La pintan calva
Lo de Rubiales basta para la suspensi車n inmediata por parte de FIFA y para la planetaria condena por parte del entero siglo XXI a la estulticia enajenada, al machismo trasnochado, al empoderamiento abusivo, a la carcajada siniestra
Alop谷cico Alfa o rapado y raspa, el otrora mandam芍s de la Federaci車n Espa?ola de F迆tbol crey車 vivir la ocasi車n para tocarse los g邦evos en la grada (parado a tres metros de la reina Letizia y casi codo a codo con la infanta) y luego darle un levant車n a la jugadora Jenni Hermoso, tomarla del cr芍neo y forzarle un beso en los labios que 谷l mismo defini車 como ※pico§ inofensivo, argumentando adem芍s que el l...
Alop谷cico Alfa o rapado y raspa, el otrora mandam芍s de la Federaci車n Espa?ola de F迆tbol crey車 vivir la ocasi車n para tocarse los g邦evos en la grada (parado a tres metros de la reina Letizia y casi codo a codo con la infanta) y luego darle un levant車n a la jugadora Jenni Hermoso, tomarla del cr芍neo y forzarle un beso en los labios que 谷l mismo defini車 como ※pico§ inofensivo, argumentando adem芍s que el levant車n fue al rev谷s y s車lo pidiendo perd車n sin paliativos a la tocadera de criadillas sutilmente explicada como una euf車rica expresi車n sin車nima de ※?ol谷 tus huevos!§.
La lenta lectura del p芍rrafo anterior basta para condenar al sujeto de apellido Rubiales; suspensi車n inmediata por parte de FIFA y generalizada si no es que planetaria condena por parte del entero siglo XXI a la estulticia enajenada, al machismo trasnochado, al empoderamiento abusivo, a la carcajada siniestra, a la culturita del quemasd芍 o ai*seva# pero resulta que la zarzuela espa?ola est芍 m芍s vigente que nunca y el mal llamado g谷nero chico inunda titulares y tertulias con un vodevil explosivo: la madre de Rubiales se pone en huelga de hambre al interior del templo del pueblo, de donde sale por emergencia al hospital por crisis nerviosa; el t赤o del interfecto decide hacer p迆blica una fiestecita del otrora dirigente con mujeres de edad de sus propias hijas y desenfreno; millonarias prebendas que ahora merecen auditor赤a y resurrecci車n de posibles corruptelas acalladas en el pasado reciente.
Agreguemos que el vendaval se vuelve comidilla generalizada y los partidos pol赤ticos se lanzan al verborreaje, mientras el revoltijo se multiplica en confusi車n tras confusi車n: el v赤deo de la propia jugadora afectada ri谷ndose en shock, sus compa?eras coreando Beso, Beso, Beso en el autob迆s que las transportaba a la gloria reci谷n conseguida, el olvido absoluto del penalti fallado por la chica Hermoso, la caducidad del v赤deo del gol con el que se gana el Campeonato del Mundo y la azarosa tristeza de que la anotadora desconoc赤a en el momento del gol que su padre hab赤a fallecido a迆n antes del partido y as赤 la suma de miles de microhistorias que lentamente se van opacando por la enrevesada y agria ocasi車n que se ha neblinizado sobre agosto hasta ya entrado septiembre, aunque haya insinuado ni ligeramente que el monarca bien podr赤a pedir el arresto inmediato de todo aquel que ose tocarse sus partes delante de su reina y aunque nadie justifica del todo bien o condena debidamente la asombrosa lentitud con la que los remanentes de la Federaci車n reaccionan ante los exabruptos (ya considerados posibles delitos) ni saben bien de qu谷 tama?o deben aplicar castigo, suspensi車n o escarnio y por supuesto, poco o apenas se abre la ventana hacia el marasmo que queda en el aire: el absoluto desequilibrio y desigualdad laboral, deportiva, social, econ車mica y dem芍s entre labores, esfuerzos, empleos y actividades masculinas y femeninas.
A la diosa Ocasi車n la pintaban calva para enfatizar que no se deber赤a perder la oportunidad de asirla en su curso imparable, aunque de frente se le ve siempre su fleco. Es com迆n en Espa?a referir el apenas con ※por los pelos§, precisamente a que el fleco sobre la frente 角 la Harry Potter o 角 la Puigdemont (ambos moptops por cicatriz) es ef赤mero y se convierte en calva, media-calva como en la mitolog赤a grecorromana o pelona lisa como la de Rubiales que crey車 ver la Ocasi車n ideal para celebrar y ufanarse precisamente sin leer ni percibir que el Tiempo ya no da Ocasi車n para chistes, chismes, actitudes, modales, formas, f車rmulas y un largo etc谷tera del machismo, racismo, clasismo, vulgarismo, macarrismo y tantos ismos que oscilan ahora sobre el lienzo una vez destapada la fr芍gil telara?a que envolv赤a tantos sectores y no s車lo la Federaci車n Espa?ola de F迆tbol donde el equipo entero hab赤a renunciado con anterioridad como protesta por la enrevesada y marmoleada melcocha de sus dirigentes, donde las ahora campeonas del mundo hab赤an insistido en un mejor trato y preparaci車n de cara a la posibilidad de coronarse, donde a nadie en su sano juicio se le ocurre celebrar en siglo XXI una acci車n deportiva o un triunfo gal芍ctico toc芍ndose los g邦evos (ya en el palco de honor o en la tarima de las medallas como hiciera el portero de la campeona selecci車n masculina Argentina con el trofeo de su guante de oro), donde a nadie en su sano juicio se le ocurre pegarle un beso sin aviso a una jugadora atrapada por el cr芍neo, euforia y estupidez incluidas en el instante vac赤o, y a nadie se le ocurre atrincherarse en el berrinche, repetir hasta la ignominia que no tienen por qu谷 dimitir o arrepentirse, intentar victimizar su manchada persona, intentar culpar a la Otra y dem芍s# intentar alargar el cuadro surrealista de la zarzuela de la interminable verbena de las confusiones, la cana al aire, la desmelenada Carmen con cuchillo, la antigua peluca de los disidentes, la cabellera del Profeta en vez de saborear con serenidad la jugada perfecta de un pase milim谷trico desde el medio campo al extremo izquierdo por donde llega en carrera convencida una chica con el pelo al vuelo, apenas atado por una liga sobre la frente, y un tiro como vector que pasa rozando el guante extendido de una portera inglesa para que se anide el bal車n en la falsa hipotenusa de la red, en la base el poste, culminando perfecta Ocasi車n. Con raz車n la pintan calva.