Voces ¨²nicas
Es extra?a la petici¨®n para que a la poeta Amanda Gorman la traduzca ¨²nicamente una activista joven y afroamericana: exactamente alguien como ella
Algunas de las disputas pol¨ªticas m¨¢s agresivas se producen en torno a c¨®mo se nombran las cosas. Con las palabras, iluminamos una parte de la realidad, dejando otra en penumbra. Se puede hablar, por ejemplo, de la experiencia de las trabajadoras latinas del sector fast food en EE UU, de su silencio ante el acoso sexual por la vulnerabilidad consustancial a su estatus de inmigrantes sin papeles. Podemos hablar del acoso como una situaci¨®n de abuso de poder. Recuerden ...
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Algunas de las disputas pol¨ªticas m¨¢s agresivas se producen en torno a c¨®mo se nombran las cosas. Con las palabras, iluminamos una parte de la realidad, dejando otra en penumbra. Se puede hablar, por ejemplo, de la experiencia de las trabajadoras latinas del sector fast food en EE UU, de su silencio ante el acoso sexual por la vulnerabilidad consustancial a su estatus de inmigrantes sin papeles. Podemos hablar del acoso como una situaci¨®n de abuso de poder. Recuerden el affaire Clinton-Lewinsky y c¨®mo mostr¨® algunas cosas sobre la asimetr¨ªa del poder en la c¨²spide de los despachos norteamericanos. Tras el esc¨¢ndalo Weinstein y el estallido del #MeToo, los sectores m¨¢s reaccionarios intentaron encuadrar la conversaci¨®n fuera de ese abuso, hablando de la vuelta al puritanismo y la caza de brujas. La quiebra de la cultura de la ocultaci¨®n descubri¨® algo de la magnitud del problema. Lejos de ser una palanca para visibilizar injusticias y atropellos, se intent¨® definir el #MeToo como un regreso a una suerte de beater¨ªa. Piensen ustedes qu¨¦ encuadre les convence m¨¢s.
Piensen tambi¨¦n en la extra?a petici¨®n para que a la poeta Amanda Gorman la traduzca ¨²nicamente una activista joven y afroamericana: exactamente alguien como ella. Al igual que Edward Said nos mostr¨® en Orientalismo c¨®mo Flaubert, al narrar su encuentro con una cortesana egipcia, ¡°hablaba por ella y la representaba¡±, explic¨¢ndonos en qu¨¦ sentido ella era ¡°t¨ªpicamente oriental seg¨²n los estereotipos de un europeo medio del siglo XIX¡±, creando as¨ª ¡°un modelo influyente sobre la mujer oriental¡±, la obra de Gorman muestra la importancia de que la voz de aquellos que hist¨®ricamente han sido infrarrepresentados sea por fin escuchada. Nada de eso es incompatible con apreciar el valor art¨ªstico de cualquier obra.
Pero, curiosamente, el respeto hacia la diferencia que Gorman reclama es lo que su agencia rompe torpemente al pedir que su traductora preserve una relaci¨®n sim¨¦trica con ella, pues el proceso creativo siempre es asim¨¦trico: las voces son ¨²nicas, incluso las de quienes las traducen. Uno de los valores de Gorman est¨¢ en la inclusi¨®n de visiones del mundo inconmensurables, que nos obligan a ponernos en otro lugar ampliando nuestra imaginaci¨®n, ensanchando nuestra vida. Entender a alguien no es equiparable a identificarse con ¨¦l, a ser su reflejo. El regalo que ofrece una obra art¨ªstica suele consistir en descubrir algo nuevo, incluso dentro de nosotros. Me pregunto en qu¨¦ momento hemos desviado la conversaci¨®n para llegar a ese identitarismo est¨¦ril. Como escribe Nancy S. Love (apunten este nombre), ¡°las voces, incluso al respetarlas, atraviesan todas las fronteras¡±. Esa es la paradoja en la que vivimos.