S¨ª a las restricciones contra la pandemia
Los l¨ªmites a la movilidad en Semana Santa son l¨®gicos; una vez m¨¢s, no lo es la oposici¨®n de Ayuso
El descenso en el n¨²mero de contagios y la evoluci¨®n positiva de los ingresos hospitalarios indican que la pandemia ha entrado en una fase de mayor control, pero esta mejora no justifica todav¨ªa el abandono de las restricciones a la movilidad. Sabemos por la experiencia anterior que un relajamiento precipitado de las medidas conduce invariablemente a un repunte de casos. Si bien la campa?a de vacunaci¨®n ha tenido ya efectos muy positivos en algunos colectivos vulnerables, como las residencias de ancianos, donde los contagios han ca¨ªdo un 95% en el ¨²ltimo mes, estamos lejos todav¨ªa de lograr un nivel de inmunizaci¨®n que permita levantar las restricciones sin riesgo de repunte.
Est¨¢ justificado por tanto que las limitaciones de la movilidad se mantengan durante las vacaciones de Semana Santa. El objetivo sigue siendo salvar vidas y la ¨²nica forma de hacerlo por ahora es evitar la interacci¨®n social. Ya pagamos un alto precio por intentar salvar la campa?a de Navidad: no debemos incurrir ahora en el mismo error. Hay que celebrar por ello que la mayor¨ªa de los consejeros de Sanidad apoyaran en la ¨²ltima reuni¨®n del Consejo Interterritorial de Salud la propuesta del Ministerio de Sanidad de mantener los cierres perimetrales auton¨®micos durante las vacaciones. Solo Madrid se mantuvo, como nota discordante, a favor de permitir la movilidad entre comunidades a pesar de ser la que presenta, junto a Ceuta y Melilla, los peores indicadores. Con una incidencia superior a 250 casos por 100.000 habitantes en 14 d¨ªas, el riesgo en Madrid sigue siendo extremo. La que defiende el Gobierno de D¨ªaz Ayuso no deja de ser una posici¨®n ego¨ªsta, pues permitir la movilidad supone en este caso extender el riesgo a otras autonom¨ªas. Se entiende que algunas de las vecinas le pidan un mayor compromiso en la lucha contra la pandemia.
La decisi¨®n definitiva se tomar¨¢ la semana que viene en otra reuni¨®n del Consejo Interterritorial. Es importante que se afirme una estrategia de medidas conjuntas y que Madrid se sume al consenso general. Adem¨¢s del cierre territorial, el documento que ha presentado Sanidad incluye mantener el toque de queda entre las 22.00 y las 6.00 del 26 de marzo al 9 de abril, evitar viajes innecesarios y prohibir los eventos masivos.
En esta l¨®gica se inscribe la decisi¨®n de la Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid de prohibir las manifestaciones convocadas para el 8 de marzo con motivo del D¨ªa Internacional de la Mujer. Se hab¨ªan presentado m¨¢s de un centenar de convocatorias y las autoridades gubernativas han decidido suspenderlas todas. Aunque algunas de ellas eran de peque?o formato y en todas hab¨ªa m¨¢xima voluntad de evitar aglomeraciones, se entiende la decisi¨®n adoptada por la dificultad de garantizar la seguridad en una visi¨®n de conjunto. La vitalidad del movimiento feminista hace probable que, de activarse las convocatorias, la afluencia acabara desbordando las previsiones y derivara, dada la todav¨ªa grave incidencia de la pandemia en Madrid, en una situaci¨®n de alto riesgo de contagio. Naturalmente, es de esperar que el criterio aplicado en esta circunstancia se implemente en otras de rasgos similares. Hay que combatir con toda la energ¨ªa democr¨¢tica los discursos de estigmatizaci¨®n del feminismo. Este diario apoya con vigor sus reivindicaciones y espera que la imaginaci¨®n y creatividad del movimiento permitir¨¢ te?ir la jornada de morado sin necesidad de correr riesgos.
EDITORIAL | Marginar a los ultras
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