A Bukele le estorba ¡®El Faro¡¯
Nada parece contener al presidente de El Salvador en su asalto a los medios, ni siquiera su obvio desprestigio internacional
Nayib Bukele lleg¨® a la presidencia de El Salvador en las elecciones de principios de 2019 impulsado por sus promesas de reforma y el hartazgo de los votantes. Hemos pasado la p¨¢gina de la posguerra, dijo en su primera comparecencia tras su victoria electoral. Una vez en el poder, el pol¨ªtico que llegaba a reformar el pa¨ªs pronto recuper¨® los gestos autoritarios en los que hab¨ªa incurrido durante su pasado como alcalde. A partir de la declaraci¨®n en marzo del estado de emergencia por la pandemia Bukele ha acentuado la ret¨®rica populista y autoritaria, el enfrentamiento con el resto de poderes ...
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Nayib Bukele lleg¨® a la presidencia de El Salvador en las elecciones de principios de 2019 impulsado por sus promesas de reforma y el hartazgo de los votantes. Hemos pasado la p¨¢gina de la posguerra, dijo en su primera comparecencia tras su victoria electoral. Una vez en el poder, el pol¨ªtico que llegaba a reformar el pa¨ªs pronto recuper¨® los gestos autoritarios en los que hab¨ªa incurrido durante su pasado como alcalde. A partir de la declaraci¨®n en marzo del estado de emergencia por la pandemia Bukele ha acentuado la ret¨®rica populista y autoritaria, el enfrentamiento con el resto de poderes que a¨²n no controla y el acoso a los medios de comunicaci¨®n, a los que agravia desde su poltrona de Twitter, desde donde sus cr¨ªticos dicen que gobierna. Valgan como ejemplos su llegada a la Asamblea el pasado mes de febrero rodeado de militares, un acto excepcional con tanta intenci¨®n amedrentadora como propagand¨ªstica, o su af¨¢n por limitar el acceso a la informaci¨®n sobre la covid-19. En su camino al caudillismo, al presidente Bukele le estorban la democracia, como escribi¨® el periodista salvadore?o Oscar Mart¨ªnez en una tribuna reciente, y la prensa independiente.
A finales del a?o pasado, antes de que la pandemia sirviera de coartada para socavar las instituciones democr¨¢ticas y el acceso a la informaci¨®n, un periodista salvadore?o alert¨® al Comit¨¦ de Protecci¨®n de Periodistas de los ataques del mandatario y su Gobierno: ¡°El presidente Bukele no quiere periodismo independiente¡±. El pasado verano, un editorial publicado en El Faro se?alaba el aumento de los ataques a medios y periodistas ¡°al tiempo que se multiplican en el pa¨ªs las plataformas de desinformaci¨®n en las que se invierten enormes sumas de dinero para diseminar la propaganda oficial en redes sociales e internet¡±. En junio la Asociaci¨®n de Periodistas de El Salvador hab¨ªa registrado 61 ataques directos a la prensa, 20 de ellos desde el inicio de la pandemia.
Los ataques comenzaron antes de que Bukele llegara a la presidencia pero se formalizaron con la censura a periodistas de El Faro y la Revista Factum en septiembre del a?o pasado. Los periodistas salvadore?os est¨¢n acostumbrados a sufrir el acoso del poder y Bukele no se diferenciaba en esto de administraciones anteriores. Pero el nuevo Gobierno fue m¨¢s lejos, ¡°con campa?as orquestadas contra periodistas en redes sociales, calumnias y burlas directas de Bukele contra reporteros que cubr¨ªan sus conferencias de prensa, ataques a los servidores web de medios digitales, seguimientos, e incluso amenazas de las que no podemos responsabilizar directamente al mandatario pero s¨ª a las campa?as de difamaci¨®n que ¨¦l ha emprendido contra periodistas de El Faro y otros medios¡±, seg¨²n un editorial del diario salvadore?o. El mandatario, que ha dado p¨¢bulo a un texto an¨®nimo sobre una agresi¨®n sexual de un periodista de El Faro a pesar de que la supuesta v¨ªctima lo ha negado, tiene abierta una guerra directa contra este medio que se ha agravado desde la publicaci¨®n de una investigaci¨®n que desvela las negociaciones de su Gobierno con l¨ªderes encarcelados de la MS-13. El pasado viernes Bukele utiliz¨® una rueda de prensa transmitida por la cadena nacional para despotricar de nuevo contra varias publicaciones y anunciar una investigaci¨®n por un supuesto lavado de dinero en contra de El Faro, el ¨²ltimo en una serie de ataques p¨²blicos cada vez m¨¢s feroces. Si primero intent¨® deslegitimar a sus periodistas con ataques personales y campa?as de desprestigio, ahora parece buscar una excusa para asfixiar sus finanzas.
Organizaciones period¨ªsticas, acad¨¦micas y de derechos humanos han condenado la persecuci¨®n de Bukele a la prensa y el acoso a El Faro como un s¨ªmbolo. Si cae El Faro, Bukele acabar¨¢ con la prensa libre. En sus ataques a la prensa parece seguir el manual de otros mandatarios regionales que le precedieron, de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela a Daniel Ortega en Nicaragua, con resultados funestos para la libertad de prensa y las instituciones democr¨¢ticas. El presidente salvadore?o se ha referido a alguna de estas cr¨ªticas con desd¨¦n, incluida una carta firmada por congresistas estadounidenses a pesar de la importancia que le ha dado su administraci¨®n al establecimiento de una s¨®lida alianza con Estados Unidos. Nada parece contener a Bukele en su asalto a los medios, ni siquiera su obvio desprestigio internacional. De camino a las elecciones legislativas y municipales del pr¨®ximo mes de febrero, el pol¨ªtico parece aceptar el coste de su campa?a contra la prensa mientras pueda mantener el apoyo dentro del pa¨ªs y consolidar su poder. Si lo consigue, la pregunta es qu¨¦ har¨¢ despu¨¦s.
Carlos Mart¨ªnez de la Serna es director de Programas del Comit¨¦ para la protecci¨®n de los periodistas.