Un futuro el¨¦ctrico, sostenible e inclusivo para Espa?a
El sector est¨¢ hoy en mitad del proceso de reconversi¨®n industrial m¨¢s importante que ha tenido nunca en nuestro pa¨ªs. Al Estado corresponde propiciar los escenarios de cambio y a?adir sencillez a los procesos
Mirar atr¨¢s nos permite calibrar el esfuerzo realizado, el ¨¦xito cosechado y los errores cometidos. Con tal acumulaci¨®n de experiencia y con la tranquilidad de saber que cada acci¨®n, decisi¨®n y gesti¨®n tiene un sentido, un porqu¨¦ y un para qu¨¦, en muchas ocasiones hist¨®rico, la suma de todo ello es lo que nos permite mirar al futuro con determinaci¨®n y garant¨ªas de acertar.
Al mirar atr¨¢s vemos un pa¨ªs que sali¨® de la autarqu¨ªa econ¨®mica de los cuarenta y primeros a?os de los cincuenta sobre la que se crearon los grandes conglomerados industriales que vertebraron durante d¨¦cadas muchas ...
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Mirar atr¨¢s nos permite calibrar el esfuerzo realizado, el ¨¦xito cosechado y los errores cometidos. Con tal acumulaci¨®n de experiencia y con la tranquilidad de saber que cada acci¨®n, decisi¨®n y gesti¨®n tiene un sentido, un porqu¨¦ y un para qu¨¦, en muchas ocasiones hist¨®rico, la suma de todo ello es lo que nos permite mirar al futuro con determinaci¨®n y garant¨ªas de acertar.
Al mirar atr¨¢s vemos un pa¨ªs que sali¨® de la autarqu¨ªa econ¨®mica de los cuarenta y primeros a?os de los cincuenta sobre la que se crearon los grandes conglomerados industriales que vertebraron durante d¨¦cadas muchas zonas de Espa?a; vemos un pa¨ªs que, poco a poco, fue hallando acomodo en posiciones rayanas a econom¨ªas del, aquel entonces, mundo desarrollado. Cuando en aquellos a?os nos compar¨¢bamos con nosotros mismos, ve¨ªamos con claridad una evoluci¨®n que acarreaba, a su vez, francas mejoras, consolidando as¨ª una floreciente clase media. Sin embargo, aquello no era suficiente para situarse dentro del grupo de cabeza de las econom¨ªas m¨¢s importantes del planeta. La crisis del petr¨®leo de 1973, una nueva tipolog¨ªa de tensiones geopol¨ªticas, una sociedad cada vez m¨¢s abierta y la presi¨®n positiva de los nuevos motores industriales, especialmente los vinculados al transporte, a las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la ciencia aplicada a la medicina y al conocimiento del entorno, requer¨ªa de nuevas apuestas, de nuevos caminos para crecer y de nuevas maneras de hacer las cosas.
El caso espa?ol tuvo la peculiaridad y la complejidad de acometer una reconversi¨®n industrial en un entorno de enorme tensi¨®n econ¨®mica global y de una extraordinaria complejidad pol¨ªtica y social. Todo en un marco de cambio de r¨¦gimen, con permiso de los riesgos que volaron d¨ªas, semanas, meses y a?os sobre nuestro empe?o, siendo el terrorismo uno de los principales elementos de desestabilizaci¨®n y tensi¨®n. No fue f¨¢cil, pero finalmente fue posible.
El cambio de ciclo econ¨®mico y pol¨ªtico de los a?os setenta y principios de los ochenta propici¨® un proceso de reconversi¨®n industrial que permiti¨® a Espa?a situarse entre las diez econom¨ªas m¨¢s importantes del mundo. Una reconversi¨®n industrial que afect¨® de manera importante a sectores industriales enteros, a comarcas, a provincias y a ciudades generando las comprensibles tensiones.
Por eso, al mirar atr¨¢s, no podemos dejar de detenernos en lo que signific¨® el sector el¨¦ctrico en aquel entorno. Un sector enormemente atomizado en sus or¨ªgenes, articulado en torno al carb¨®n, los combustibles f¨®siles y la hidr¨¢ulica, sist¨¦mico por la propia naturaleza de su existencia ya que, si falla la energ¨ªa, falla todo, y vertebrador de sociedades enteras. Si bien es cierto que el sector el¨¦ctrico introdujo innovaciones importantes en la manera de generar energ¨ªa, sin embargo, no sufri¨® una convulsi¨®n tan grande como otros sectores. Podemos afirmar que no sufri¨® una reconversi¨®n como tal, aunque s¨ª un profundo proceso de transformaci¨®n basado en la innovaci¨®n y la concentraci¨®n empresarial.
Hoy, el sector el¨¦ctrico est¨¢ en mitad de la reconversi¨®n industrial m¨¢s importante de su historia en Espa?a y, al igual que en otros momentos, corresponde al Estado propiciar los escenarios de cambio y a?adir sencillez a los procesos para hacer que las cosas sucedan. La gran diferencia respecto a la citada reconversi¨®n industrial estriba en el concepto. Esta transici¨®n debe ser justa, integradora y que no deje a nadie atr¨¢s. En este sentido, creo que, como en cualquier buen proceso de transici¨®n y reconversi¨®n, el Estado empieza a crear los marcos de trabajo adecuados para que esto suceda: en Espa?a ya tenemos un proyecto de Ley de Cambio Clim¨¢tico y Transici¨®n Energ¨¦tica (actualmente en fase de tramitaci¨®n parlamentaria), tenemos las bases de una estrategia de Econom¨ªa Circular, ya se ha puesto en marcha el plan de reducci¨®n de emisiones, tenemos un Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima que se ha remitido a la Uni¨®n Europea, hemos presentado el Segundo Plan Nacional de Adaptaci¨®n al Cambio Clim¨¢tico con el horizonte 2030, disponemos de una estrategia de descarbonizaci¨®n a largo plazo que marca la senda para alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2050, y hay una primera hoja de ruta del hidr¨®geno para lograr una industria genuinamente espa?ola en torno al hidr¨®geno. Tenemos un anteproyecto de ley de Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sector El¨¦ctrico. Este Fondo busca repartir los altos costes de la primera oleada de descarbonizaci¨®n a base de renovables entre todos los vectores energ¨¦ticos, como deber¨ªa haber sido, y no s¨®lo el el¨¦ctrico. Adem¨¢s, se trata de algo fundamental para facilitar la electrificaci¨®n de la demanda en hogares, empresas, as¨ª como la movilidad el¨¦ctrica.
Este contexto va a dar lugar a tres fen¨®menos absolutamente esenciales: la mitigaci¨®n de los efectos letales provocados por el cambio clim¨¢tico, la descarbonizaci¨®n total e implantaci¨®n exitosa de las energ¨ªas renovables y la eficiencia energ¨¦tica ocupando la centralidad de la actividad econ¨®mica y social. Todo ello para cumplir el objetivo de reducir un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990, mejorar la eficiencia energ¨¦tica de Espa?a en casi el 40% o que tres cuartas partes de la generaci¨®n el¨¦ctrica sea de origen renovable. En este contexto, la voluminosa inyecci¨®n de fondos que recibir¨¢ Espa?a del Fondo de Recuperaci¨®n de la UE es una gran oportunidad para acelerar y sentar bases s¨®lidas para lograr los objetivos de lucha contra el cambio clim¨¢tico.
La crisis provocada por la pandemia ha acelerado todos los procesos de transformaci¨®n. Casi todas las barreras se han volatilizado, los nudos se han deshecho y las resistencias se han suavizado. De esto saldr¨¢ algo bueno y nuevo. De esto tambi¨¦n saldr¨¢ un sector el¨¦ctrico que ser¨¢ clave en las pr¨®ximas d¨¦cadas como motor econ¨®mico, como generador de empleo, como contribuyente decisivo a luchar contra los efectos del cambio clim¨¢tico y como impulsor de una salida econ¨®mica sostenible.
En suma, mirar atr¨¢s nos permite identificar con mucha nitidez lo que funciona y lo que no. Pero al mirar al futuro, vemos muchas oportunidades y poco tiempo para aprovecharlas: tenemos que asegurar que la salida de esta crisis sea sostenible, renovable e inclusiva. En lo que a las empresas ata?e, tenemos que encontrar los elementos de movilizaci¨®n y activaci¨®n para potenciar nuestro rol en la recuperaci¨®n que, desde ya, entre todos, tenemos que impulsar.
El desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico nos obliga a evolucionar hacia una nueva econom¨ªa m¨¢s sostenible basada en un modelo eficiente, el¨¦ctrico y renovable que contemple los principios de econom¨ªa circular. Las compa?¨ªas que no pongan en el centro la sostenibilidad, no tendr¨¢n futuro; y hablo de una sostenibilidad integral que haga converger las cuestiones clim¨¢ticas, econ¨®mico-financieras, inclusivas, las de igualdad, las de equidad, y las de veracidad, transparencia y confianza.
En este contexto, no basta con la voluntad empresarial. Ser¨¢ determinante el marco pol¨ªtico y legislativo que engrase los engranajes para que esto sea posible desde los sectores industriales clave, como es el caso del energ¨¦tico en Espa?a. Tenemos un futuro lleno de oportunidades. Un futuro que ser¨¢ el¨¦ctrico, sostenible e inclusivo, o no ser¨¢.
Jos¨¦ Bogas es consejero delegado de Endesa.