En busca de estadistas
Claudia Sheinbaum es hoy el mejor cuadro de la Administraci¨®n p¨²blica mexicana, por trayectoria, preparaci¨®n y personalidad. El tema es si con eso alcanza para lo que va a venirse encima
Al margen de corrientes pol¨ªticas y partidos, en este momento Claudia Sheinbaum es el mejor cuadro con el que cuenta la Administraci¨®n p¨²blica mexicana, por trayectoria, preparaci¨®n y personalidad. El tema es si con eso alcanza para lo que est¨¢ a punto de venirse encima. Porque, incluso si as¨ª fuera, tendr¨ªamos que preguntarnos si el resto de los actores de la vida p¨²blica y econ¨®mica actuar¨¢n con los m¨ªnimos de responsabilidad que exige...
Al margen de corrientes pol¨ªticas y partidos, en este momento Claudia Sheinbaum es el mejor cuadro con el que cuenta la Administraci¨®n p¨²blica mexicana, por trayectoria, preparaci¨®n y personalidad. El tema es si con eso alcanza para lo que est¨¢ a punto de venirse encima. Porque, incluso si as¨ª fuera, tendr¨ªamos que preguntarnos si el resto de los actores de la vida p¨²blica y econ¨®mica actuar¨¢n con los m¨ªnimos de responsabilidad que exige el desaf¨ªo que representa Trump, y el tsunami que su gobierno podr¨ªa desencadenar.
Empiezo con lo de Claudia Sheinbaum. Es cierto que algunos funcionarios de los gobiernos tecn¨®cratas anteriores podr¨ªan estar mejor calificados, en el papel, para abordar los complejos aspectos de la econom¨ªa y las finanzas p¨²blicas. Despu¨¦s de todo, de all¨ª proced¨ªan. Pero frente a la inconformidad de los pueblos de hoy en d¨ªa y las presiones sociales a las que est¨¢n sometidas los gobiernos, las caracter¨ªsticas de Sheinbaum como cient¨ªfica, administradora rigurosa y con sensibilidad social, m¨¢s el apoyo popular del que goza, me parece la mejor opci¨®n. Por supuesto que hay una carga subjetiva en la apreciaci¨®n sobre los rasgos personales y profesionales que aqu¨ª sostengo sobre la mandataria. Parcialmente se alimentan de un largo perfil que reci¨¦n publiqu¨¦ bajo el t¨ªtulo Presidenta (Editorial Planeta), con el an¨¢lisis consecuente sobre su trayectoria y circunstancia.
Sin embargo, al margen de subjetividades, hay un factor que convierte a Sheinbaum en la mejor posibilidad con la que cuenta M¨¦xico en materia de liderazgo en este momento. El Gobierno de nuestro pa¨ªs goza de un bono que conviene no ignorar: un apoyo popular masivo. Se trata de un importante activo pol¨ªtico de cara al riesgo de inestabilidad social y pol¨ªtica que pudiera desprenderse de la probable turbulencia econ¨®mica que enfrentaremos. Es una ventaja que no poseen la mayor parte de los gobiernos del mundo. Podr¨ªa argumentarse que cuadros como ?ngel Gurr¨ªa, Enrique de la Madrid o Luis Videgaray poseen la experiencia o la formaci¨®n para pensar sesudos planes ¡°M¨¦xico¡± de reactivaci¨®n econ¨®mica. Pero, al margen de consideraciones ideol¨®gicas, gustos e inclinaciones, de entrada habr¨ªa que asumir que sus m¨¢rgenes de operaci¨®n pol¨ªtica frente a brotes de inconformidad popular quedar¨ªan muy restringidos. Por no hablar de la debilidad que acusan hoy la mayor parte de los mandatarios del planeta, en muchos casos maniatados por una oposici¨®n poderosa y un congreso paralizante. No es el caso del gobierno de la 4T. Y si bien es cierto que el poder genera riesgos e incertidumbre en materia de pr¨¢cticas democr¨¢ticas, rendici¨®n de cuentas y transparencia, ofrece, por otro lado, las ventajas de tener un ejecutivo de respuestas r¨¢pidas a la volatilidad de nuestro vecino.
Los primeros 100 d¨ªas de su gesti¨®n, me parece, confirman que Sheinbaum es un CEO de la Administraci¨®n p¨²blica que, al mismo tiempo, goza de las credenciales pol¨ªticas y de la sensibilidad social que abonan a la gobernabilidad y a la estabilidad. M¨¢s all¨¢ del debate parcializado de los pros y contras que divulga la prensa cr¨ªtica o la prensa favorable, con la consiguiente satanizaci¨®n o glorificaci¨®n de su persona, sugiero al lector que haga un ejercicio por cuenta propia. Dese tiempo de consultar en Youtube un tramo de una o dos ma?aneras. Se trata de un ejercicio m¨ªnimo y de responsabilidad que tendr¨ªamos que hacer los ciudadanos antes de seguir pontificando en las charlas de sobremesa sobre qu¨¦ es y qu¨¦ no es Claudia Sheinbaum. Seguramente le servir¨¢ para nutrir su apreciaci¨®n sobre lo que piensa de ella, a favor o en contra, y quiz¨¢ no haga m¨¢s que confirmarlo, pero al menos tendr¨¢ en parte un juicio propio.
Invariablemente participan un par de preguntadores que claramente intentan hacer m¨¦ritos con formulaciones a modo que supuestamente la halagar¨ªan, pero se advierte que habido un esfuerzo por ampliar los autores de la ma?anera e incorporar una mayor dosis de reporteros profesionales de la prensa tradicional, nacional y extranjera. Eso asegura temas de toda ¨ªndole, muchos de ellos inc¨®modos para cualquier gobernante. Lo que usted ver¨¢ es una mujer muy articulada, conocedora minuciosa de las materias abordadas, que no divaga ni predica, y en cuyas respuestas se advierte la atenci¨®n a los pormenores de un problema y su abordaje con los m¨¦todos de un cient¨ªfico. Cuando no est¨¢ en condiciones de ofrecer una respuesta argumentada, por carecer del diagn¨®stico o encontrarse en proceso, as¨ª lo dice. A diferencia de su sucesor, Claudia Sheinbaum no gobierna desde las ma?aneras, pero es un ¨¢mbito de exposici¨®n que claramente refleja la manera en que gobierna el resto del d¨ªa.
Por supuesto, que hay tambi¨¦n expresiones que tienen que ver m¨¢s con la arena pol¨ªtica que con la cient¨ªfica. Es el gui?o que obedece a la necesidad de mantener cohesionado al movimiento, los gestos encaminados a garantizar la popularidad que la gobernabilidad exige, los rituales necesarios para no ser rebasada por la izquierda. Pero incluso estas expresiones carecen de la belicosidad que se le atribu¨ªa a su predecesor. La tarea que tiene por delante, insisto, es mantener el apoyo pol¨ªtico que asegura la gobernabilidad y la estabilidad y, al mismo tiempo, encontrar la f¨®rmula para hacer viable un modelo econ¨®mico que favorezca un pa¨ªs con prosperidad y menor desigualdad.
Me parece que es una oportunidad para el resto de los actores econ¨®micos y pol¨ªticos, para la ¨¦lite mexicana en su conjunto. Mientras no encontremos el equilibrio entre crecimiento y desarrollo, estamos condenados a vivir pendularmente, a bandazos entre la necesidad de crear riqueza y la necesidad de distribuirla mejor. El pa¨ªs no puede estancarse porque se har¨ªa inviable para el grueso de los mexicanos, pero tampoco puede crecer acentuando la desigualdad como ven¨ªa sucediendo. Gobierno y ¨¦lites se necesitan para encontrar una f¨®rmula en la que ambos imperativos puedan conciliarse. La amenaza que representa Trump acelera la necesidad de esta convergencia.
Desde luego, hay temas irreconciliables y rasgos que provocan la indignaci¨®n en la contraparte, tr¨¢tese de Morena, de la oposici¨®n, o de la ¨¦lite econ¨®mica. Pero estamos frente a tiempos extraordinarios. No solo porque la fuerza pol¨ªtica que hoy gobierna, con una base social enorme, necesita del resto de los actores para poner al pa¨ªs en la ruta del crecimiento; tambi¨¦n porque los hacedores del PIB y de los empleos, la iniciativa privada, tiene por vez primera un interlocutor con el poder pol¨ªtico para hacer las cosas. Me pregunto si las dos partes est¨¢n en condiciones de verlo.
@jorgezepedap