La puntita
Pienso que hay que lanzar un ¡°no¡± terminante a cualquier manifestaci¨®n en que vayan del brazo m¨¢s de dos personas
Era un recurso muy viejo para solucionar, o eso se cre¨ªan los impacientes, las urgencias derivadas de la llamada del sexo. O una f¨®rmula, poco trabajada es verdad, para convencer a doncellas con pocos dedos de frente.
¡°La puntita nada m¨¢s¡±. Y nada menos, cabr¨ªa a?adir. Porque no se sabe si habr¨ªa humanidad sin puntita, que m¨¢s que una expresi¨®n f¨ªsica de algo, parece un argumento. Y durante un tiempo lo ha sido. Es curioso, pero esta vez, ahora, no por impulso machista, sino te¨®ricamente feminista. Al que no hemos sido receptivos, espero que por razones distintas, la presidenta de la Co...
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Era un recurso muy viejo para solucionar, o eso se cre¨ªan los impacientes, las urgencias derivadas de la llamada del sexo. O una f¨®rmula, poco trabajada es verdad, para convencer a doncellas con pocos dedos de frente.
¡°La puntita nada m¨¢s¡±. Y nada menos, cabr¨ªa a?adir. Porque no se sabe si habr¨ªa humanidad sin puntita, que m¨¢s que una expresi¨®n f¨ªsica de algo, parece un argumento. Y durante un tiempo lo ha sido. Es curioso, pero esta vez, ahora, no por impulso machista, sino te¨®ricamente feminista. Al que no hemos sido receptivos, espero que por razones distintas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, la se?ora Ayuso, y yo. Ella odia a las feministas, que le parecen un revoltijo de bolleras que no se lavan los sobacos. Yo, en cambio, las adoro, porque no concibo otro tipo de mujer atractiva que la cabreada con el espacio que la civilizaci¨®n le ha reservado en el reparto machista del mundo.
Pero vayamos a los hechos. La protesta inicial de Irene Montero inclu¨ªa una marcha de mujeres el d¨ªa 8, una insensata demostraci¨®n del poder femenino. ?Frente al virus? Que yo sepa, sin embargo, la mejor, la m¨¢s eficaz de las respuestas a la covid-19 ha sido el espl¨¦ndido plantel de posibilidades en forma de vacuna que la sociedad ha plantado ante la aparentemente indomable presencia del virus que, no lo olvidemos, no tiene uso de raz¨®n, ni se ha declarado antifeminista. Su irracionalidad no se combate con la irracionalidad de Victoria Abril, sino con la perseverancia de un cada vez m¨¢s numeroso grupo de cient¨ªficos.
De la gran marcha hemos pasado a muchas m¨¢s peque?as, y todas muy respetuosas con las distancias y las mascarillas. Pero todas ellas, siempre, con un deje de ¡°sabemos que est¨¢s ah¨ª¡±, dirigido al machismo general.
Hay que lanzar un ¡°no¡± terminante a cualquier manifestaci¨®n en que vayan del brazo m¨¢s de dos personas. El feminismo tiene mil formas de hacerse notar, sobre todo en nuestra vida cotidiana.
?Fue un error la marcha del pasado a?o? Puede ser. Si es as¨ª, hay que admitirlo p¨²blicamente. Hacerlo no da la raz¨®n a machistas como Ayuso, sino que engrandecer¨ªa la trayectoria del movimiento feminista.
Si no hay batucada, no pasa nada. Bueno, s¨ª, puede pasar algo muy bueno, que no haya contagios suplementarios.
Si los hay, que no sean por usar la puntita nada m¨¢s.