El a?o de la ¡®staycation¡¯ o la desgracia de una Inglaterra aislacionista
El sector del turismo brit¨¢nico espera quedarse con un gran bocado, unos millones de libras que su poblaci¨®n dejaba habitualmente en el exterior por vacaciones
Ni Al Stewart y su Year of the Cat hab¨ªan acertado tanto al denominar una era como la que hoy define el desgraciado momento brit¨¢nico. Desgraciado para todos los que aspir¨¢bamos a revisitar una y otra vez las cabinas rojas, el cambio de Guardia o las verjas de Buckingham Palace como si pudi¨¦ramos atisbar una Lilibet Diana ya imposible, porque la ni?a de Enrique y Meghan vive en Am¨¦rica. Ay, Inglaterra. Qu¨¦ nostal...
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Ni Al Stewart y su Year of the Cat hab¨ªan acertado tanto al denominar una era como la que hoy define el desgraciado momento brit¨¢nico. Desgraciado para todos los que aspir¨¢bamos a revisitar una y otra vez las cabinas rojas, el cambio de Guardia o las verjas de Buckingham Palace como si pudi¨¦ramos atisbar una Lilibet Diana ya imposible, porque la ni?a de Enrique y Meghan vive en Am¨¦rica. Ay, Inglaterra. Qu¨¦ nostalgia.
La era mencionada se llama hoy The year of the Staycation, una especie de vacaciones en casa convertida en la bandera del turismo patri¨®tico nacido de la pandemia. Ya que no podemos salir, disfrutemos de nuestro pa¨ªs. No estaba mal en plena pandemia. Pero.
El Gobierno brit¨¢nico, el mismo que est¨¢ colocando en centros de inmigraci¨®n a espa?oles que no tengan permiso de trabajo sin que Boris Johnson se despeine (a¨²n m¨¢s), ha puesto en la lista ¨¢mbar (por no decir negra) a pa¨ªses antes tan cercanos como Portugal o Espa?a. Miles han tenido que dejar corriendo el Algarve antes de verse obligados a hacer cuarentena y pagar varias PCR para volver a casa; otros tantos se han quedado y asumen las consecuencias; y las empresas espa?olas tiemblan m¨¢s ante la idea de la ausencia brit¨¢nica que ante una oleada de balconning masivo.
El a?o de la quedarse-vacaci¨®n, por traducir malamente un t¨¦rmino ya embrujado, es en realidad otra ola de la misma marea, otro eco del mismo aislacionismo que practica el Reino Unido bajo Johnson y que a¨²n nos dar¨¢ grandes disgustos.
Las cifras no son en realidad para tanto. El 60% de los brit¨¢nicos han recibido ya la primera dosis de la vacuna, s¨ª, pero tambi¨¦n lo han hecho el 42,8% de los espa?oles, que ser¨¢n muchos m¨¢s durante el verano. El 24,3% tiene ya la pauta completa en Espa?a y los ingresos, muertes e incidencia por habitante siguen bajando a un buen ritmo. Londres ha alegado el crecimiento de contagios en su pa¨ªs debido a las nuevas variantes, pero la verdad es que ¡ªpor fortuna¡ª eso no se traslada a muertes ni hospitalizaciones.
Lo que s¨ª es cierto es que el sector del turismo brit¨¢nico espera quedarse con un gran bocado, unos 22.000 millones de libras (25.500 millones de euros), de los 54.800 que su poblaci¨®n dejaba habitualmente en el exterior por vacaciones. Gracias al staycation. Nada mal. El continente europeo, como dijo aquel, seguir¨¢ aislado.