Las campeonas evitan la pol¨¦mica y solo quieren que ruede el bal¨®n
Entre homenajes y halagos, las 23 futbolistas que ganaron el Mundial persiguen la normalidad pese al ¡®caso Rubiales¡¯
El mayor triunfo que anhelaban, el Mundial, les puso bajo los focos. Pero su exposici¨®n ha llegado a cotas dif¨ªciles de aguantar por una indeseada pol¨¦mica, y un beso, que las ha involucrado en un debate planetario y en un escenario que a cada minuto aparece m¨¢s embarrado. Las 23 campeonas viven d¨ªas de festejos a la vez que deben soportar escrutinios y preguntas inc¨®modas por el caso Rubiales. Su resaca mundialista no est¨¢ siendo como esperaban.
¡±Queremos que se respete nuestra profesi¨®n, simplemente peleamos por eso¡±, desliz¨® Alexia Putellas en una entrevista que concedi¨® al exfutbolista Marc Crosas. ¡°Queremos m¨¢s facilidades y mejores infraestructuras que nos ayuden a hacer bien nuestro trabajo, que haya ejecutivos e instituciones que peleen por eso para poder estar centradas en el f¨²tbol¡±, incidi¨® la dos veces Bal¨®n de Oro, que ha acelerado su regreso y est¨¢ de pretemporada con el Bar?a en tierras aztecas.
Alexia y sus compa?eras tuvieron al otro lado del charco el recibimiento propio de unas celebridades. En Sevilla, la Torre del Oro se ilumin¨® con las caras de Olga Carmona e Irene Guerrero. Y en la sucesi¨®n de homenajes en los pueblos o ciudades espa?olas de las que son originarias las campeonas se producen escenas como la que protagoniz¨® la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, con Cata Coll y Mariona Caldentey, a las que record¨®: ¡°Sois historia viva de las Islas y referentes para miles de ni?as¡±. O, aunque m¨¢s como una carga, la que sucedi¨® en Pontevedra. ¡°Las deportistas como t¨² hacen que se multipliquen las licencias. En Galicia ya hay 12.000 ni?as jugando al f¨²tbol y van a ser muchas m¨¢s¡±, le apunt¨® Rafael Louz¨¢n, el presidente de la Federaci¨®n Gallega de F¨²tbol, a Teresa Abelleira.
¡°Hay que considerar que ellas han tenido un cambio de rol muy dr¨¢stico. Pasaron de ser conocidas en el f¨²tbol a serlo a nivel general. Esos sentimientos de convertirte en un referente conllevan una responsabilidad¡±, valora Mar¨ªa Aguirre, psic¨®loga deportiva que trabaja con varias futbolistas, entre ellas Olga Carmona y Athenea del Castillo. A ambas las acompa?¨® en S¨ªdney. ¡°Son mujeres que son deportistas de ¨¦lite y est¨¢n preparadas para gestionar esta situaci¨®n, pero s¨ª que conviene invertir tiempo en hacer una reevaluaci¨®n de qui¨¦nes son, hacia d¨®nde van y qui¨¦nes quieren ser tanto para los dem¨¢s como para ellas mismas. Es como si se crease una nueva identidad y hay que generarla a partir del ¨¦xito conseguido¡±, explica.
¡±Son pioneras porque adem¨¢s han ganado algo m¨¢s que un Mundial, pero ahora tienen el reto de gestionar esta situaci¨®n y seguir competiendo¡±, advierte Diego Segura, psic¨®logo deportivo y antes futbolista profesional en Betis, Alav¨¦s, Ceuta o Cartagena. Porque el paso dado este verano es de gigante para potenciar el respeto y el valor del f¨²tbol jugado por mujeres, pero todav¨ªa queda un terreno inmenso por avanzar. ¡°Algunas jugadoras pasar¨¢n de estadios llenos y audiencias televisivas millonarias a partidos con menos repercusi¨®n en campos de ciudades deportivas. Ese cambio hay que manejarlo¡±, apunta Segura, que incide en la importancia de que las campeonas sigan haciendo el mismo camino que hasta ahora y se rodeen de la gente que ya antes las valoraba. ¡°Retomar la normalidad lo antes posible, disfrutar y aprovechar lo bueno y saber que muchas veces hay que decir que no¡±.
En este nuevo escenario, las futbolistas se mueven con cautela en sus comparecencias p¨²blicas, limitadas al m¨¢ximo. A Olga Carmona le han aconsejado que cancelase las escasas entrevistas que hab¨ªa concedido. Pero las emboscadas surgen en cualquier momento. El pasado lunes recibi¨® el homenaje del Ayuntamiento de Sevilla y antes de empezar se advirti¨® a los periodistas. ¡°Hablar¨¢ solo del acto y no responder¨¢ a las preguntas sobre Luis Rubiales¡±. Pero no fue as¨ª: ¡°Claro que apoyo a Jenni, lo puse en un tuit, pero no quiero hacer m¨¢s comentarios¡±, despej¨® ella. Poco despu¨¦s accedi¨® a contestar dos preguntas a un canal de televisi¨®n. Desde el plat¨®, la presentadora anunci¨® unas declaraciones de Carmona ¡°sobre la madre de Rubiales¡±. En realidad, la futbolista lo que explic¨® fue que estaba centrada ¡°en todo lo bueno¡± que les estaba ¡°viniendo¡±. Y su conclusi¨®n pareci¨® una llamada de auxilio a la pelota: ¡°Ya pronto empiezo a entrenarme¡±.
Ese regreso hay que gestionarlo tambi¨¦n. ¡°Lograron un objetivo y puede llegar ahora una sensaci¨®n de vac¨ªo. Por eso hay que reconectar y para evitar un s¨ªndrome del quemado lo m¨¢s importante es tener los d¨ªas necesarios para desconectar¡±, detalla Aguirre, que advierte que tras la euforia del triunfo pueden llegar sentimientos de nostalgia sobre un ¨¦xito tan may¨²sculo y de tanta repercusi¨®n. ¡°Deben reestructurarse bien para que esos recuerdos se configuren en el cerebro para servir de motivaci¨®n y seguir creciendo¡±.
Las jugadoras est¨¢n en el ojo de un hurac¨¢n que nunca debi¨® de sacudirles y en el que empiezan a brotar amenazas y difamaciones en las redes sociales. El l¨ªo no ayuda a las campeonas ni contribuye a que su f¨²tbol ¡ª¡±sin la etiqueta de femenino¡±, recalc¨® la delantera Esther Gonz¨¢lez durante el homenaje que recibi¨® en Hu¨¦scar, su pueblo, en Granada¡ª pueda crecer a partir del ¨¦xito conseguido.
¡°Las jugadoras tienen que protegerse y distanciarse de las redes sociales, tener una vida m¨¢s real¡±, resuelve Segura. Aguirre incide en esa idea: ¡°Regular los tiempos de exposici¨®n en las redes, proteger la intimidad y evitar cuestiones ajenas al f¨²tbol porque est¨¢n muy vulnerables y con las emociones a flor de piel¡±. El ¨¦xito genera exposiciones deseadas e indeseadas. Puede cambiar vidas. ¡°Hay que gestionarlo. Y la clave es recordar a qu¨¦ se dedican: son futbolistas¡±, recuerda Aguirre.
Por eso Olga Carmona, como todas, ya quiere que vuelva a rodar el bal¨®n.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.