Del m¨ªtico Maradona al Diego violento
Varios lectores critican la escasa informaci¨®n sobre el comportamiento machista del astro argentino
La muerte de Maradona el pasado d¨ªa 25 y su descomunal repercusi¨®n han sometido al periodismo a otra dif¨ªcil prueba. El reto consist¨ªa en glosar las proezas de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos ¡ªsi no el mejor¡ª, pero sin ocultar deplorables hechos de su biograf¨ªa, como la presunta violencia machista contra sus parejas. Varios lectores creen que EL PA?S les ha fallado.
Como muchos medios, el peri¨®dico defini¨® al jugador como ¡°dios¡±, ¡°mito¡±, ¡°eterno¡±, ¡°inmortal¡±, ¡°ley...
La muerte de Maradona el pasado d¨ªa 25 y su descomunal repercusi¨®n han sometido al periodismo a otra dif¨ªcil prueba. El reto consist¨ªa en glosar las proezas de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos ¡ªsi no el mejor¡ª, pero sin ocultar deplorables hechos de su biograf¨ªa, como la presunta violencia machista contra sus parejas. Varios lectores creen que EL PA?S les ha fallado.
Como muchos medios, el peri¨®dico defini¨® al jugador como ¡°dios¡±, ¡°mito¡±, ¡°eterno¡±, ¡°inmortal¡±, ¡°leyenda¡±, ¡°¨ªdolo¡± o ¡°s¨ªmbolo¡±. El lector Carlos Cobi¨¢n Bab¨¦ se quej¨®: ¡°No todos pensamos que merezca toda esa atenci¨®n, porque nunca podr¨¢ ser ejemplo de lo que debe ser la vida de un deportista¡±. La lectora Mar¨ªa Eugenia Ib¨¢?ez fue m¨¢s dura: ¡°Han ofrecido ustedes una imagen distorsionada y falsa del personaje. Ofensiva, dir¨ªa, para las mujeres y hombres con sensibilidades m¨¢s all¨¢ de una pelotita¡ ?Diecis¨¦is p¨¢ginas para un agresor sexual y drogadicto? ?Aten¨²an sus goles el acoso que sufrieron sus parejas? ?Justifican los triunfos deportivos su predilecci¨®n por ni?as menores de edad?¡±
En la versi¨®n impresa, se publicaron en cinco d¨ªas esas 16 p¨¢ginas y, en la digital, 60 textos, casi todos en Deportes, donde se repasaron casi en exclusiva los ¨¦xitos deportivos del astro argentino. El redactor jefe de la zona, Jos¨¦ S¨¢mano, lo explica as¨ª: ¡°La secci¨®n simplemente se propuso dar una cobertura a la altura del mito, es decir glosando la espectacular carrera de Maradona y su extraordinario impacto. No hubo una pieza espec¨ªfica dedicada a los m¨²ltiples cap¨ªtulos m¨¢s que reprochables de su vida, pero s¨ª constantes referencias en muchos art¨ªculos¡±.
En la web ¡ªno en la edici¨®n impresa¡ª s¨ª hubo el d¨ªa 26 una pieza espec¨ªfica sobre esos lamentables hechos biogr¨¢ficos, pero la elabor¨® SModa, la revista femenina de moda y belleza distribuida con el peri¨®dico. Y fue solo en esa revista donde se public¨® el rechazo de la futbolista Paula Dapena a participar en el minuto de silencio en honor de Maradona.
En las redes, mientras, estallaba el debate. La escritora Rosa Montero llam¨® en Twitter al futbolista ¡°maltratador de mujeres¡± y a?adi¨®: ¡°La divinizaci¨®n de Maradona es repugnante. ?Qu¨¦ ceguera y qu¨¦ calcinamiento cerebral tiene la gente!¡± Algunos partidos y l¨ªderes pol¨ªticos tuvieron que matizar sus alabanzas iniciales. Izquierda Unida, tambi¨¦n en Twitter, public¨® esta frase junto a una foto de Maradona con Fidel Castro: ¡°Hasta siempre, comandantes¡±. Tras recibir varias cr¨ªticas, IU difundi¨® este otro tuit: ¡°No podemos olvidar, y menos el 25N [la muerte fue el d¨ªa internacional para la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer], los oscuros episodios de su vida relacionados con la violencia machista¡±.
Miguel Jim¨¦nez, director adjunto del diario, sostiene que han predominado los textos elogiosos sobre las indiscutibles virtudes futbol¨ªsticas de Maradona, pero que tambi¨¦n se han incluido ¡°numerosas menciones a sus adicciones y excesos y algunas piezas espec¨ªficas, informativas y de opini¨®n, con respecto a su machismo, las denuncias de maltrato y otras acusaciones¡±. Pese a todo, precisa: ¡°Al ver la cobertura en su conjunto, admito que es posible que no hayamos insistido lo suficiente en esos puntos oscuros y que, al haber tanto espacio dedicado a glosar sus gestas futbol¨ªsticas, haya quedado la impresi¨®n de cierto desequilibrio¡±.
La sociedad est¨¢ hoy m¨¢s atenta a esos desequilibrios. Son cada vez m¨¢s vivos y espont¨¢neos los debates sobre figuras acusadas de actitudes censurables, como ha ocurrido con Roman Polanski, Woody Allen, Bill Cosby, Sean Connery, Richard Wagner o Pl¨¢cido Domingo. Para los ¨ªdolos del deporte, en cambio, parecen regir otras normas. La escritora Elvira Lindo dec¨ªa el d¨ªa 29: ¡°Ha quedado claro una vez m¨¢s que no hay biograf¨ªa m¨¢s intocable que la de los futbolistas¡±.
No solo del f¨²tbol. En enero, tras la muerte de Kobe Bryant, una periodista de The Washington Post fue castigada por tuitear una informaci¨®n sobre presuntos abusos sexuales de la estrella de la NBA. El peri¨®dico rectific¨® tras las cr¨ªticas que recibi¨®. EL PA?S tambi¨¦n tendr¨¢ que extraer ahora sus conclusiones. Miguel Jim¨¦nez lo asume: ¡°Debemos tomar nota de las quejas de quienes as¨ª lo han percibido [el desequilibrio informativo] y tratar de evitarlo para otras ocasiones¡±.
Una vez m¨¢s, la soluci¨®n estaba en el Libro de estilo: EL PA?S debe ofrecer ¡°una informaci¨®n veraz, lo m¨¢s completa posible¡±, para ayudar al lector ¡°a entender la realidad y a formarse su propio criterio¡±. En el relato no puede faltar nada relevante. Los hechos son sagrados y solo con todos ellos en la mano puede construir cada cual su opini¨®n con libertad. Los lectores tienen derecho a saber y los periodistas, la obligaci¨®n de contarlo.
¡ª¡ª¡ª¡ª¡ª¡ª¡ª
El Defensor del Lector contesta