Indultos y reformas: para qui¨¦n
?En qu¨¦ consistir¨ªa, pues, una soluci¨®n verdaderamente progresista? Probablemente, en un acuerdo multilateral y sostenible, que no s¨®lo tenga en cuenta, sino que exija, que vuelva ineludible la inclusi¨®n de minor¨ªas pol¨ªticas en la toma de decisiones
No. El problema no es que una sentencia lleve a modificar una ley. Tampoco que se tome en consideraci¨®n una petici¨®n de indulto a la que, efectivamente, cualquier condenado tiene derecho. No lo es al menos desde una perspectiva progresista, que a diferencia del inmovilismo conservador considera la norma como algo inevitablemente vivo, cambiante dentro del equilibrio competitivo de poderes, sometida a su contexto. El problema (hoy como ayer) es por qu¨¦, para qu¨¦ y sobre todo para qui¨¦n se emprende el proceso.
De recorrerse,...
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No. El problema no es que una sentencia lleve a modificar una ley. Tampoco que se tome en consideraci¨®n una petici¨®n de indulto a la que, efectivamente, cualquier condenado tiene derecho. No lo es al menos desde una perspectiva progresista, que a diferencia del inmovilismo conservador considera la norma como algo inevitablemente vivo, cambiante dentro del equilibrio competitivo de poderes, sometida a su contexto. El problema (hoy como ayer) es por qu¨¦, para qu¨¦ y sobre todo para qui¨¦n se emprende el proceso.
De recorrerse, esta eventual senda producir¨ªa un pacto entre ¨¦lites que representan exiguas mayor¨ªas. Nada nuevo en realidad: as¨ª ha funcionado el equilibrio territorial espa?ol durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. De manera bilateral, excluyendo tanto a las respectivas minor¨ªas que en ese momento no detentan el poder (en el caso de Catalu?a, que casi nunca han tenido acceso a ¨¦l debido a la intencionada hegemon¨ªa nacionalista) como al resto de autonom¨ªas. Y todo, para ponerle apenas un parche a la gobernabilidad inmediata: para aprobar unos presupuestos generales. Insisto: nada nuevo, nada demasiado distinto a los intercambios seculares de los partidos mayoritarios con los perif¨¦ricos. Con una importante salvedad: esta vez, tras un intento fallido de secesi¨®n, el desgaste peri¨®dico al que se somete a los excluidos del pacto es a¨²n m¨¢s da?ino que de costumbre. Estamos poni¨¦ndole una muleta a la gobernabilidad a corto plazo, solo para enviarla hacia un precipicio.
?En qu¨¦ consistir¨ªa, pues, una soluci¨®n verdaderamente progresista? Probablemente, en un acuerdo multilateral y sostenible, que no s¨®lo tenga en cuenta, sino que exija, que vuelva ineludible la inclusi¨®n de minor¨ªas pol¨ªticas en la toma de decisiones. Un acuerdo que tanto en Catalu?a como en el conjunto de Espa?a acabe sustituyendo hegemon¨ªas por mecanismos para producir, si no consensos, al menos distribuciones equitativas de poder.
Quiz¨¢s dicho acuerdo incluir¨ªa una reforma del C¨®digo Penal. Yo no lo creo, en la medida en que puede interpretarse como favor a quienes denostaron los derechos de dichas minor¨ªas (algo muy poco progresista). Otorgarles, en cualquier caso, poder en la eventual negociaci¨®n es la ¨²nica manera de superar la l¨®gica que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª: una que nos pareci¨® aceptable durante demasiado tiempo, hasta que nos dimos cuenta de que estaba gestando su propia derrota. @jorgegalindo