El misterio de las flores
Brasil hoy es un triste campe¨®n en la devastaci¨®n criminal de la Amazonia y de sus riquezas naturales
El famoso bot¨¢nico ingl¨¦s Charles Darwin fue el creador de la teor¨ªa revolucionaria de la evoluci¨®n de las especies que dividi¨® y sigue dividiendo al mundo. El naturalista proclama que la creaci¨®n ¡ªde los humanos, de los animales o de los vegetales¡ª no fue obra de Dios como ense?a la Biblia. La creaci¨®n fue obra de la evoluci¨®n a trav¨¦s de millones de a?os. Y as¨ª los humanos, los animales y las plantas fueron evolucionando y diversific¨¢ndose para adaptarse al medio ambiente.
A Darwin, sin embargo, le atorment¨® hasta el final de su vida el que, al contrario de las otras especies, las pla...
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El famoso bot¨¢nico ingl¨¦s Charles Darwin fue el creador de la teor¨ªa revolucionaria de la evoluci¨®n de las especies que dividi¨® y sigue dividiendo al mundo. El naturalista proclama que la creaci¨®n ¡ªde los humanos, de los animales o de los vegetales¡ª no fue obra de Dios como ense?a la Biblia. La creaci¨®n fue obra de la evoluci¨®n a trav¨¦s de millones de a?os. Y as¨ª los humanos, los animales y las plantas fueron evolucionando y diversific¨¢ndose para adaptarse al medio ambiente.
A Darwin, sin embargo, le atorment¨® hasta el final de su vida el que, al contrario de las otras especies, las plantas de flores podr¨ªan echar por tierra toda su teor¨ªa de la evoluci¨®n. Las flores, adem¨¢s de haber sido una de las ¨²ltimas especies aparecidas en la tierra hace unos 140 millones de a?os, no siguieron la l¨ªnea de la evoluci¨®n del resto de la naturaleza, ya que muy pronto se desarrollaron en miles de diversas formas.
El miedo de Darwin que le atorment¨® hasta la tumba es que esa excepci¨®n de la aparici¨®n de las plantas de flores tan diferente de las otras especies podr¨ªa echar por tierra su teor¨ªa. A esa evoluci¨®n inexplicable de las plantas de flores calific¨® de ¡°misterio abominable¡± en una carta a su amigo bot¨¢nico, Joseph Hooker.
Hoy, casi 162 a?os despu¨¦s de Darwin haber publicado El origen de las especies, el tema de la anomal¨ªa de las plantas de flores, que tanto preocup¨® al famoso naturalista, ha vuelto a la prensa tras un interesante reportaje de la cadena BBC que ha sido replicado por muchas otras publicaciones y en las redes sociales.
Y es que aunque el nacimiento an¨®malo de las plantas de flores se trate solo de un detalle en la obra de la evoluci¨®n de las especies, se vuelve de actualidad ante el crecimiento en el mundo de las teor¨ªas negacionistas como la de la Tierra plana, o que el virus de la pandemia fue creado en un laboratorio por los rusos para infestar al mundo, o que fue Dios quien cre¨® el mundo seg¨²n el relato de la Biblia. Son los que no aceptan que el Homo sapiens proceda de una evoluci¨®n de los simios.
Se me ocurre que ya que la ciencia no ha sido a¨²n capaz de descifrar la evoluci¨®n de las flores diferente del resto de la creaci¨®n podr¨ªamos preguntarles a los poetas y a los ni?os. Ellos con sus im¨¢genes y met¨¢foras podr¨ªan ser capaces de descifrarnos si no el origen de las flores s¨ª el misterio de belleza que encierran y por qu¨¦ las vemos como algo divino.
Las flores han pasado a ser, en efecto, el s¨ªmbolo del amor y de la pasi¨®n, quiz¨¢s porque son el ¨®rgano de reproducci¨®n y est¨¢n ligadas a la fertilidad. Las flores est¨¢n siempre relacionadas al amor y a la amistad. Nadie golpea con una flor. Arrojar flores nunca es s¨ªmbolo de violencia.
Hoy sabemos cient¨ªficamente que los ¨¢rboles se comunican y se ayudan entre s¨ª a trav¨¦s de las ra¨ªces y hay quien asegura que conversar con las plantas las hace crecer. Son cosas y misterios a¨²n sin descifrar pero que, por ejemplo, para los ni?os con su capacidad de fantas¨ªa es algo normal. Una vez le dije a una ni?a de cinco a?os que las flores en el jard¨ªn se hablaban entre ellas. Sin extra?arse, se acerc¨® a un rosal y puso el o¨ªdo en una de sus flores para escuchar si hablaba.
Los ni?os est¨¢n m¨¢s abiertos a los s¨ªmbolos y met¨¢foras que los adultos. Para ellos que las estrellas lloren o que se pueda plantar una sombra lo ven como normal.
A veces los profesores de primaria se asombran de ver que poemas considerados para adultos acaban entendi¨¦ndolos los ni?os con normalidad. Somos los adultos quienes nos asustamos con la poes¨ªa y sus met¨¢foras. De alguna forma la poes¨ªa derriba nuestras certezas petrificadas y remueve nuestro inconsciente. A los ni?os no porque est¨¢n m¨¢s abiertos al misterio y a lo imposible.
Volviendo a las flores, con sus 260.000 especies, ellas han pasado a ser s¨ªmbolo de amor y felicidad, de amistad y reconciliaci¨®n. Recibir flores es siempre un gesto de amistad nunca de amenaza. Un texto atribuido a Augusto Branco refleja que arrojar flores es s¨ªmbolo de reconciliaci¨®n.
¡°Retribuye con flores a todas las piedras que te arrojan. Habr¨¢ un momento en el que las piedras de tus enemigos acabar¨¢n y as¨ª ellos os tirar¨¢n las propias flores que recibieron de ti¡±.
Mejor que misterio abominable, Darwin podr¨ªa haber calificado de misterio maravilloso el saber que los ¨¢rboles de flores suponen una misteriosa excepci¨®n en el proceso de la evoluci¨®n a¨²n por descifrar.
Hoy el mundo vive un holocausto de la naturaleza. El capitalismo ha ido destruyendo bosques enteros para el lucro econ¨®mico. Brasil es hoy un triste campe¨®n de devastaci¨®n criminal de la Amazonia y de sus riquezas naturales que ha convertido en pastos para el ganado los bosques que sostienen la vida con su ox¨ªgeno, y ha provocado un genocidio contra los nativos que desde siempre fueron los mejores defensores de la naturaleza.
Quiz¨¢s este inter¨¦s repentino por el misterio del nacimiento de las flores derive de la preocupaci¨®n que se tiene con la destrucci¨®n del medio ambiente. Sobre todo aqu¨ª en Brasil donde su presidente Bolsonaro es uno de los m¨¢s insensibles del mundo frente a la destrucci¨®n del medio ambiente.
He visto muchas veces a Bolsonaro con fusiles y pistolas en las manos imitando el gesto de disparar. Su pol¨ªtica es la del negacionismo, la violencia y la muerte. Y creo que nos moriremos sin verle con una flor en sus manos o plantando un ¨¢rbol.
Dedico esta columna a todos los poetas y amantes de las flores y del medio ambiente. A todos los que luchan, sacrificando a veces su vida por defender las riquezas de la creaci¨®n y para proteger a los ind¨ªgenas que durante millones de a?os fueron y siguen siendo los mejores guardianes de la naturaleza.