El ocaso de los quioscos

Los entra?ables puestos de venta, de dimensiones reducidas, dedicados principalmente a la comercializaci¨®n de peri¨®dicos y revistas tienen los d¨ªas contados. La digitalizaci¨®n eclipsa la edici¨®n impresa. El tradicional paisaje hogare?o con el peri¨®dico del domingo, s¨ªmbolo de la lectura familiar, va a quedar en el imaginario colectivo. Seremos hu¨¦rfanos de papel. Dicen que el papel lo ...

Los entra?ables puestos de venta, de dimensiones reducidas, dedicados principalmente a la comercializaci¨®n de peri¨®dicos y revistas tienen los d¨ªas contados. La digitalizaci¨®n eclipsa la edici¨®n impresa. El tradicional paisaje hogare?o con el peri¨®dico del domingo, s¨ªmbolo de la lectura familiar, va a quedar en el imaginario colectivo. Seremos hu¨¦rfanos de papel. Dicen que el papel lo aguanta todo, pero lo cierto es que los costes de distribuci¨®n y el considerable descenso en las ventas han mermado los ingresos. Los lectores anal¨®gicos, ¨¢vidos de acudir al quiosco, tendr¨¢n que conformarse con visitar el rinc¨®n digital sin tocar papel, sin poder disfrutar de la insustituible y deliciosa liturgia de pasar la p¨¢gina. A muchos nos invade la tristeza al vernos despojados de tan sana e inveterada costumbre, adquirida, arraigada y transmitida en el tr¨¢nsito de generaciones.

Jos¨¦ Mar¨ªa Torras Coll. Sabadell (Barcelona)

Un D¨ªa Internacional de la Mujer at¨ªpico

Tengo 18 a?os y llevo ya varios ochos de marzo asistiendo a las manifestaciones del D¨ªa Internacional de la Mujer. Me parece muy importante el hecho de poder reivindicarnos como mujeres y luchar por nuestros derechos, pero este a?o no es momento de manifestaciones ni aglomeraciones. Si queremos que se nos escuche debemos hacerlo con inteligencia y dando ejemplo como ciudadanas. El poder de recuperar la normalidad est¨¢ en nuestras manos, y evitar las aglomeraciones es quiz¨¢ el primer paso que debemos dar.

Clara Homs. Barcelona

Garantizar una convivencia segura

Atravesamos una crisis sanitaria y econ¨®mica de primera magnitud. En estas situaciones se demuestra no solo lo que el Estado y su Gobierno pueden hacer, sino tambi¨¦n lo que deben hacer. ?Cu¨¢l es su tarea principal? En una sola frase: crear las condiciones marco justas para posibilitar una convivencia segura y libre de todos los ciudadanos. Una sociedad moderna desarrollada exige la responsabilidad compartida entre su Estado y sus ciudadanos. ?Qu¨¦ debe hacer el Estado ante la pandemia hoy? Garantizar una estrategia de pruebas generalizada y previsible con test de ant¨ªgenos gratuitos disponibles y una secuenciaci¨®n completa de todos los test PCR; y acelerar la vacunaci¨®n. Sin complejos, aplicar los conceptos de higiene elaborados a lo largo de un largu¨ªsimo a?o de crisis para favorecer una apertura econ¨®mica general y responsable. ?El Estado debe garantizar una convivencia segura y libre de todos sus ciudadanos? Sin duda.

Jos¨¦ Eguiagaray. Bruselas (B¨¦lgica)

No nos olvidemos del cambio clim¨¢tico

La pandemia y el resto de problemas que espont¨¢neamente han ido surgiendo durante el ¨²ltimo a?o han hecho que el problema del cambio clim¨¢tico se haya apartado a un segundo plano. No obstante, el peligro sigue estando ah¨ª y la preocupaci¨®n por lo que puede ocurrir va en aumento. Debemos multiplicar los esfuerzos en todo el mundo para intentar impedir la cat¨¢strofe. Recientes objetivos de la ONU tienen como tema com¨²n la cuesti¨®n clim¨¢tica. Todos juntos, tanto ciudadanos como gobiernos, deber¨ªamos volver a poner el tema como una prioridad y hacer un esfuerzo conjunto y renovado para combatirlo lo antes posible.

Lucas Doria Palos. Barcelona

Sonrisas y l¨¢grimas

Como aficionado del s¨¦ptimo arte, estos tiempos est¨¢n siendo dif¨ªciles. Extra?amos poder ir una tarde al cine y apreciar una buena pel¨ªcula en compa?¨ªa. Nos entristecemos ante la situaci¨®n actual, pero tenemos que sonre¨ªr para poder superar la pandemia y volver a disfrutar de la cultura. Porque no hay nada m¨¢s espectacular que una pel¨ªcula que nos haga olvidar la realidad y que nos haga desconectar de este mundo tan cruel y dif¨ªcil. Mando un mensaje de fuerza para todos aquellos actores que intentan cada d¨ªa distraernos y hacernos pasar un buen rato.

Alberto Polo Otal. Barcelona

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