Estados Unidos y China minimizan sus desencuentros en la primera reuni¨®n bilateral de la era Biden en Alaska
El jefe del Departamento de Estado confirma las diferencias pero tambi¨¦n una ¡°agenda expansiva¡± de intereses comunes
EEUU y China han coincidido ¨²nicamente en sus desacuerdos en el primer encuentro bilateral de la era Biden. Tras dos d¨ªas de reuni¨®n en Anchorage (Alaska), el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha confirmado al t¨¦rmino de la cita lo que todos preve¨ªan: que tras ¡°varias horas¡± de di¨¢logo, ¡°ciertamente sabemos y sab¨ªamos que hay varias ¨¢reas en las que estamos fundamentalmente en desacuerdo¡±. Aunque ambas partes han tratado de restar hierro a unas diferencias que quedaron claras desde el principio, cuando las dos delegaciones mantuvieron un acalorado intercambio de reproches ante las c¨¢maras.
La de Blinken fue una forma diplom¨¢tica y elegante de concluir una reuni¨®n que empez¨® con las espadas en alto y un sonoro intercambio de reproches, y de la que no se esperaba ning¨²n resultado concreto, ni siquiera la t¨ªpica declaraci¨®n formal conjunta. Pero que dej¨®, m¨¢s all¨¢ de la constataci¨®n de sus profundas discrepancias, tambi¨¦n la voluntad de colaborar en cuestiones en las que los intereses de ambos coinciden. Seg¨²n apunt¨® la delegaci¨®n china, ambas partes han acordado formar un grupo de trabajo conjunto sobre el cambio clim¨¢tico, un problema global que necesita la cooperaci¨®n de los dos principales emisores mundiales y en el que ambos gobiernos hab¨ªan trabajado mano a mano antes del mandato de Donald Trump.
A lo largo de d¨ªa y medio de conversaciones, ambos equipos hab¨ªan mantenido posturas enfrentadas acerca de ¡°las acciones de China en Xinjiang, con respecto a Hong Kong, T¨ªbet, cada vez m¨¢s Taiw¨¢n, o sus acciones en el ciberespacio¡±, el nuevo campo de batalla global, detall¨® el jefe de la diplomacia estadounidense. ¡°No resulta de extra?ar que cuando planteamos estos asuntos de una manera clara y directa, obtuvimos una respuesta a la defensiva¡± por parte de sus hom¨®logos. Pero entre las dos principales econom¨ªas del mundo hay tambi¨¦n espacio para una ¡°agenda expansiva¡±, como la defini¨® el jefe de la diplomacia de EEUU, en la que ¡°Ir¨¢n, Corea del Norte, Afganist¨¢n o el clima y nuestros intereses se cruzan¡±.
Antes de la comparecencia de Blinken, funcionarios del Departamento de Estado de EE UU hab¨ªan restado importancia a la tensa puesta en escena con que arranc¨® el encuentro, que se ha desarrollado este jueves y viernes. Pese al cruce de acusaciones y los sonoros desencuentros evidenciados en la noche del jueves por ambas delegaciones, Jalina Porter, la portavoz de la diplomacia estadounidense, constat¨® que hubo reuniones serias. ¡°No vamos a permitir que la teatralidad [china] nos impida hacer lo que pretendemos hacer en Alaska, que es sentar las bases de nuestros principios y nuestras expectativas, as¨ª como entablar este duro di¨¢logo con la Rep¨²blica Popular China¡±, declar¨® Porter en rueda de prensa.
¡°Sabemos que a veces estas presentaciones diplom¨¢ticas pueden exagerarse un poco, tal vez con vistas a la audiencia nacional, pero [en Alaska] ha habido conversaciones serias¡±, corrobor¨® la portavoz del Departamento de Estado, rebajando la tensi¨®n medi¨¢tica generada por la abrupta inauguraci¨®n del jueves.
En t¨¦rminos similares se expres¨® la delegaci¨®n china. El jefe de la representaci¨®n, el consejero de Estado Yang Jiechi, calific¨® el encuentro de ¡°directo, franco y constructivo¡±, en declaraciones a los medios de su pa¨ªs despu¨¦s de concluidas las negociaciones, y consider¨® que ¡°ha contribuido a impulsar el entendimiento¡±. Adem¨¢s de establecer el grupo de trabajo sobre cambio clim¨¢tico, ambas partes hablaron de facilitar las actividades de dos sectores, el diplom¨¢tico y el de los medios, en un gesto hacia la distensi¨®n. Ambos grupos se hab¨ªan visto especialmente perjudicados por el fuego cruzado entre los dos gobiernos en 2020, en plena escalada de las tensiones: los dos pa¨ªses cerraron consulados y expulsaron a diplom¨¢ticos y corresponsales de la otra naci¨®n como parte de sus medidas de castigo mutuo.
Pero Yang tambi¨¦n reconoci¨® que contin¨²an las ¡°grandes divergencias en varios asuntos¡±, e insisti¨® en lo que los representantes chinos ven¨ªan reiterando desde antes de su llegada a Alaska: que Pek¨ªn no ceder¨¢ un mil¨ªmetro en las cuestiones que considera que afectan a su soberan¨ªa nacional. Y esas son Xinjiang, Hong Kong, Taiw¨¢n y el mar del Sur de China.
Las declaraciones de tono m¨¢s moderado fueron una manera de reducir la presi¨®n ambiental, y sobre todo medi¨¢tica, despu¨¦s de una primera jornada que se desarroll¨® como esperaban los pron¨®sticos: con aspereza, al menos delante de las c¨¢maras. Frente a frente, en una larga mesa en el hotel Captain Cook de la ciudad de Anchorage, las dos delegaciones convirtieron lo que deb¨ªan haber sido unos breves minutos de nader¨ªas protocolarias en una intensa hora de intercambio de reproches. En la versi¨®n diplom¨¢tica de una guerrera danza haka maor¨ª, antes de entrar en faena de verdad, cada parte sac¨® pecho, enumer¨® sus ventajas y despleg¨® sus quejas, para marcar territorio y tratar de amedrentar al contrario. Asegur¨¢ndose de que la prensa lo ve¨ªa y el espect¨¢culo llegaba a sus verdaderos destinatarios: sus respectivos p¨²blicos nacionales.
El protocolo establec¨ªa que al inicio de la sesi¨®n inaugural cada uno de los dos jefes de las respectivas delegaciones pronunciaran una declaraci¨®n de dos minutos. Comenz¨® la parte anfitriona; el secretario de Estado Blinken, advirti¨® que en las tres sesiones de di¨¢logo previstas, Estados Unidos abordar¨ªa las acciones de China en Hong Kong, el trato a la minor¨ªa uigur en Xinjiang, la situaci¨®n de Taiw¨¢n, los ciberataques contra Estados Unidos y las presiones econ¨®micas contra los aliados de ese pa¨ªs. ¡°Cada una de esas acciones amenaza el orden basado en leyes que mantiene la estabilidad global¡±, sostuvo el jefe de la diplomacia estadounidense, no sin remachar: ¡°Tener fuerza no es lo mismo que tener raz¨®n¡±.
El consejero de Estado chino, Yang Jiechi, tom¨® entonces la palabra. Habl¨® durante 16 minutos ¡ªm¨¢s otros tantos de traducci¨®n¡ª para defender los logros de su pa¨ªs en la lucha contra la pobreza o la derrota del coronavirus y acusar a Washington de ¡°condescendencia¡± en sus declaraciones de apertura de la sesi¨®n. ¡°Estados Unidos¡±, sostuvo, ¡°no representa al mundo. Solo representa al Gobierno de Estados Unidos. No creo que la inmensa mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo reconozcan que los valores universales que defiende EE UU, o la opini¨®n de EE UU, representen la opini¨®n p¨²blica internacional¡±.
En lugar de criticar a China, opin¨® el consejero de Estado, la primera econom¨ªa mundial deber¨ªa resolver sus ¡°profundos¡± problemas, incluidos los raciales. ¡°Estados Unidos utiliza su fuerza militar y hegemon¨ªa financiera para ejercer su jurisdicci¨®n a larga distancia y reprimir a otros pa¨ªses¡±, declar¨® Yang.
El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi ¡ªinferior, jer¨¢rquicamente, a Yang y miembro del Politbur¨®, el segundo nivel de mando en el Partido Comunista¡ª, tom¨® la palabra a su vez para continuar la lista de agravios y quejarse de que Washington hubiera impuesto sanciones contra 24 funcionarios del Gobierno central chino y el hongkon¨¦s en la v¨ªspera de la reuni¨®n. ¡°As¨ª no es c¨®mo uno deber¨ªa dar la bienvenida a sus invitados, y nos preguntamos si Estados Unidos tom¨® esa decisi¨®n para intentar lograr alguna ventaja en su interacci¨®n con China, pero desde luego es un error de c¨¢lculo, que solo refleja la vulnerabilidad y debilidad dentro de EE UU¡±, opin¨®.
Cuando parec¨ªa que todo acababa all¨ª, y los asistentes comenzaban a guiar a la prensa presente fuera de la sala, para que la reuni¨®n continuara a puerta cerrada, Blinken volvi¨® a llamar a los periodistas para una nueva declaraci¨®n, fuera de programa, en una ruptura ins¨®lita del protocolo. Un gesto que, a su vez, repiti¨® Yang cuando de nuevo el grupo de reporteros abandonaba la habitaci¨®n.
Posteriormente, en declaraciones a sus respectivos periodistas nacionales, cada delegaci¨®n acus¨® a la otra de haber violado el protocolo acordado. Un alto funcionario estadounidense sostuvo que la representaci¨®n china hab¨ªa llegado ¡°dispuesta al postureo, centrada m¨¢s en hacer teatro y montar un drama que en la sustancia¡±. Por su parte, la legaci¨®n china denunci¨® que Estados Unidos hab¨ªa creado una situaci¨®n ¡°poco hospitalaria¡± y contraria a la etiqueta diplom¨¢tica.
Que el choque p¨²blico ten¨ªa, sobre todo, una finalidad de imagen lo demostr¨® que las conversaciones continuaron sin sobresaltos en las sesiones a puerta cerrada. La primera, incluso, se prolong¨® m¨¢s all¨¢ de las dos horas previstas, seg¨²n el alto funcionario estadounidense. Esas conversaciones fueron ¡°sustanciosas, serias y directas¡±, afirm¨®. ¡°Las hemos utilizado, como ten¨ªamos previsto, para expresar nuestros intereses y prioridades, y hemos escuchado lo mismo de nuestros hom¨®logos chinos¡±.
De hecho, en su primera reacci¨®n oficial, una portavoz de la Casa Blanca quit¨® hierro a la escenificaci¨®n de las diferencias en Alaska, asegurando que Biden es consciente de que las relaciones bilaterales van a ser siempre muy re?idas pero que aun as¨ª desea trabajar con Pek¨ªn en beneficio de los intereses comunes. ¡°Sab¨ªamos que iba a ser duro¡±, manifest¨® Karine Jean-Pierre, vicesecretaria de Prensa, mientras Biden, quien dijo estar ¡°muy orgulloso¡± del papel de Blinken en Anchorage, embarcaba hacia Atlanta. La jornada de recuerdo a las v¨ªctimas de la matanza en varios salones de masaje monopolizar¨¢ la actividad oficial del presidente este viernes.
Aunque no solo se trataba de una cuesti¨®n de imagen. La aspereza del intercambio tambi¨¦n refleja la profundidad de las tensiones entre los dos pa¨ªses, que durante el mandato de Donald Trump vivieron los momentos m¨¢s bajos de su relaci¨®n en medio siglo por disputas en torno a cuestiones comerciales, sanciones tecnol¨®gicas y la situaci¨®n en Xinjiang, Hong Kong y Taiw¨¢n. Los roces no muestran se?ales de suavizarse con la Administraci¨®n de Biden, que aunque ha sometido a revisi¨®n toda la pol¨ªtica hacia China mantiene un sesgo similar al de su predecesor.
El objetivo de la reuni¨®n es, precisamente, sentar las bases para gestionar la relaci¨®n de rivalidad a lo largo de los pr¨®ximos cuatro a?os, de tal manera que ambos pa¨ªses puedan cooperar en cuestiones de inter¨¦s com¨²n como la situaci¨®n en Myanmar, los programas nucleares de Corea del Norte o Ir¨¢n, la lucha contra la pandemia de coronavirus o el cambio clim¨¢tico.
Juicio contra uno de los dos canadienses detenidos en China
Mientras se desarrollaban las conversaciones bilaterales en Alaska, en la ciudad china de Dandong, en la frontera con Corea del Norte, se ha celebrado el juicio a puerta cerrada contra el empresario Michael Spavor. Hasta el momento, y como es habitual en los procesos chinos, no se ha dado a conocer un veredicto.
Spavor es, junto al exdiplom¨¢tico Michael Kovrig, uno de los dos ciudadanos canadienses detenidos desde hace dos a?os en aparente represalia inmediatamente despu¨¦s de que Canad¨¢ detuviera en diciembre de 2018 en su suelo y a petici¨®n de Estados Unidos a la directora financiera del gigante tecnol¨®gico Huawei, como sospechosa de haber violado las sanciones que Washington impone a Ir¨¢n. Los ¡°dos Michael¡±, como les ha apodado la prensa de su pa¨ªs, est¨¢n acusados de espionaje y China niega que su caso tenga relaci¨®n con el de Meng.
Estados Unidos hab¨ªa adelantado que plantear¨ªa el caso de los dos ciudadanos durante las negociaciones en Alaska. La vista contra Kovrig se celebrar¨¢ el pr¨®ximo lunes en Pek¨ªn.
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