Testaferros pol¨ªticos
El resultado electoral en Ecuador se?alar¨¢ tendencias que veremos en el resto de Latinoam¨¦rica
A pesar de ser el pa¨ªs de las islas Gal¨¢pagos, y de contar con 32 majestuosos volcanes, varios de ellos activos, o de ser el principal productor de bananas del mundo, Ecuador rara vez atrae la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n internacionales. No es Brasil, M¨¦xico o Argentina, los gigantes de la regi¨®n, su inestabilidad pol¨ªtica no es tan fuerte como la de su vecino Per¨², ni ha sufrido un saqueo como el de Venezuela. En fin, es un pa¨ªs latinoamericano normal: pobre, desigual, injusto, corrupto y lleno de gente decente y trabajadora. Su democracia es defectuosa pero competitiva, sus instit...
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A pesar de ser el pa¨ªs de las islas Gal¨¢pagos, y de contar con 32 majestuosos volcanes, varios de ellos activos, o de ser el principal productor de bananas del mundo, Ecuador rara vez atrae la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n internacionales. No es Brasil, M¨¦xico o Argentina, los gigantes de la regi¨®n, su inestabilidad pol¨ªtica no es tan fuerte como la de su vecino Per¨², ni ha sufrido un saqueo como el de Venezuela. En fin, es un pa¨ªs latinoamericano normal: pobre, desigual, injusto, corrupto y lleno de gente decente y trabajadora. Su democracia es defectuosa pero competitiva, sus instituciones son d¨¦biles pero existen y su econom¨ªa, la octava del continente en tama?o, depende de la exportaci¨®n de petr¨®leo, bananas, camarones y oro. Y del dinero que mandan a sus familias los ecuatorianos que viven en otros pa¨ªses.
En estos d¨ªas, Ecuador est¨¢ apareciendo con m¨¢s frecuencia en los titulares. Hay elecciones presidenciales y eso es siempre noticioso. Pero, seg¨²n los analistas, esta vez el resultado electoral ecuatoriano se?alar¨¢ tendencias que veremos en el resto de Latinoam¨¦rica.
Una es que la izquierda regresar¨¢ al poder. Entre finales del siglo pasado y comienzos de este, proliferaron presidentes de izquierda. De Lula da Silva a Hugo Ch¨¢vez y de Evo Morales a la pareja Kirchner y de Michelle Bachelet a Rafael Correa, entre otros. En la primera vuelta de las elecciones ecuatorianas ning¨²n candidato obtuvo suficientes votos, lo cual obliga a una segunda votaci¨®n el 11 de abril. El candidato m¨¢s votado en la primera ronda ha sido el izquierdista Andr¨¦s Arauz, promovido y protegido por el expresidente Rafael Correa. El segundo lugar es objeto de una feroz batalla entre el candidato conservador Guillermo Lasso y el candidato ind¨ªgena Yaku P¨¦rez, quien ha denunciado que hubo fraude.
El empresario promete eficiencia, crecimiento econ¨®mico y empleo, el candidato de izquierda ofrece m¨¢s igualdad, menos pobreza y m¨¢s justicia y el l¨ªder ind¨ªgena jura reivindicar los derechos del pueblo originario y proteger el medio ambiente. Este men¨² electoral ¡ªel empresario, el izquierdista y el indigenista¡ª la hemos visto en otros pa¨ªses. Su resultado es impredecible. A Brasil lo preside un populista de derecha y a M¨¦xico un populista de izquierda. Hemos visto a presidentes de derecha adoptar pol¨ªticas de izquierda y viceversa. Y esta tendencia continuar¨¢.
Pero en las elecciones latinoamericanas hay otra tendencia importante: el uso de testaferros pol¨ªticos. Esta es la propensi¨®n de presidentes que no pueden ser reelectos a ¡°colocar¡± en el poder a familiares o cercanos colaboradores con la esperanza de que act¨²en como sus testaferros pol¨ªticos. Arauz, el candidato ecuatoriano con m¨¢s votos en la primera vuelta, es candidato gracias al apoyo del expresidente Rafael Correa. Este no pudo ser candidato ya que fue inhabilitado por estar incurso en hechos de corrupci¨®n. Cristina Kirchner fue presidenta de Argentina gracias a su marido N¨¦stor Kirchner (y reelecta despu¨¦s que enviud¨®). En M¨¦xico, la diputada Margarita Zavala, la esposa del expresidente Felipe Calder¨®n, fue candidata en las elecciones presidenciales del 2018 donde result¨® ganador Andres Manuel L¨®pez Obrador. En Colombia, Juan Manuel Santos e Iv¨¢n Duque llegaron a la presidencia gracias al apoyo del expresidente ?lvaro Uribe, en Brasil Dilma Rousseff fue presidente gracias a Lula da Silva y en Bolivia Lucho Arce gana la elecci¨®n gracias a la popularidad de su exjefe Evo Morales, quien le dio todo su apoyo.
El populismo ¡ªtanto de derecha como de izquierda¡ª con sus promesas imposibles de cumplir, su adoraci¨®n por pol¨ªticas que ya se sabe que no funcionan y sus propensiones autoritarias es siempre una gran amenaza. Pero el continuismo es una amenaza aun mayor. Si un presidente populista es incompetente o corrupto, pero en su pa¨ªs funciona la democracia, pues los votantes se encargar¨¢n de sacarlo del poder. Los pa¨ªses pueden sobreponerse a un periodo con un mal presidente, pero el da?o puede ser enorme e irreversible si ese mal presidente perdura en el poder. O si, una vez cumplido su periodo de Gobierno, se las arregla para ejercer el poder a trav¨¦s de un presidente que act¨²a como su testaferro pol¨ªtico.
Es importante poner l¨ªmites legales al continuismo de los presidentes. Idealmente, deber¨ªan ser elegidos por un periodo no mayor de seis a?os y no menor de cinco. Al terminar ese ¨²nico periodo no pueden aspirar de nuevo a la presidencia. Nunca m¨¢s.
Esta soluci¨®n al continuismo es dr¨¢stica e imperfecta. Pero no imposible de adoptar y sus defectos son tolerables. Lamentablemente, el continuismo basado en el uso de testaferros pol¨ªticos es m¨¢s dif¨ªcil de impedir. Pero es cr¨ªticamente importante identificarlo, denunciarlo e intentar erradicarlo.