Guaid¨®, la oposici¨®n y las sanciones
La sabidur¨ªa convencional opositora venezolana sostiene inercialmente, sin embargo, que cualquier alivio en los castigos econ¨®micos solo dar¨ªa ox¨ªgeno la dictadura
Trump se ir¨¢ esta misma semana, pero dejar¨¢ en vigor dur¨ªsimas sanciones sobre la industria petrolera venezolana.
Son en extremo punitivas para cualquier naci¨®n o agencia de terceros que comercie o pretenda tener tratos financieros con Venezuela. Tan severas que, a solo un a?o de ser promulgadas, las exportaciones petroleras venezolanas, medidas en barriles diarios, han ca¨ªdo al nivel de los tempranos a?os 40.
Seg¨²n el informe que hace casi un a?o public¨® el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas son m¨¢s de 9,3 millones las v¨ªctimas venezolanas de la inseguridad alimen...
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Trump se ir¨¢ esta misma semana, pero dejar¨¢ en vigor dur¨ªsimas sanciones sobre la industria petrolera venezolana.
Son en extremo punitivas para cualquier naci¨®n o agencia de terceros que comercie o pretenda tener tratos financieros con Venezuela. Tan severas que, a solo un a?o de ser promulgadas, las exportaciones petroleras venezolanas, medidas en barriles diarios, han ca¨ªdo al nivel de los tempranos a?os 40.
Seg¨²n el informe que hace casi un a?o public¨® el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas son m¨¢s de 9,3 millones las v¨ªctimas venezolanas de la inseguridad alimentaria aguda: uno de cada cinco venezolanos padece desnutrici¨®n. Maduro, sin embargo, sigue all¨ª.
Es lo que queda luego del fracaso de la estrategia de Juan Guaid¨®, llamada ¡°de m¨¢xima presi¨®n¡±, para desalojar a Nicol¨¢s Maduro del poder. Nada logr¨® conmover a los altos mandos del Ej¨¦rcito con quienes Guaid¨® esperaba activar una improbable transici¨®n pol¨ªtica orientada a lograr elecciones libres en un plazo perentorio.
En verdad, no son las sanciones contra Pdvsa y sus clientes las primeras que pesan sobre Venezuela desde 2006, muchas de ellas buscando castigar el narcotr¨¢fico y el terrorismo. Para fines del a?o pasado, el Departamento del Tesoro hab¨ªa congelado bienes a 159 funcionarios y conchabados del corrupto Gobierno venezolano mientras que el Departamento de Estado ha revocado ya m¨¢s de 1.000 visas.
De acuerdo con datos de diversas agencias gringas, actualmente hay 32 reg¨ªmenes de sanciones impuestos por Estados Unidos. Canad¨¢, por su parte, ha encajado sanciones a 20 gobiernos y grupos terroristas.
La Uni¨®n Europea patrocina en todo el mundo sanciones contra 30 pa¨ªses y agrupaciones terroristas. Y si hablamos del Consejo de Seguridad de la ONU, el ya bastante desacreditado cuerpo ha estado imponiendo sanciones desde hace m¨¢s de medio siglo sin que el planeta haya mejorado mucho en punto a derechos humanos.
El caso de Cuba, como ejemplo de numantina resistencia de una dictadura a las sanciones econ¨®micas estadounidenses, es t¨®pico en cada discusi¨®n acad¨¦mica sobre el tema.
Es sabido que imponer sanciones es un recurso relativamente barato, comparado con patrullar zonas de exclusi¨®n a¨¦rea, bombardear ¨C siempre por error- blancos civiles con misiles Tomahawk y, en caso extremo, mandar tropas. Adem¨¢s, las sanciones son populares entre el electorado del pa¨ªs del primer mundo que sanciona, no as¨ª entre la poblaci¨®n que padece al gobierno sancionado.
Desde que el polit¨®logo estadounidense Gary Hufbauer y un grupo de colegas publicaron en 1985 su seminal estudio sobre cu¨¢n problem¨¢tica es la efectividad de las sanciones econ¨®micas no ha cesado el debate entre economistas y polit¨®logos. La crisis de Venezuela ha brindado una nueva ocasi¨®n para ello. Estudiosos internacionales de mucho prestigio llegaron a sostener, en apoyo a Guaid¨®, que las sanciones no afectan letalmente a la poblaci¨®n y que el ¨²nico que deber¨ªa aborrecerlas es Nicol¨¢s Maduro.
Sin embargo, el desconcierto reinante hoy d¨ªa entre la clase pol¨ªtica opositora venezolana testimonia cruelmente el modo en que, pese a las sanciones, Maduro ha logrado consolidarse en el poder.
En ello ha jugado un gran papel la destreza iran¨ª para armar tanqueros fantasmas, borrar toda traza de registro de origen, navegar ¡°en la oscuridad¡± desconectando a conveniencia los transponders de las naves, el cambio de banderas y el trasbordo de carga de un tanquero a otro en altamar.
Un brillante y exhaustivo trabajo period¨ªstico, recientemente elaborado en conjunto por EL PA?S y el portal investigativo venezolano Armando.Info da cuenta de c¨®mo, a poco de haber Trump promulgado las sanciones en 2019, Maduro despleg¨® con razonable ¨¦xito un vasto circuito clandestino internacional de env¨ªos de petr¨®leo venezolano.
En el proceso, la maquinaria de propaganda de Maduro machaca que el origen de la penuria y el hambre venezolanas est¨¢ en las sanciones yanquis y no en el despilfarro, el saqueo y la ineptitud de la era chavista.
En v¨ªsperas de la inauguraci¨®n de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, ya es patente la presi¨®n que muchas transnacionales petroleras afectadas por las sanciones, como la italiana ENI, la espa?ola Repsol y la india Reliance, se proponen ejercer sobre Washington para lograr mayor flexibilidad y eximir el canje de di¨¦sel por crudo. El di¨¦sel es esencial para el transporte de alimentos del campo a las ciudades. Muchos grupos humanitarios no gubernamentales se disponen a actuar en el mismo sentido.
La sabidur¨ªa convencional opositora venezolana sostiene inercialmente, sin embargo, que cualquier alivio en las sanciones solo dar¨ªa ox¨ªgeno la dictadura.
La ret¨®rica de Guaid¨®, si bien invoca ocasionalmente el tema humanitario, pareciera estar a¨²n obnubilada por su foto con Trump en la Casa Blanca y en las fantas¨ªas de una inminente intervenci¨®n militar interamericana. Se centra, monoman¨ªaca, en el tema de la unidad en torno a ¨¦l como presidente interino vitalicio y en una permanente movilizaci¨®n ciudadana para arrancarle a Maduro elecciones libres antes del D¨ªa del Juicio. A despecho de la pandemia, la hiperinflaci¨®n y la atroz represi¨®n del r¨¦gimen.
Al final podr¨ªa resultar que las transnacionales petroleras, las ONG, la influyente izquierda del Partido Dem¨®crata reinante, la gran prensa liberal americana y europea, el Programa de Alimentos de la ONU, el Papa, Shakira y hasta los Yanquis de Nueva York clamar¨¢n por alivio a las sanciones.
Menos Guaid¨® y la oposici¨®n.