¡®Desalarmados¡¯
Algunos nos acostumbramos a las cadenas y, ahora, al finalizar el estado de alarma, vamos como vacas sin cencerro
Lo negar¨¢n todos los portavoces parlamentarios. Pero me consta que, independientemente de sus siglas, muchos padres y madres de la patria, y de sus respectivas proles no emancipadas, echan de menos el estado de alarma, y no precisamente por miedo a la quinta ola. El toque de queda lesionaba derechos y libertades fundamentales, de acuerdo. Pero hab¨ªa obrado el milagro de que toda la familia estuviera recogidita en casa a las 11 de la noche, aunque el resto de la velada los mayores se dedicaran a tontear con desconocidos en...
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Lo negar¨¢n todos los portavoces parlamentarios. Pero me consta que, independientemente de sus siglas, muchos padres y madres de la patria, y de sus respectivas proles no emancipadas, echan de menos el estado de alarma, y no precisamente por miedo a la quinta ola. El toque de queda lesionaba derechos y libertades fundamentales, de acuerdo. Pero hab¨ªa obrado el milagro de que toda la familia estuviera recogidita en casa a las 11 de la noche, aunque el resto de la velada los mayores se dedicaran a tontear con desconocidos en Tinder y los peque?os a ver porno, o viceversa, en sus respectivos m¨®viles sin dirigirse la palabra. Nada nuevo, vale. La falta de autoridad moral y de la otra, y el miedo de los padres a la libertad de los hijos son tan viejos como el mundo. Ya dijo esa madre coraje llamada Isabel Pantoja que prefer¨ªa que su hija Isa, a la saz¨®n una se?ora de veintitantos a?os, estuviera encerrada en Gran Hermano antes que suelta por la calle. Lo nuevo es que, a cuenta de la pandemia, pap¨¢ Estado nos hab¨ªa solucionado la papeleta y ahora nos toca volver a vivir en vilo.
Pens¨¦ en ello el pasado s¨¢bado al ver la estampida de j¨®venes y no tanto de vuelta a la juerga nocturna pas¨¢ndose la responsabilidad por el septum. Esos hijos de su madre tambi¨¦n tienen padres, pero los irresponsables siempre son los otros. T¨², don o do?a perfecta, que te fuiste un finde a la playa con un papel de tu cu?ao el fontanero diciendo que ibas a sellar una gotera, o yo, periodista, que pens¨¦ en ir a mojarme el culo porque siempre pod¨ªa decir que iba a hacer un reportaje sobre, yo qu¨¦ s¨¦, las mutaciones de las algas marinas tras meses sin ba?istas, somos probos ciudadanos. Pues mira, no. Ni tanto ni tan poco. La inmensa mayor¨ªa de j¨®venes y adultos hemos cumplido las normas. Pero tambi¨¦n es cierto que algunos nos acostumbramos a las cadenas y, ahora, desalarmados, vamos como vacas sin cencerro.