El viento sopla
Desde hace tiempo algunos reivindican que se reescriba el pasado de acuerdo a la norma imperante hoy. No puede ser as¨ª
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Franco orden¨® la destrucci¨®n de todos los rastros de exaltaci¨®n nazi que hab¨ªan poblado los actos institucionales. Tambi¨¦n orden¨® que se remontara la pel¨ªcula de la que era guionista, Raza, para eliminar los gui?os a las ideas de superioridad racial y otros elementos filonazis. Se trataba de adecuarse al nuevo orden que marcaba la victoria de los aliados. Stalin fue un maestro de la manipulaci¨®n fotogr¨¢fica, hac¨ªa desaparecer de su lado a aquellos l¨ªderes revolucionarios a los que hab¨ªa ordenado asesinar en purgas indecentes. La falsificaci¨®n de la...
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Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Franco orden¨® la destrucci¨®n de todos los rastros de exaltaci¨®n nazi que hab¨ªan poblado los actos institucionales. Tambi¨¦n orden¨® que se remontara la pel¨ªcula de la que era guionista, Raza, para eliminar los gui?os a las ideas de superioridad racial y otros elementos filonazis. Se trataba de adecuarse al nuevo orden que marcaba la victoria de los aliados. Stalin fue un maestro de la manipulaci¨®n fotogr¨¢fica, hac¨ªa desaparecer de su lado a aquellos l¨ªderes revolucionarios a los que hab¨ªa ordenado asesinar en purgas indecentes. La falsificaci¨®n de la historia responde a que el poder siempre alza las velas a favor de viento. Un ejemplo mucho m¨¢s inocente. Steven Spielberg intervino en su pel¨ªcula ET para borrar las armas de los polic¨ªas que aparecen en la parte final y sustituirlas por walkie-talkies. No todos los artistas son propietarios de su pa¨ªs o de sus obras, ni viven lo suficiente para adecuarlas a la sensibilidad posterior. Gracias a esa imposibilidad, la expresi¨®n cultural y art¨ªstica es la que permanece m¨¢s sincera y apegada al tiempo en que fue creada y, preservada de manipulaciones, ofrece una estampa cl¨ªnica y veraz del pasado.
Desde hace tiempo algunos reivindican que se reescriba el pasado de acuerdo a la norma imperante hoy. No puede ser as¨ª. Luego est¨¢ la confusi¨®n entre el comportamiento civil de un artista y el juicio sobre su obra. Un cap¨ªtulo a¨²n abierto y que nos puede llevar a dejar de admirar y preservar las pinturas de Altamira si se extiende la sospecha de que su autor fue violento o abusador y hasta com¨ªa carne cruda. Pero si HBO retira moment¨¢neamente Lo que el viento se llev¨® es porque quiere proteger el prestigio de su marca. Va a a?adir una contextualizaci¨®n hist¨®rica, cosa que a algunos les parece innecesaria. Sin embargo, los cl¨¢sicos de la literatura se editan con pr¨®logo y notas y los cuadros del Prado se exhiben con cartelas que explican su origen, concepci¨®n y elementos argumentales cuando son precisos para una certera comprensi¨®n de lo que se est¨¢ mirando. Mientras la obra no sea retocada ni cercenada, ni intervenida ni readecuada, toda contextualizaci¨®n es pertinente. Los que hablan de censura, deber¨ªan quiz¨¢ denunciar a HBO por cosas m¨¢s graves, como la ausencia infamante de pluralidad audiovisual y la permanente elusi¨®n fiscal.
La censura agrede una obra, pretende manipular su contenido o forma y bloquear su exhibici¨®n. Lo que el viento se llev¨® no ha padecido jam¨¢s ninguna de estas agresiones, todo lo contrario. Quiz¨¢ la mayor agresi¨®n sea el modo en que se doblaron al castellano las voces negras. Tambi¨¦n fruto del racismo espa?ol en su tiempo. La sociedad est¨¢ en permanente evoluci¨®n. La historia se escribe a golpes de viento, con reinterpretaciones constantes de las glorias pasadas. En ocasiones los derrotados y los humillados se alzan con la victoria del relato y es natural que exijan reparaciones. Que se anulen condecoraciones y premios a torturadores, que se retiren estatuas a personas que representaron la opresi¨®n y el crimen. No hay que confundir la historia con el homenaje en el espacio p¨²blico. Leopoldo II no merece ser honrado en las calles de B¨¦lgica. El viento se va a llevar su estatua, porque la sensibilidad cambia. Pero los frutos art¨ªsticos de cada tiempo hay que respetarlos en su integridad pues lo contrario ser¨ªa una agresi¨®n a nosotros mismos.