8-M
No es momento de quejarse, sino de seguir gritando. De seguir luchando por la igualdad real, hoy y todos los d¨ªas del a?o
En este momento me estoy manifestando. Estoy gritando que aqu¨ª estamos las feministas, pero que no estamos todas porque faltan las asesinadas. Grito que lo contrario al feminismo es la ignorancia, que sola y borracha quiero volver a casa, que el patriarcado me da patriarcadas y que si nosotras paramos, se para el mundo. Como me manifiesto, aunque no est¨¦ en la calle, tengo cuidado con lo que grito. Renuncio a alguna...
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En este momento me estoy manifestando. Estoy gritando que aqu¨ª estamos las feministas, pero que no estamos todas porque faltan las asesinadas. Grito que lo contrario al feminismo es la ignorancia, que sola y borracha quiero volver a casa, que el patriarcado me da patriarcadas y que si nosotras paramos, se para el mundo. Como me manifiesto, aunque no est¨¦ en la calle, tengo cuidado con lo que grito. Renuncio a algunas de mis consignas favoritas, como la que incluye el verbo quemar, no vayan a acusarme de enaltecer la violencia, o las que incorporan palabras que podr¨ªan resultar malsonantes. Pero no estoy dispuesta a dejar de exigir que saquen sus rosarios de nuestros ovarios, ni a repetir la variante menos ingeniosa y m¨¢s publicable de otro lema, la que establece que la ¨²nica talla, a m¨ª me estalla. No voy a comentar la clamorosa prohibici¨®n de todas las concentraciones de Madrid, aunque agradecer¨ªa de coraz¨®n que alg¨²n medio publicara ma?ana el n¨²mero de personas que han viajado hoy en Metro en hora punta, ahora que ya sabemos que, entre el 1 y el 8 de marzo de 2020, transport¨® a m¨¢s de 12 millones sin mascarilla. Tampoco voy a plantarme en la cola del Cristo de Medinaceli vestida de morado, aunque ganas no me faltan. Y si dejo de gritar, es s¨®lo para afirmar que me escandaliza profundamente que la responsabilidad del movimiento feminista merezca menos cr¨¦dito que el que se concede, por ejemplo, a los negacionistas. Y que la culpable de que Madrid tenga las peores cifras de la Pen¨ªnsula es D¨ªaz Ayuso, que nos dejar¨ªa manifestarnos en las mesas del interior de los restaurantes. Pero no es momento de quejarse, sino de seguir gritando. De seguir luchando por la igualdad real, hoy y todos los d¨ªas del a?o. Hasta el 8-M de 2022.