Crisis humanitaria y desaf¨ªos a la solidaridad
Una de las respuestas m¨¢s generosas, audaces y visionarias ha sido la de Colombia, pa¨ªs que acoge a m¨¢s de 1,7 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela
El ¨¦xodo masivo de refugiados y migrantes de Venezuela hacia los pa¨ªses vecinos ¨Cel m¨¢s grande y complejo en la historia moderna de Am¨¦rica Latina y el Caribe para el que ning¨²n pa¨ªs estaba preparado¨C presiona sus servicios b¨¢sicos y presupuestos, as¨ª como su oferta laboral en las poblaciones de acogida en los pa¨ªses receptores. A los enormes retos de este colosal desplazamiento humano, se sumaron en 2020 los desaf¨ªos de la pandemia de la...
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El ¨¦xodo masivo de refugiados y migrantes de Venezuela hacia los pa¨ªses vecinos ¨Cel m¨¢s grande y complejo en la historia moderna de Am¨¦rica Latina y el Caribe para el que ning¨²n pa¨ªs estaba preparado¨C presiona sus servicios b¨¢sicos y presupuestos, as¨ª como su oferta laboral en las poblaciones de acogida en los pa¨ªses receptores. A los enormes retos de este colosal desplazamiento humano, se sumaron en 2020 los desaf¨ªos de la pandemia de la covid-19 y los devastadores impactos econ¨®micos subsiguientes en un continente con grandes porcentajes de poblaci¨®n viviendo en la informalidad. Seg¨²n datos de los principales pa¨ªses de acogida compilados por la Plataforma Regional de Coordinaci¨®n Interagencial R4V, m¨¢s de 5,5 millones de personas han salido de Venezuela hasta la fecha. De estas, m¨¢s del 80% han sido acogidas por pa¨ªses de la regi¨®n.
Pero gobiernos y poblaciones respondieron a pesar de la magnitud del desaf¨ªo. Am¨¦rica ha sido un continente forjado por la inmigraci¨®n y el derecho al asilo. Los pa¨ªses de la regi¨®n tienen una larga tradici¨®n de acogida que se remonta al menos al siglo XIX. Durante d¨¦cadas, nuestros pa¨ªses han abierto sus puertas tanto a personas refugiadas como a migrantes que, con su trabajo y sus habilidades, han enriquecido nuestras sociedades. No es de extra?ar entonces que los pa¨ªses de la regi¨®n tambi¨¦n hayan sido pioneros en la elaboraci¨®n de instrumentos que buscan proteger y asistir a aquellos que deben abandonar su pa¨ªs a causa de la precariedad extrema socioecon¨®mica y de acceso a servicios sociales o de amenazas a sus libertades o seguridad, y eligen hacerlo en b¨²squeda de mejores condiciones de vida.
Una de las respuestas m¨¢s generosas, audaces y visionarias ha sido la de Colombia, pa¨ªs que a la fecha acoge a m¨¢s de 1,7 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela. Si bien m¨¢s de 750.000 de ellos han logrado regularizar su situaci¨®n mediante diversos tipos de permisos de estad¨ªa ofrecidos por el Estado colombiano, alrededor de un mill¨®n m¨¢s se encuentran a¨²n en situaci¨®n irregular, lo que en muchos casos les excluye de los servicios b¨¢sicos y los expone a una situaci¨®n de alto riesgo.
La iniciativa anunciada por el presidente Iv¨¢n Duque hace algunos d¨ªas de crear un Estatuto de Protecci¨®n Temporal para todas estas personas ha sido ampliamente reconocida a nivel mundial. El Papa Francisco, entre otros, elogi¨® la ¡°valent¨ªa¡± de las autoridades del pa¨ªs y opin¨® que el Estatuto de Protecci¨®n Temporal puede favorecer ¡°la acogida, protecci¨®n e integraci¨®n¡± de las personas refugiadas y migrantes.
Efectivamente, se espera que la medida, que tendr¨¢ una duraci¨®n de diez a?os, permita a venezolanos y venezolanas acceder al sistema nacional de salud, incluidos los planes de vacunaci¨®n contra la covid-19, una de las necesidades m¨¢s urgentes en este momento. Podr¨¢n, asimismo, enviar a sus hijos e hijas a la escuela e ingresar al mercado laboral formal en lugar de depender del sector informal, donde est¨¢n expuestos a abusos y explotaci¨®n. Esto reducir¨¢ su dependencia de la ayuda humanitaria y les permitir¨¢ contribuir a la recuperaci¨®n econ¨®mica de Colombia que ha sido uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados por la pandemia. De no menor importancia es el hecho de que la regularizaci¨®n facilitar¨¢ la integraci¨®n de las personas refugiadas y migrantes y el acceso a soluciones de largo plazo.
La admirable iniciativa de Colombia, para tener ¨¦xito, requerir¨¢ de un mayor apoyo de la comunidad internacional, bancos de desarrollo y el sector privado. Necesitar¨¢ inversiones en las comunidades receptoras en forma de creaci¨®n de empleo, formaci¨®n profesional y aprendizaje; la expansi¨®n de la atenci¨®n m¨¦dica; fondos para apoyo a la vivienda y otros beneficios para las personas m¨¢s vulnerables.
Necesitar¨¢ demostrar con resultados concretos y efectivos que es una decisi¨®n estrat¨¦gica positiva y constructiva, que no s¨®lo constituye una alternativa a las restricciones de acceso a las personas procedentes de Venezuela en las fronteras, sino que contribuye a la transformaci¨®n productiva y social de nuestras sociedades.
Si bien los Estados tienen el derecho y el deber de tomar las medidas necesarias y proporcionales para manejar los riesgos a la salud p¨²blica durante la pandemia, tambi¨¦n est¨¢n comprometidos y limitados por leyes internacionales a no negar el acceso a la seguridad y protecci¨®n a las personas que lo necesitan. Ante el panorama de los controles de frontera, restricciones de viaje y limitaciones en la libertad de movimiento que los Estados han impuesto para poder combatir la covid-19 y preservar vidas, es importante que se respeten las necesidades de protecci¨®n de solicitantes de asilo y personas refugiadas y que se observen los derechos de las personas migrantes.
Colombia no es el ¨²nico pa¨ªs que ha tomado medidas importantes para regularizar a la poblaci¨®n venezolana en su territorio. Per¨², por ejemplo, fue uno de los primeros pa¨ªses en Am¨¦rica Latina en regularizar a los venezolanos y venezolanas a trav¨¦s de la emisi¨®n del Permiso Temporal de Permanencia (PTP) y, m¨¢s recientemente, a trav¨¦s del Carnet Temporal de Permanencia. En Brasil, la mayor¨ªa de las personas venezolanas se encuentran en una situaci¨®n regular, ya sea como refugiados reconocidos, solicitantes de asilo o cuentan con residencias otorgadas. Hace unas semanas el Gobierno de la Rep¨²blica Dominicana emiti¨® una resoluci¨®n para regularizar a venezolanos y venezolanas que ingresaron al territorio nacional a partir de 2014. Otros pa¨ªses han puesto en marcha iniciativas similares desde el inicio de este ¨¦xodo para facilitar la documentaci¨®n de personas refugiadas y migrantes.
La creaci¨®n del Estatuto de Protecci¨®n Temporal en Colombia es un hito hist¨®rico. M¨¢s a¨²n, es una oportunidad para que los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe unan esfuerzos y trabajen de manera conjunta para responder a los grandes desaf¨ªos de hoy, incluyendo la pandemia y su impacto econ¨®mico y la situaci¨®n de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela y de las comunidades que los han recibido. No podemos esperar menos de una regi¨®n que hist¨®ricamente se ha caracterizado por su generosidad y solidaridad.
Eduardo Stein es representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela.