La faena de Norma Pi?a
Si la presidenta de la Suprema Corte logra que solo los fondos de los fideicomisos, que no comprometen derechos laborales, sean tomados por L¨®pez Obrador habr¨¢ apagado un incendio que amenazaba con consumir al Judicial
La presidenta del Poder Judicial ha dado un paso temerario que tiene a medio M¨¦xico con el nada republicano Jes¨²s en la boca. Decidi¨® esta semana coger al trapo que le puso el presidente L¨®pez Obrador y negociar, si tal verbo es posible con Andr¨¦s Manuel, dinero que este ya considera suyo.
La ministra Norma Pi?a quiere hacer pol¨ªtica. Contra mucho de lo que se dijo desde enero, cuando asumi¨® la ...
La presidenta del Poder Judicial ha dado un paso temerario que tiene a medio M¨¦xico con el nada republicano Jes¨²s en la boca. Decidi¨® esta semana coger al trapo que le puso el presidente L¨®pez Obrador y negociar, si tal verbo es posible con Andr¨¦s Manuel, dinero que este ya considera suyo.
La ministra Norma Pi?a quiere hacer pol¨ªtica. Contra mucho de lo que se dijo desde enero, cuando asumi¨® la titularidad de la familia judicial, dej¨® atr¨¢s eso de que las sentencias hablen por ella, y hoy manifiesta una voluntad de di¨¢logo pol¨ªtico con el Ejecutivo que se dar¨¢ en complejos t¨¦rminos.
El hurac¨¢n Otis es una calamidad cuyas reales consecuencias est¨¢n lejos de ser asimiladas por la opini¨®n p¨²blica. Hablaremos lustros de lo que se haga, y se deje de hacer, estos meses con la tragedia que azot¨® a los guerrerenses la semana pasada. Y as¨ª como hubo ah¨ª saqueo, hay oportunistas del desastre.
L¨®pez Obrador no pierde oportunidad para avanzar la agenda que realmente le ocupa. Concentrar poder es lo suyo, y el hurac¨¢n le sirvi¨® para tender una trampa a la titular de una rama del Estado que se le ha resistido durante 2023. Todo indica que la ministra Pi?a no resisti¨® la celada.
Los toreros saben que el momento de la verdad no es cuando dan las cuatro y hay que pisar el albero. La hora decisiva ocurre antes. Ya en el ruedo de nada sirve titubear; de hecho, hacerlo es casi mortal de necesidad. El instante crucial es cuando uno acepta si le invitan a figurar en el cartel.
Hace un a?o Norma Pi?a dijo que quer¨ªa figurar. La batalla por la titularidad en el Poder Judicial estaba servida y la hoy presidenta del mismo se apunt¨®. Cabilde¨® y negoci¨® con sus pares en la Suprema Corte. Hab¨ªa una favorita de Palacio y un acomedido funcional. Por ello, sorprendi¨® su triunfo. A muchos.
Es imposible que ella desconociera que unos iban a destapar champa?a por su elecci¨®n y otros tragar¨ªan seco. Los primeros, ilusamente, creyeron que la ministra era de ellos. No hay tal, pero ya ven los extrav¨ªos de estos tiempos. Mas los otros s¨ª sab¨ªan que no era af¨ªn a la causa que quiere borrar el pasado.
La cr¨®nica de los desencuentros entre los titulares de los poderes que hoy cuentan ¡ªel Legislativo tuvo una regresi¨®n al borreguismo de m¨¢s de un cuarto de siglo¡ª es p¨²blica, notoria e inici¨® muy temprano en el a?o. Ni siquiera hubo, como se suele decir cursimente, luna de miel.
El mal tono lleg¨® al punto de que L¨®pez Obrador dio la instrucci¨®n de no tomarle la llamada. Para colmo de males, el presidente se qued¨® sin titular en la secretar¨ªa de Gobernaci¨®n y la l¨ªnea de la comunicaci¨®n entre presidenta y presidente est¨¢ muerta, a pesar de que los separan menos de 200 metros.
Morena tiene un objetivo claro en 2024. La continuidad, si ocurre, vendr¨¢ cargada de un mandato de reforma profunda, incluso radical, de los juzgados federales y acaso tambi¨¦n de los estatales. Ese ser¨¢ uno de los caballos de batalla del oficialismo en la campa?a que est¨¢ por iniciar.
Tal prop¨®sito no es nuevo. Es parte org¨¢nica de lo que el Gobierno llama transformaci¨®n. Estaba en el plan para este sexenio, y lo tienen apuntado como pendiente principal en el que consideran como un hecho que ser¨¢ suyo a partir de septiembre de 2024.
Tan pronto como se instale en esa fecha el nuevo Congreso de la Uni¨®n, si los planes ocurren conforme a lo planeado en Palacio, el Poder Judicial ser¨¢ puesto en la picota. Norma Pi?a podr¨ªa ser la ¨²ltima presidenta de la actual era del sistema de justicia mexicano.
Frente a esa perspectiva, ciudadanos de todo el pa¨ªs han salido m¨¢s de una vez a la calle a manifestar su rechazo. Pero la mayor¨ªa manda, y si las urnas confirman que los guindas y sus ac¨®litos renueven hegemon¨ªa en junio, la escalada contra el modelo existente de procuraci¨®n de justicia aumentar¨¢.
Pi?a no es la responsable de que se quiera borrar un sistema que data de tres d¨¦cadas. Se hab¨ªa entendido que su manera de resistir pasaba no por el burdo entreguismo que le precedi¨®, sino por la firmeza sin estridencias de las resoluciones y sentencias de todos y cada uno de los juzgados.
Algo la llev¨® a cambiar de parecer en el momento en que se daba por hecho que el acoso presidencial lanzaba su peor tarascada, al tiempo que ella, la Corte y el Poder Judicial entero luc¨ªan una fortaleza y unidad sin fisuras, una imagen p¨²blica sin mayor deterioro.
La determinaci¨®n de L¨®pez Obrador de apropiarse sin di¨¢logo ni reflexi¨®n los fondos de los fideicomisos del Poder Judicial es tan obscena que incluso si se diera el peor escenario, si trabajadores y jubilados del Judicial fueran saqueados, la victoria de Andr¨¦s Manuel ser¨ªa p¨ªrrica.
Quiz¨¢ fue la conciencia de eso, de que perd¨ªa al imponer su atribulada voluntad, lo que le llev¨® a idear la argucia de que tales fondos, que la burriciega mayor¨ªa lopezobradorista ya hab¨ªa saqueado legislativamente, deber¨ªan ser donados por el Judicial a la causa de los acapulque?os.
Te robo, pero consiente que lo que te he de quitar sea para una buena causa. Al menos deber¨ªan estampar esa leyenda a las cajas de ayuda que eventualmente, si ocurre, se entreguen a los damnificados: esta despensa proviene de un atraco legal que fue aceptado por sus propietarios.
La Rep¨²blica no se entiende sin el di¨¢logo y la genuina negociaci¨®n entre poderes. De parte del Ejecutivo no hay muestra, en este sexenio, de que tal sea su filosof¨ªa. A pesar de ello, de todo lo visto en m¨¢s de cinco a?os, Norma Pi?a ha cre¨ªdo que justo ahora es posible hacer pol¨ªtica con L¨®pez Obrador.
La ministra acept¨® el martes la propuesta de Andr¨¦s Manuel de que fondos de los fideicomisos se destinen a Acapulco. Desde ese d¨ªa, hay dos certidumbres: el presupuesto de 2024 incluye un recorte al Poder Judicial, aunque se planteaba un transitorio para salvaguardar sus derechos laborales.
A pesar de que hay amparos y recursos que podr¨ªan proteger los fondos de los fideicomisos, la voluntad de la ministra presidenta de que parte de esos recursos sean para reconstruir el puerto a¨²n ha de traducirse en un triunfo para todos.
El respaldo del que goza Pi?a dentro y fuera del Judicial est¨¢ en juego. Si logra que solo los fondos de los fideicomisos que no comprometen derechos laborales ¡ªunos 6.000 millones de pesos¡ª sean tomados por L¨®pez Obrador, habr¨¢ apagado un incendio que amenazaba con consumir al Judicial.
Ojal¨¢ sea as¨ª. De esa forma, y sin que nada garantice que en el futuro las cosas mejoren, con pol¨ªtica se habr¨¢ resuelto una pol¨¦mica que, aunque tuvo origen artificial, planteaba un escenario de prospectiva muy da?ina.
Entregar fondos que no comprometen derechos laborales de la familia judicial saldr¨¢ muy barato si marca adem¨¢s el inicio de una nueva era de entendimiento entre el Ejecutivo y la titular de la Suprema Corte. Es la hora de la verdad. A todos conviene que esta faena de Norma Pi?a sea exitosa.
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