El malentendido ¡®affaire¡¯ de L¨®pez Obrador con Cuba

Ante los gui?os y las se?ales de apoyo que el Gobierno mexicano le muestra con frecuencia a Cuba, la interpretaci¨®n entre los intelectuales de la vieja guardia se ha vuelto un¨ªsona: el presidente venera la Revoluci¨®n cubana y por ello hace gala de su afinidad con la vieja izquierda latinoamericana.

El problema es que, con esas declaraciones, la vieja guardia deja en claro que L¨®pez Obrador, una vez m¨¢s, los ha hecho bailar al son que les toque.

La raz¨®n por la qu...

Ante los gui?os y las se?ales de apoyo que el Gobierno mexicano le muestra con frecuencia a Cuba, la interpretaci¨®n entre los intelectuales de la vieja guardia se ha vuelto un¨ªsona: el presidente venera la Revoluci¨®n cubana y por ello hace gala de su afinidad con la vieja izquierda latinoamericana.

El problema es que, con esas declaraciones, la vieja guardia deja en claro que L¨®pez Obrador, una vez m¨¢s, los ha hecho bailar al son que les toque.

La raz¨®n por la que L¨®pez Obrador tiene acercamientos con Cuba no es su afinidad con la izquierda. Por el contrario, en los hechos, salvo en materia laboral, el Gobierno de L¨®pez Obrador es un gobierno que muestra afinidad con muchas pol¨ªticas de derecha. El presidente protege a oligarcas locales, ha mantenido la recaudaci¨®n fiscal en niveles peligrosamente bajos, abandera la austeridad como forma de gobierno y cada vez le cobra m¨¢s impuestos a las familias m¨¢s pobres. Sus programas sociales tienen tintes regresivos, han descobijado a los sectores m¨¢s pobres de la sociedad y por m¨¢s que nos dice que tiene el gasto social tiene m¨¢s recursos, la realidad es que M¨¦xico contin¨²a siendo el pa¨ªs de la OCDE con menor gasto social. Obrador favorece visiones punitivistas y militarizadas de la justicia y frecuentemente celebra a la familia tradicional como un ¡°valor¡± de la sociedad mexicana.

Las aproximaciones que L¨®pez Obrador tiene con Cuba son un disfraz cuidadosamente esbozado para camuflarse como izquierdista, a pesar de que, en los hechos, sus acciones lo contradicen.

Por eso, cuando los intelectuales tradicionales reprochan a L¨®pez Obrador por venerar a Cuba y por ser un izquierdista de la vieja escuela latinoamericana, no lo est¨¢n perjudicando, lo est¨¢n ayudando a consolidar el disfraz que este quiere ponerse. Est¨¢n aceptando como real su acercamiento cosm¨¦tico con la izquierda, sin atender a los hechos concretos.

En los hechos, por m¨¢s se?ales que L¨®pez Obrador lance a Cuba, Venezuela y Nicaragua, la ¨²nica alineaci¨®n s¨®lida de M¨¦xico es con Estados Unidos. En ning¨²n aspecto esto es m¨¢s evidente que en sus pol¨ªticas migratorias. M¨¦xico es un fiel operador de los abusos migratorios de nuestro principal socio comercial. Nuestro pa¨ªs deporta personas de forma masiva y colabora con acoger miles de solicitantes de asilo en Estados Unidos dentro de nuestro territorio. Nuestro apoyo es tan incondicional que se pone por encima de leyes dom¨¦sticas y cualquier derecho humano. De hecho, con L¨®pez Obrador por primera vez se ha usado al Ej¨¦rcito en labores de control migratorio, lo que ha dado pie a eventos violentos al confrontar caravanas migrantes provenientes de Centroam¨¦rica.

Dar validez a los acercamientos superficiales de L¨®pez Obrador con Cuba es sucumbir a interpretar los hechos en una forma que favorece al presidente. No hay que olvidar que todav¨ªa el 31% de los mexicanos cree que nuestro pa¨ªs deber¨ªa tener una relaci¨®n m¨¢s cercana con Latinoam¨¦rica que con Estados Unidos y que el 7% abiertamente cree que Estados Unidos es ¡°alguien en quien no se puede confiar¡±, seg¨²n reportan encuestas de Parametr¨ªa. Estos sentimientos son los que L¨®pez Obrador enaltece con sus gui?os a Cuba.

M¨¢s a¨²n, fuera del romanticismo est¨¦ril hacia Cuba, la relaci¨®n que M¨¦xico establece con los pa¨ªses desalineados, ir¨®nicamente en realidad, lo alinea a Estados Unidos. Seg¨²n informes de la Oficina de la Casa Blanca, este a?o M¨¦xico ha aceptado recibir hasta 30.000 migrantes deportados de pa¨ªses con los que Estados Unidos no tiene buena relaci¨®n diplom¨¢tica como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Es decir, ir¨®nicamente, el gui?o a Cuba ayuda a nuestro vecino del norte pues nos hace candidatos a quedarnos con sus deportados.

Por eso, entre m¨¢s descaradas y costosas sean las se?ales que L¨®pez Obrador manda sobre su affaire con Cuba, m¨¢s lo vacunan contra las cr¨ªticas que recibir¨ªa si se analizaran las pol¨ªticas que verdaderamente implementa. En los hechos, M¨¦xico nunca hab¨ªa estado tan alineado con Washington como ahora.

Los amor¨ªos de L¨®pez Obrador con Cuba son parte de un entramado de disimulos que anteriormente eran innecesarios, pues ning¨²n presidente mexicano se hab¨ªa atrevido a llamarse de izquierda e implementar pol¨ªticas migratorias de derecha.

Es por todo lo anterior que enfocar la discusi¨®n p¨²blica en las se?ales de apoyo que L¨®pez Obrador manda a Cuba es darle una victoria m¨¢s al presidente. Es ayudarlo a invisibilizar los costos de sus acciones y a colocarse una medalla de izquierdista que no debiera poder colocarse.

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