Cient¨ªficos y esp¨ªas
La tensi¨®n entre China y Estados Unidos est¨¢ haciendo da?o a la investigaci¨®n
La tensi¨®n entre China y Estados Unidos le est¨¢ haciendo da?o a la ciencia. Algunos investigadores internacionales creen que al Departamento de Justicia norteamericano, en su leg¨ªtima preocupaci¨®n sobre la vigilancia y el robo de propiedad intelectual por parte de Pek¨ªn, se le est¨¢ yendo la mano. El ¨²ltimo ejemplo es la detenci¨®n de Gang Chen, profesor de nanotecnolog¨ªa en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts. Hace dos meses fue arrestad...
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La tensi¨®n entre China y Estados Unidos le est¨¢ haciendo da?o a la ciencia. Algunos investigadores internacionales creen que al Departamento de Justicia norteamericano, en su leg¨ªtima preocupaci¨®n sobre la vigilancia y el robo de propiedad intelectual por parte de Pek¨ªn, se le est¨¢ yendo la mano. El ¨²ltimo ejemplo es la detenci¨®n de Gang Chen, profesor de nanotecnolog¨ªa en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts. Hace dos meses fue arrestado por ocultar sus v¨ªnculos con el Gobierno chino al pedir financiaci¨®n federal. Poco despu¨¦s le dejaron en libertad bajo fianza, pero la noticia sobrecogi¨® al campus. M¨¢s de 200 compa?eros, algunos premios Nobel, firmaron una carta abierta al presidente del MIT mostrando su respeto y solidaridad hacia Gang Chen, y destacando sus aportaciones no solo a Estados Unidos, sino al conocimiento mundial.
Naci¨® en China hace 56 a?os, pero desde hace 20 tiene nacionalidad estadounidense. Se ha visto se?alado por la China Initiative, un programa lanzado por el entonces fiscal general Jeff Sessions en 2018 como respuesta a la sustracci¨®n de datos y el espionaje del Partido Comunista. Ese problema es real, est¨¢ documentado y no solo ha destapado a agentes profesionales. Existen lo que el FBI llama ¡°recolectores no tradicionales¡± de inteligencia, y algunos est¨¢n en las universidades. En esa zona gris se ubica Gang Chen: no le acusan de filtrar secretos de Estado a Pek¨ªn ¡ªtampoco tiene acceso a ellos¡ª, sino de actuar como ojeador. Pero algunas de las supuestas pruebas contra ¨¦l parecen forzadas. Por ejemplo, notas que tom¨® en una conferencia y que no ten¨ªan por qu¨¦ reflejar sus pensamientos. O charlas que dio en China facturadas al Partido. ?Qu¨¦ actividad acad¨¦mica no pasa all¨ª por el PCCh?
La investigaci¨®n no ha concluido, y el contexto de fondo es la desconfianza profunda entre ambas potencias. De las 5.000 operaciones de contrainteligencia activas, casi la mitad tienen que ver con China. Los americanos sospechan del Plan de los Mil Talentos, con el que Pek¨ªn atrae conocimiento estrat¨¦gico desde 2008. A base de ofrecerles sueldos generosos y laboratorios bien dotados, han conseguido que miles de ingenieros e investigadores chinos volvieran a casa, muchos desde EE UU. Mientras Occidente lamenta la fuga de cerebros, China se los rifa. ?Es ileg¨ªtimo eso? ?No son libres los investigadores en un mercado global?
En los pr¨®ximos meses veremos c¨®mo la Casa Blanca adapta su estrategia con China. En la forma, deber¨ªa desmarcarse de la virulencia de Trump, aunque en el fondo no tiene mucho margen. La rivalidad tecnol¨®gica y comercial solo va a ir a m¨¢s. En cuanto a los investigadores, se habla de amnist¨ªa para quienes, sin mala fe, no revelaron financiaci¨®n o afiliaciones extranjeras en el pasado. Al fin y al cabo, muchos de esos fondos le han venido bien a la innovaci¨®n americana. Washington sabe que la ciencia se elabora por grupos multiculturales y colaboraciones internacionales, y que los investigadores mantienen lazos con sus pa¨ªses de origen. La bronca pol¨ªtica no puede erosionar todo lo que ha conseguido la universidad. Seg¨²n la encuesta Sciops, el 61% de los cient¨ªficos de origen extranjero en Estados Unidos que quer¨ªa marcharse del pa¨ªs el a?o pasado dijo que ya no se sent¨ªa c¨®modo por la crispaci¨®n.@anafuentesf