Trump y sus cuentas pendientes
Son s¨®lidos los argumentos en favor de pasar p¨¢gina. La pandemia y la econom¨ªa aconsejan pol¨ªticas transversales que faciliten la aprobaci¨®n de los paquetes de est¨ªmulo
Joe Biden solo mira hacia delante. No le interesan las cuentas pendientes con Donald Trump. Son cuesti¨®n del Congreso, donde la C¨¢mara de Representantes ya aprob¨® el proceso de destituci¨®n o impeachment por incitaci¨®n a la insurrecci¨®n y ahora ...
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Joe Biden solo mira hacia delante. No le interesan las cuentas pendientes con Donald Trump. Son cuesti¨®n del Congreso, donde la C¨¢mara de Representantes ya aprob¨® el proceso de destituci¨®n o impeachment por incitaci¨®n a la insurrecci¨®n y ahora le toca al Senado decidir si le condena. Tambi¨¦n de un Partido Republicano perplejo ante un dilema en el que se juega el futuro: le costar¨¢ cara la condescendencia con el presidente insurrecto, pero tambi¨¦n le pasar¨¢n factura los votantes si se deshace de un personaje tan popular entre las bases radicalizadas.
Son s¨®lidos los argumentos en favor de pasar p¨¢gina. La pandemia y la econom¨ªa aconsejan pol¨ªticas transversales que faciliten la aprobaci¨®n de los paquetes de est¨ªmulo. Tambi¨¦n lo aconseja la superaci¨®n de la divisi¨®n del pa¨ªs y de la polarizaci¨®n trumpista. Pero m¨¢s s¨®lidos son los argumentos para la rendici¨®n de cuentas. Poca reconciliaci¨®n y escasa transversalidad pol¨ªtica puede esperarse en un pa¨ªs escindido en dos burbujas incomunicadas e incompatibles.
Si el ataque a la Constituci¨®n y a la instituci¨®n que representa la soberan¨ªa popular quedara impune, un terrible antecedente se ofrecer¨ªa a disposici¨®n de cualquier presidente futuro para aprovechar los d¨ªas previos a la toma de posesi¨®n de su sucesor, el 20 de enero despu¨¦s de las elecciones, para cometer cualquier tropel¨ªa, hasta llegar a la retenci¨®n del poder por la fuerza.
Seg¨²n la defensa de Trump, el Senado no puede juzgarle ahora puesto que ya no es presidente, pero tampoco pod¨ªa hacerlo antes porque se hallaba en el receso de enero. A este razonamiento exculpatorio se a?ade una apelaci¨®n a la libertad de expresi¨®n que confunde las incitaciones a la rebeli¨®n, los gui?os a los violentos y el perfume del golpe de Estado con una inocente manifestaci¨®n de opiniones e ideas. El escrito de acusaci¨®n es s¨®lido y contundente. A la incitaci¨®n a la insurrecci¨®n y a la interrupci¨®n del proceso electoral, se a?ade el incumplimiento de las obligaciones presidenciales, especialmente la protecci¨®n del Congreso, una aut¨¦ntica traici¨®n, seg¨²n la congresista republicana Liz Cheney.
El impeachment o destituci¨®n constitucional es la clave de b¨®veda de la rep¨²blica presidencial, que impide que el primer magistrado se convierta en un tirano, que es lo que Trump intent¨® en cuanto fue derrotado el 3 de noviembre. Si el Senado no le condena, ser¨¢ exclusivamente porque la disciplina trumpista impide el trasvase de votos suficientes para la mayor¨ªa de dos tercios.
Los caudillos populistas solo aceptan los resultados de las elecciones cuando ganan, las sentencias de los tribunales cuando les son favorables y los art¨ªculos de la Constituci¨®n cuando les convienen o pueden leerlos a su gusto.