Govern fracasado
El d¨²o Esquerra-Junts no sabe combatir el vandalismo ni recuperar la econom¨ªa
La semana de altercados, pillajes y vandalismo registrados en Catalu?a a cuenta del caso Has¨¦l sintetiza el rotundo fracaso del Govern independentista de Esquerra y Junts. En realidad, denota mucho m¨¢s que eso, pues la entera legislatura protagonizada por Carles Puigdemont y Quim Torra ¡ªas¨ª como, en menor medida, la transici¨®n guiada por Pere Aragon¨¨s¡ª ya hab¨ªa demostrado la par¨¢lisis de ese modelo, y su fiasco: es la f¨®rmula misma la que impide generar una gesti¨®n ordenada de los asuntos colectivos.
Cuando un Ejecutivo acredita su incapacidad para encauzar el problema m¨¢s b¨¢sico...
La semana de altercados, pillajes y vandalismo registrados en Catalu?a a cuenta del caso Has¨¦l sintetiza el rotundo fracaso del Govern independentista de Esquerra y Junts. En realidad, denota mucho m¨¢s que eso, pues la entera legislatura protagonizada por Carles Puigdemont y Quim Torra ¡ªas¨ª como, en menor medida, la transici¨®n guiada por Pere Aragon¨¨s¡ª ya hab¨ªa demostrado la par¨¢lisis de ese modelo, y su fiasco: es la f¨®rmula misma la que impide generar una gesti¨®n ordenada de los asuntos colectivos.
Cuando un Ejecutivo acredita su incapacidad para encauzar el problema m¨¢s b¨¢sico de la comunidad a la que se debe, el orden p¨²blico que garantiza la libertad, la seguridad de los ciudadanos y de las empresas ¡ªmuchas, simples tiendas¡ª es que falla estrepitosamente.
M¨¢s a¨²n si su responsable de Interior ¡ªMiquel S¨¤mper¡ª lo primero que hace es denigrar a la polic¨ªa a su mando, alegando que el problema es el ¡°modelo de orden p¨²blico¡±; y lo segundo, esperar cinco d¨ªas a calificar el vandalismo como vandalismo. Y cuando el presidente en funciones, Aragon¨¨s, tambi¨¦n tard¨® lamentablemente demasiado en criticar la violencia de provocadores y manifestantes.
Ah¨ª radica el hecho diferencial del pillaje callejero en Catalu?a respecto al de otras zonas. A la equivocada tolerancia inicial del portavoz de Podemos, Pablo Echenique, se sum¨® en esta comunidad la del Govern entero. Sobre todo de Junts, el partido pujolista responsable de Interior y creador de su modelo policial. Y en el acarreo ret¨®rico de un decenio en favor de la desobediencia, la rebeld¨ªa y el desprecio a la ley y los tribunales. Nada distinto de la pr¨¢ctica de Donald Trump y sus ultras.
La f¨®rmula falla no porque los gobernantes catalanes sean independentistas. No. Falla porque solo saben alcanzar su mayor¨ªa parlamentaria gracias a la antisistema, y tambi¨¦n secesionista, CUP. Y esta dicta sistem¨¢ticamente el rumbo en las ocasiones clave a los socios de coalici¨®n. A Junts, porque esta formaci¨®n tiene ganas de convertirse del partido burgu¨¦s como el que naci¨® en club de rebeld¨ªa de lujo, propiciando el caos en la v¨ªa p¨²blica para argumentar su hostilidad al Estado represor, no importa que lo encarne un consejero del propio partido. A Esquerra, porque este partido no sabe superar su desgana y se deja arrastrar por los otros dos protagonistas.
Como la experiencia es madre de la ciencia, no cabe esperar nada diferente de un eventual futuro Govern compuesto seg¨²n esa f¨®rmula: su pauta seguir¨ªa siendo exc¨¦ntrica en el panorama europeo. Los catalanes han experimentado ya hasta la saciedad lo que da de s¨ª: el desorden, la agresi¨®n, la decadencia. Otro Govern indepe ser¨ªa as¨ª letal para la recuperaci¨®n de Catalu?a, su econom¨ªa, su bienestar y sus instituciones.
Pero Esquerra no tiene ninguna obligaci¨®n de seguir ese dictum. Dispone de otras f¨®rmulas mejores. Lo son todas las que excluyan la tolerancia ante los violentos y el unilateralismo sectario. Y aboguen en cambio por el di¨¢logo y la superaci¨®n de la fractura social interna. Para ello es inexcusable empezar por el principio, devolver la dignidad a las instituciones: president, Govern y Parlament, paso previo necesario para civilizar la pol¨ªtica y recuperar la econom¨ªa. E incorporar a su c¨²pula, especialmente a la de la C¨¢mara, a las fuerzas dispuestas de verdad al di¨¢logo democr¨¢tico.