Biden debe cancelar acuerdo de pr¨¦stamo del IFDC a Ecuador

Con medio mill¨®n de muertes por la pandemia, la recesi¨®n econ¨®mica m¨¢s aguda de regi¨®n alguna, y un bajo crecimiento proyectado para 2021, Am¨¦rica Latina atraviesa la peor crisis del siglo, seg¨²n la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL). La toma de posesi¨®n del presidente Joe Biden ha despertado esperanzas en toda la regi¨®n. Y no es tanto por esperanzas de programas de rescate masivos (que no vendr¨¢n), sino por un cambio en las pol¨ªticas de Estados Unidos del ¨²ltimo cuatrienio, que causaron estragos en las Am¨¦ricas.

Un buen ejemplo es el pr¨¦stamo de 3.500 millones de d¨®lares por la Corporaci¨®n Financiera de Desarrollo Internacional (IDFC) de los Estados Unidos a Ecuador. Ecuador fue zona cero de la pandemia en Sudam¨¦rica, con cad¨¢veres amontonados por d¨ªas en las calles de Guayaquil. Con la ca¨ªda del precio del petr¨®leo, se agravaron los problemas de deuda externa del pa¨ªs. Sin embargo, en este caso, el IDFC ha llevado la muy criticada condicionalidad de los pr¨¦stamos de instituciones financieras occidentales a nuevos extremos. El pr¨¦stamo vino con dos condiciones: La primera que Ecuador se comprometiera a no utilizar ning¨²n tipo de tecnolog¨ªa china en sus telecomunicaciones; y la segunda que privatizara activos del sector p¨²blico por un monto equivalente al pr¨¦stamo.

Esto es una aberraci¨®n. La cooperaci¨®n para el desarrollo de Estados Unidos con Am¨¦rica Latina no debe estar guiada por su pol¨ªtica hacia China. El crecimiento regional no es un juego de suma cero. La noci¨®n de que los pa¨ªses latinoamericanos deber¨ªan utilizar solo tecnolog¨ªa estadounidense o europea, con resabios de la doctrina Monroe, es tan anacr¨®nica como contraproducente. Revive los peores aspectos de la diplomacia del d¨®lar estadounidense de principios del siglo XX. ?Cu¨¢l ser¨ªa el siguiente paso? ?Prohibir las vacunas chinas o rusas en el hemisferio occidental? Am¨¦rica Latina ya dej¨® atr¨¢s los d¨ªas en que sus v¨ªnculos diplom¨¢ticos, comerciales y de inversi¨®n se limitaban solo a Estados Unidos y Europa Occidental.

Por otra parte, el forzar a Ecuador a privatizar activos en medio de esta recesi¨®n, que significa venderlos a un precio muy por debajo del normal, no favorece el desarrollo del pa¨ªs. M¨¢s bien, parece tener como objetivo reducir su capacidad estatal y disminuir sus recursos, y generar abultadas ganancias para empresas extranjeras. As¨ª no se ayuda a un peque?o pa¨ªs sudamericano en problemas.

?No es este acaso un asunto muy puntual, un ¨²ltimo gesto de un Gobierno saliente, y por ende algo que no deber¨ªa sobredimensionarse?

Lamentablemente, no. Como lo describi¨® Adam Boehler, director ejecutivo del IDFC, este ser¨ªa un ¡°modelo novedoso¡± para expulsar a China de los pa¨ªses latinoamericanos. Boehler dice que lo discuti¨® con el equipo de transici¨®n de Biden, quienes lo vieron como un ¡°enfoque interesante e innovador¡±. Esperemos que esto no sea el caso. Si la Administraci¨®n de Biden aplicara este modelo en su pol¨ªtica hacia Am¨¦rica Latina, ser¨ªa una abdicaci¨®n total de lo que Latinoam¨¦rica esperaba de su presidencia. Si hay algo que Am¨¦rica Latina no necesita es la continuaci¨®n de las pol¨ªticas de Trump, que tanto da?o causaron.

Usar a Am¨¦rica Latina como punching ball en la disputa de Washington con Beijing nunca ha sido una buena idea. Pero hacerlo en la crisis actual lleva esto a otro nivel. La creaci¨®n en 2018 del IDFC, con 60.000 millones de d¨®lares de capital, fue una iniciativa bienvenida para desplegar capital estadounidense en los desaf¨ªos de desarrollo que enfrentan los pa¨ªses del Sur Global. Sus recursos son mucho menores que los disponibles para los bancos de desarrollo chinos. Sin embargo, implementados y apalancados en forma adecuada, pueden marcar una diferencia. Dicho eso, en Am¨¦rica Latina, el IDFC est¨¢ comenzando con el pie izquierdo. Este mal concebido pr¨¦stamo a Ecuador refleja una actitud de exprimir al m¨¢ximo a un Gobierno en sus ¨²ltimos suspiros, y con los ¨ªndices de aprobaci¨®n m¨¢s bajos del continente. En lugar de promover el desarrollo, el IDFC parece empe?ado en hacer lo contrario.

El acuerdo firmado provee solo un marco y a¨²n no ha sido finalizado. Una de las primeras cosas que deber¨ªa hacer el nuevo director ejecutivo del IDFC es declarar nulo y sin efecto este acuerdo de pr¨¦stamo a Ecuador, y descartar este ¡°enfoque novedoso¡±, totalmente antit¨¦tico a toda noci¨®n de desarrollo.

Kevin P. Gallagher es director del Centro de Pol¨ªticas de Desarrollo Global de la Escuela Pardee de Estudios Globales de la Universidad de Boston. Jorge Heine es profesor de la Escuela Pardee y exembajador de Chile en China.