La valent¨ªa de Iv¨¢n Duque
La regularizaci¨®n masiva de migrantes venezolanos es un gesto de altura
El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, tom¨® esta semana una decisi¨®n de enorme calado que convierte al pa¨ªs sudamericano en un ejemplo para la regi¨®n y, en sentido m¨¢s amplio, para el resto del mundo. La regularizaci¨®n de cerca de un mill¨®n de venezolanos indocumentados es una medida pol¨ªtica valiente que persigue poner fin a la precariedad de los migrantes, resolviendo su situaci¨®n administrativa y abriendo las puerta...
El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, tom¨® esta semana una decisi¨®n de enorme calado que convierte al pa¨ªs sudamericano en un ejemplo para la regi¨®n y, en sentido m¨¢s amplio, para el resto del mundo. La regularizaci¨®n de cerca de un mill¨®n de venezolanos indocumentados es una medida pol¨ªtica valiente que persigue poner fin a la precariedad de los migrantes, resolviendo su situaci¨®n administrativa y abriendo las puertas del sistema ¡ªservicios p¨²blicos, mercado laboral, etc¨¦tera¡ª a un colectivo extremadamente vulnerable. Pero este proceso, que se aplicar¨¢ a partir de mayo a trav¨¦s de un nuevo estatuto temporal de protecci¨®n, es adem¨¢s un poderoso mensaje global de acogida y una invitaci¨®n a la convivencia. Una excepci¨®n en un panorama internacional marcado por tanta xenofobia, nacionalismos, muros y vallas.
Colombia es el pa¨ªs que, en los ¨²ltimos a?os, m¨¢s migrantes venezolanos ha recibido. Al otro lado de la frontera, m¨¢s de 2.200 kil¨®metros repletos de pasos informales, la grav¨ªsima crisis econ¨®mica e institucional causada por el chavismo desencaden¨® un ¨¦xodo in¨¦dito en Am¨¦rica Latina. Seg¨²n los c¨¢lculos de Naciones Unidas, alrededor de cinco millones de personas se fueron de Venezuela en busca de oportunidades, sobre todo a partir del estallido de las protestas de 2017 contra el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. Aproximadamente un tercio ¡ª1,7 millones, seg¨²n las estimaciones de las autoridades migratorias¡ª se estableci¨® en el pa¨ªs vecino. De ellos, m¨¢s de 960.000 todav¨ªa no tienen papeles. Esto es, est¨¢n condenados a vivir en los m¨¢rgenes de la sociedad.
Colombia tiene unos 50 millones de habitantes y, si bien su sistema econ¨®mico es uno de los m¨¢s estables dentro de la regi¨®n, sus servicios p¨²blicos no son comparables con los de pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros de Occidente. Con estas premisas se entiende que el esfuerzo del Gobierno, que lleva a?os pidiendo mayor respaldo econ¨®mico de la comunidad internacional, es enorme. Sobre todo, en un momento especialmente delicado por la gesti¨®n de la emergencia humanitaria de la covid-19.
Los migrantes indocumentados han pasado en pocas semanas de quedar excluidos de la inmunizaci¨®n contra el coronavirus ¡ªanunciada por el propio Duque en Navidades¡ª a tener derecho a una estancia de 10 a?os. El giro es notorio y el anuncio del presidente supone, de alguna manera, tambi¨¦n un golpe de efecto. La regularizaci¨®n le vali¨® los elogios de algunas de las principales instancias internacionales, de Estados Unidos y de la UE.
Duque, jefe de un Gobierno conservador, ha recibido cr¨ªticas por su gesti¨®n en varios frentes, entre ellos la dubitativa aplicaci¨®n de los acuerdos de paz con las extintas FARC, la actuaci¨®n de las Fuerzas Armadas o la violencia en el campo. Esta medida probablemente responda a c¨¢lculos pol¨ªticos. Pero lo que importa de verdad es la decisi¨®n en s¨ª y su impacto sobre las personas. Un gesto de altura que marca una senda para otros pa¨ªses de la regi¨®n, de Per¨² a Chile, Ecuador o Brasil, donde viven cientos de miles de venezolanos; y deja en evidencia a tantos gobernantes de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados.