Canal de Suez: globalizaci¨®n varada
El atasco de un megabuque en una importante ruta comercial contribuye a debilitar el multilateralismo
El bloqueo del canal de Suez durante una semana como consecuencia del encallamiento de un carguero portacontenedores es revelador de la fragilidad que rodea la globalizaci¨®n, en concreto sobre su principal vector, el comercio internacional de bienes. Ese canal, por el que cruza el 12% del comercio mundial, es parte de una de las rutas comerciales m¨¢s importantes del mundo. Los contenedores que transportan los ...
El bloqueo del canal de Suez durante una semana como consecuencia del encallamiento de un carguero portacontenedores es revelador de la fragilidad que rodea la globalizaci¨®n, en concreto sobre su principal vector, el comercio internacional de bienes. Ese canal, por el que cruza el 12% del comercio mundial, es parte de una de las rutas comerciales m¨¢s importantes del mundo. Los contenedores que transportan los buques similares al Ever Given son los principales art¨ªfices de la expansi¨®n del comercio global. Su estandarizaci¨®n ha permitido, adem¨¢s de cargas cada vez mayores, una importante simplificaci¨®n y abaratamiento del transporte.
Las consecuencias inmediatas de ese bloqueo, y la espera de m¨¢s de 360 embarcaciones, ya se han percibido en las elevaciones de los precios de algunas materias primas, el petr¨®leo de forma m¨¢s expl¨ªcita, o en el aumento de la demanda de los propios contenedores. Los significativos retrasos derivados de los desv¨ªos, por ejemplo, a trav¨¦s de ?frica del Sur, ya se dejan notar en los precios de otros bienes. Pero el impacto m¨¢s significativo es la ampliaci¨®n de la incertidumbre sobre la propia din¨¢mica de la globalizaci¨®n.
Ahora, a las fuentes de desconfianza generadas por las pol¨ªticas proteccionistas de algunos gobiernos o por el limitado funcionamiento de ¨®rganos de arbitraje como la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), se incorporan episodios como el de los ¨²ltimos d¨ªas. Al desplome del volumen de comercio que se ha producido desde la crisis financiera de 2008, ahora se a?ade la necesidad de reducir incertidumbre en las decisiones log¨ªsticas y de producci¨®n de las empresas multinacionales. Si la fragmentaci¨®n de los procesos de fabricaci¨®n de esas empresas ya hab¨ªa quedado cuestionada por los incentivos de la Administraci¨®n de Trump a la repatriaci¨®n de inversiones, la pandemia ha renovado en algunas industrias los temores a la excesiva dependencia de centros productivos en el exterior o de sistemas de transporte no controlados directamente.
La eficiencia de los procesos de producci¨®n y distribuci¨®n puede resentirse como consecuencia de la percepci¨®n de esa vulnerabilidad en los abastecimientos, pasando de los procesos de producci¨®n en tiempo real a planteamientos m¨¢s prudentes, menos dependientes de abastecedores ¨²nicos, y con mayor protagonismo de los inventarios. Es importante que tras la experiencia en el canal de Suez se revisen rutas y medios de transporte alternativos y complementarios. Est¨¢ en juego otra vez la muy da?ada confianza en el multilateralismo. Y en ella el comercio de bienes es esencial. Si a las amenazas ya existentes sobre la recuperaci¨®n econ¨®mica global se a?aden las que acent¨²an la introspecci¨®n global, el resultado ser¨¢ menos bienestar. Al menos mientras se fortalece el sistema.