Por qu¨¦ no hay vacunas suficientes
Si queremos arrinconar al virus y acabar con la pandemia necesitamos aplicar dosis m¨¢s r¨¢pido, a m¨¢s gente, de forma m¨¢s equitativa. Necesitamos producir m¨¢s
Nos faltan dosis para que todos seamos Israel o Chile, ambos con un ritmo de vacunaci¨®n vertiginoso. Hay problemas de implementaci¨®n, coordinaci¨®n y log¨ªstica dentro de cada Gobierno, sin duda, pero es hora de aceptar que...
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Nos faltan dosis para que todos seamos Israel o Chile, ambos con un ritmo de vacunaci¨®n vertiginoso. Hay problemas de implementaci¨®n, coordinaci¨®n y log¨ªstica dentro de cada Gobierno, sin duda, pero es hora de aceptar que el principal cuello de botella est¨¢ en el lado de la oferta: si queremos arrinconar al virus (al menos esta versi¨®n del virus) y acabar con la pandemia necesitamos aplicar dosis m¨¢s r¨¢pido, a m¨¢s gente, de forma m¨¢s equitativa. Necesitamos producir m¨¢s, lo antes posible.
Hoy existen ocho modelos de vacuna funcionales, efectivos. El incentivo para tenerlos tan r¨¢pido era descomunal: el mundo moderno no hab¨ªa conocido una pandemia como esta, y la probable convivencia por a?os o d¨¦cadas con un virus que se adivina eficaz y resistente garantiza una demanda continuada. La propiedad intelectual forma parte esencial de dicho incentivo: ?para qu¨¦ iba una persona o una empresa a invertir tiempo, esfuerzos sin par, si no espera una cierta estabilidad en el retorno? Pero esa misma pieza que facilita la innovaci¨®n puede ahogar la salida, al restringir la producci¨®n a un grupo reducido de entidades que no pueden cumplir con m¨¢s de 7.000 millones de personas en todo el mundo.
Una f¨¢brica de vacunas no se produce en un santiam¨¦n: los limitantes tecnol¨®gicos son prolijos y complejos. Pero la realidad es que hoy existe menos posibilidad de pensar sobre c¨®mo superarlos precisamente porque tenemos el acceso a esa fase, la de producci¨®n, restringido a determinados silos de conocimiento. Estos espacios se anquilosan con cierta facilidad: as¨ª sucedi¨® con tres grandes farmac¨¦uticas (GSK, Merck y Sanofi) que, como report¨® esta semana el Financial Times, fueron incapaces de poner su estructura interna al servicio de la emergencia global como s¨ª lo hicieron actores m¨¢s peque?os, o directamente nuevos (Moderna, BioNTech).
Si la regulaci¨®n sobre la competencia debe funcionar como una v¨¢lvula que maximice los efectos buenos que esta tiene para la ciudadan¨ªa minimizando los peores, este es el momento de activarla. Sin da?ar los incentivos originales, pero, como ha pedido la cabeza de la OMS, y est¨¢ sopesando la UE: hay que encontrar mecanismos para compartir conocimiento al menos en el plano de la producci¨®n. Idealmente acordados y sostenibles, no dram¨¢ticos y de emergencia. Pero que en cualquier caso le den la vuelta al t¨ªtulo de esta columna. @jorgegalindo