciones por parte de los conservadores y, en general, sus adversarios pol赤ticos para criticar al r谷gimen, terminaron por convertir estos temas en pluma de vomitar de L車pez Obrador...
No, no me parece que el presidente sea un mis車gino o un machista convencional, pero de alguna manera se las ha arreglado para pagar una factura pol赤tica como si lo fuera.