Norteado anticlim¨¢tico
A partir de la inminente oto?a pr¨®xima, todas las huracanas y chubascas se amainan solas. Cerras y monta?as, r¨ªas y arroyas, prometen cursa sin pantanas; nubes incluyentes favorecen sombra
La Falla de San Andr¨¦s se declara intacta a pesar del fuerte golpe en los Dardanelos por extempor¨¢neas y extranjeras Aguas del Mayo. Mientras tanto, la Cordillera sonriente avanza de la mano del Bols¨®n de Mapim¨ª y otros depresivos topogr¨¢ficos y la g¨¦lida Tundra presenta como libro abierto un silencio aplastante.
Como Siroco invertido, nefastos vendavales tropicales venidos del Istmo Centroamericano y la sabana caraque?a hieden el ambiente estercoleado con ripios rolantes, pero a lo largo de mi Sierra Madre persiste un estoicismo majestuoso que repele el asco y transpira vida pura con lluvias tiernas. No puedo informar lo mismo sobre las recurrentes precipitaciones judi y antijudiciales, la supina ignorancia del Valle y lagunas mentales.
Si Quer¨¦taro, Metepec, Chilpancingo en Culiac¨¢n, pasando por Mil Cumbres o Grutas de Cacahuamilpa¡ pues, Ca?¨®n del Sumidero por Estrecho de Magallanes o Canal de la Mancha hasta Monta?as de la Luna para Despe?aperros, seg¨²n el mapa GPS del enrevesado panorama an¨ªmico y mundial que rodea y enmarca la cartograf¨ªa emocional de M¨¦xico, atrapado entre el Golfo y el Pac¨ªfico ¨Cdos caras del mismo capo- afectado por torbellino saliente e impredecible formaci¨®n de huracanas entrantes.
Inundado el Deprimido de Mixcoac, la llamada CDMX congestiona seriamente Barranca del Muerto hasta Bordo o Gordo de Xochiaca, subiendo por todos los pret¨¦ritos del Paso de Cort¨¦s, al filo latente del Popocat¨¦petl como volc¨¢n de lent¨ªsima erupci¨®n de futuro. Millones de mexicanos en el desierto cotidiano del agua y su ir¨®nica sobreabundancia en constante escasez (como cuadro legislativo de sobrerepresentaci¨®n sobre un tel¨®n de nulidades aut¨®matas) y pasamos de las antiguas pin¨¢ceas en Chapultepec al desvar¨ªo tabasque?o, multiplicaci¨®n de manglares y efecto invernadero.
A partir de la inminente oto?a pr¨®xima, todas las huracanas y chubascas se amainan solas. Cerras y monta?as, r¨ªas y arroyas, prometen cursa sin pantanas; nubes incluyentes favorecen sombra, tanta coma garant¨ªa geogr¨¢fica y digestiva para la imperia de tacas a la pastora o suadera, tortas y gorditas de siempre, pero ahora: muchas tamalas.
La sonriente brisa como trenza de optimismo hist¨®rico promete sexenio soleado a pesar de fuertes presiones acumuladas: de la serran¨ªa a la selva y a lo largo y ancho de los litorales interminables se transpira un elevado grado de humedad en los p¨¢rpados (de luto y j¨²bilo), verdaderas ansias en cada poro de parcelas desbastadas, saliva sedienta en todas las rutas y canales del trasiego de sustancias ilegales, nerviosismo en el p¨¢ramo de la paridad y visos del invierno en inversi¨®n. Aun as¨ª, y antes de pasar a la secci¨®n de Deportes, pongamos una sarc¨¢stica sonrisa sobre el Sol radiante¡ pues ya se jodi¨® el teleprompter y el mando para mover la pantalla.
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