La pol¨ªtica es un teatro de pasiones. Hace unas semanas, unos se?ores de Murcia, pertenecientes a Ciudadanos, planearon cambiar sus alianzas en el poder municipal y auton¨®mico. Pero el movimiento se invirti¨® por la deserci¨®n de tres piezas del partido naranja que han desencadenado un domin¨® de bajas en la formaci¨®n, hoy asediada por el...
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La pol¨ªtica es un teatro de pasiones. Hace unas semanas, unos se?ores de Murcia, pertenecientes a Ciudadanos, planearon cambiar sus alianzas en el poder municipal y auton¨®mico. Pero el movimiento se invirti¨® por la deserci¨®n de tres piezas del partido naranja que han desencadenado un domin¨® de bajas en la formaci¨®n, hoy asediada por el PP en su intento de fundar una especie de ultracentroderecha que me temo que espantar¨ªa a Angela Merkel. El aleteo en Murcia invit¨® a la presidenta madrile?a a convocar elecciones anticipadas, satisfecha con su popularidad ganada en la oposici¨®n al Gobierno central a falta de pol¨ªtica local digna de menci¨®n. Su coalici¨®n con Ciudadanos rozaba la violencia dom¨¦stica. Ella y su vicepresidente se daban la espalda en las reuniones y si uno dec¨ªa algo en los medios, el otro lo refutaba. Se contraprogramaban los actos y les faltaba tan solo envenenarse los caf¨¦s, si es que acaso no lo hicieron ya. El teatro de pasiones se transform¨® en una comedieta en las que las Ninettes son los ciudadanos vapuleados por las veleidades de esos se?ores ya sean de Murcia o de Madrid. Shakespeare con esto no podr¨ªa hacer ni un sainete de cuarta, lo siento por los que en una ven a Lady Macbeth y en otros a Ricardo III.
D¨ªaz Ayuso persigue la mayor¨ªa absoluta, pero los madrile?os saben que esas mayor¨ªas solo han servido para robar. Si uno escucha las propuestas electorales pensar¨ªa que asistimos a una competici¨®n de los bares contra las UCI. Siempre atento, Pablo Iglesias decidi¨® dejar la vicepresidencia segunda y competir en Madrid al grito de ¡°no pasar¨¢n¡±. Desde el minuto inicial, el tono era un delirio. Entre D¨ªaz Ayuso y ¨¦l se produjo una especie de electrolisis, que es el fen¨®meno por el que una corriente el¨¦ctrica permite separar los diferentes elementos de un compuesto. Los madrile?os fueron invocados a elegir entre el ?nodo y el C¨¢todo. Parec¨ªa que las elecciones estuvieran convocadas para julio de 1936. Hay que tener cuajo para pedir en 2021 que se vote con esa estremecedora dicotom¨ªa en la cabeza despu¨¦s de haber le¨ªdo El holocausto espa?ol de Paul Preston. Supongo que as¨ª logran que los madrile?os dejen de pensar en la precariedad de su asistencia primaria, en los poblados chabolistas, en la crisis de consumo, en las deficiencias educativas y en la red de cercan¨ªas.
Hoy d¨ªa la memoria no es ni siquiera una hemeroteca, sino los tuits borrados. En esa realidad paralela, se ha sabido que D¨ªaz Ayuso e Iglesias compart¨ªan ca?as cuando sal¨ªan de tertulia y eran tan solo aspirantes a youtuber. Ambos deber¨ªan mostrarse felices y agradecidos a un pa¨ªs que les ha permitido progresar tan adecuadamente. A cambio le deben algo a ese pa¨ªs, un esfuerzo por afianzarse en sus fines sin abrazar cualquier medio. Liberen a los madrile?os de ese discurso frentista, absurdo e irresponsable que los caracteriza. Hay demasiados ingresados en los hospitales por covid como para meter a¨²n m¨¢s por pedradas, mordeduras y cascotazos. Los madrile?os est¨¢n llamados a votar el 4 de mayo de 2021, que es martes y ya puente festivo. Ser¨ªa bueno que los candidatos trataran con sosiego e inteligencia los problemas que sacuden a su ciudad desde una perspectiva contempor¨¢nea. Hablen con la gente normal, as¨®mense a sus conflictos y escuchen. Porque entre el teatro de las pasiones y los t¨ªteres de cachiporra hay una distancia notable.