El lado oscuro del Brexit: ciudadanos europeos retenidos en centros de inmigraci¨®n del Reino Unido
Decenas de viajeros comunitarios son encerrados y deportados por las nuevas leyes brit¨¢nicas y las restricciones por la pandemia
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
Mar¨ªa abandonar¨¢ por fin el Reino Unido y regresar¨¢ a Valencia este lunes, despu¨¦s de una pesadilla de dos semanas. A¨²n no sabe cu¨¢ndo le devolver¨¢n el pasaporte, pero ya cuenta con que el documento reflejar¨¢ permanentemente que fue deportada de un pa¨ªs europeo. Mar¨ªa no es su nombre real. Tiene 25 a?os y no quiere que se conozca su verdadera identidad. Como decenas de j¨®venes que pensaron que todav¨ªa era posible la aventura brit¨¢nica, choc¨® de lleno con la realidad del Brexit y las nuevas leyes brit¨¢nicas de inmigraci¨®n, mucho m¨¢s duras y restrictivas. Retenida el 3 de mayo en el aeropuerto londinense de Gatwick, fue trasladada al centro de inmigrantes Yarl¡¯s Wood, en Bertfordshire. Cuatro d¨ªas sin recibir informaci¨®n, sin acceso a sus pertenencias personales, y con la sospecha y el temor de que un brote de la covid-19 la retendr¨ªa all¨ª indefinidamente. ¡°No puedo decir que el trato fuera malo. Afortunadamente, por la necesidad de aislarnos, tuve mi propia habitaci¨®n. Pero me sent¨ªa muy confusa, porque la situaci¨®n era de absoluta desinformaci¨®n¡±, cuenta a EL PA?S. ¡°Que yo recuerde, en el comedor hab¨ªa otra chica de la Rep¨²blica Checa, una italiana, una estadounidense y dos sudamericanas¡±, explica.
El Gobierno brit¨¢nico y los socios de la UE llevan m¨¢s de dos a?os informando sobre los derechos y situaci¨®n de los ciudadanos comunitarios que viajen o residan en el Reino Unido y viceversa. Todos aquellos que puedan demostrar con documentos su permanencia en la isla antes del pasado 31 de diciembre, tienen derecho a obtener los llamados EU Pre-Settlement Status o EU Settlement Status, los permisos temporal o definitivo de residencia que les conceden los mismos derechos de que disfrutaban antes de que se produjera la salida definitiva de la UE. El plazo para solicitarlo concluye el pr¨®ximo 30 de junio. Seg¨²n el Gobierno brit¨¢nico, m¨¢s de cinco millones de personas se han acogido ya a la medida. Quedan al menos un mill¨®n en el limbo administrativo, seg¨²n la asociaci¨®n The3Million, que organiz¨® y dio voz a los residentes comunitarios en el Reino Unido cuando el Brexit pas¨® de ser una amenaza a una realidad cada vez m¨¢s cercana.
¡°Yo hab¨ªa trabajado en 2019 en un bar de Manchester durante seis meses. Pens¨¦ que pod¨ªa acogerme a eso para pedir la residencia¡±, cuenta Mar¨ªa. Su hermana y su mejor amiga se quedaron cuando ella volvi¨® a Espa?a por motivos acad¨¦micos. Intent¨® solicitar el EU Pre-Settlement Status, sin ¨¦xito. Pens¨® que, con familiares ya en suelo brit¨¢nico, no tendr¨ªa problema en volver. Y cometi¨® el error de decir en la terminal del aeropuerto que regresaba para trabajar. La principal espoleta del Brexit fue la inmigraci¨®n. Y una de las primeras leyes aprobadas por el Gobierno de Boris Johnson fue la que instauraba un sistema de puntos mucho m¨¢s restrictivo para acceder al pa¨ªs y colocaba a los ciudadanos comunitarios al mismo nivel que a los del resto del mundo. ¡°Los ciudadanos de la UE son nuestros amigos y vecinos y queremos que se queden con nosotros¡±, respond¨ªa el Ministerio del Interior brit¨¢nico al ser consultado sobre el caso de Mar¨ªa. ¡°Pero a los que no eran residentes antes de esa fecha [el 31 de diciembre], como nos exigen los propios ciudadanos brit¨¢nicos, les reclamamos una prueba de su derecho individual a vivir o trabajar en el Reino Unido¡±.
Este peri¨®dico ha podido saber que el Gobierno brit¨¢nico analiz¨® con urgencia el caso de Mar¨ªa. Los servicios consulares de Espa?a hab¨ªan reclamado informaci¨®n y hablaron con ella por tel¨¦fono en varias ocasiones durante su estancia en el centro de inmigrantes. A los cuatro d¨ªas, se le permiti¨® terminar la cuarentena obligatoria al entrar al pa¨ªs en casa de su hermana. ¡°Sin entregarme el pasaporte. En teor¨ªa, me lo devolver¨¢n al llegar a Valencia, despu¨¦s de una entrevista con la Guardia Civil¡±, cuenta la joven.
¡°Nos interesamos por su estado, y nos aseguramos de que todos sus derechos eran respetados. Pero no podemos hacer de intermediarios legales. Son las leyes brit¨¢nicas, que el propio pa¨ªs aplica¡±, han explicado desde el Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol, que reconoce que al menos ha habido ya nueve casos similares que han tenido que atender. ¡°Por las noticias que vamos conociendo, el panorama es bastante preocupante. Ciudadanos de la UE retenidos durante varios d¨ªas a los que se arrebatan sus libertades. No nos resulta nada claro que sean medidas proporcionadas, cuando lo que pueden hacer es enviarlos inmediatamente de vuelta a sus pa¨ªses de origen, en vez de trasladarlos a un centro de inmigrantes¡±, asegura Maike Bohn, de la organizaci¨®n The3Million.
Ante la avalancha de quejas de los ¨²ltimos d¨ªas, con casos que afectaban especialmente a ciudadanos b¨²lgaros, italianos o espa?oles, el Gobierno de Johnson ha dado ¨®rdenes m¨¢s claras a la polic¨ªa fronteriza. En aquellos casos en que parezca lo m¨¢s apropiado, las autoridades deben permitir la entrada condicional al pa¨ªs, bajo cierta supervisi¨®n, hasta que sea posible obtener un vuelo de regreso al punto de origen.
¡°No entend¨ªa nada. Yo no hab¨ªa hecho nada malo. Y pens¨¦ que ten¨ªa toda mi documentaci¨®n en regla. Me encontr¨¦ rodeada de muros y alambradas, ventanas con barrotes y puertas de seguridad¡±, ha contado al diario La Repubblica Marta Lo Martire, de 24 a?os, originaria de la regi¨®n italiana de Apulia, retenida tambi¨¦n en el aeropuerto de Heathrow cuando intentaba entrar al Reino Unido. ¡°Estall¨¦ a llorar. Me resultaba inconcebible que me estuviera sucediendo eso¡±. Afortunadamente para ella, la deportaron al d¨ªa siguiente en un vuelo a Mil¨¢n.
El primo de Marta, Giuseppe Pichierri, un m¨¦dico con 15 a?os de experiencia laboral en el Servicio Nacional de Salud brit¨¢nico y residente en Londres, hab¨ªa enviado una carta a Marta en la que aseguraba responder por ella y explicaba que hab¨ªa reclamado sus servicios como au-pair (la persona contratada para atender a los ni?os). No sirvi¨® de nada, ni las autoridades permitieron a Giuseppe pagar alg¨²n tipo de fianza para liberar a su prima del centro de inmigraci¨®n donde pas¨® la noche.
Las autoridades de la UE, y las embajadas de algunos de los pa¨ªses m¨¢s afectados, admiten que las cifras superan ya las varias decenas. En medio del polvor¨ªn que todav¨ªa supone el Brexit para las relaciones entre Londres y Bruselas, ambas partes han optado de momento por dar un perfil bajo a estos incidentes. ¡°No parece tratarse de una tendencia generalizada, porque ha afectado a un n¨²mero reducido de ciudadanos. Aun as¨ª, la delegaci¨®n de la UE en Londres est¨¢ siguiendo el asunto con atenci¨®n, sobre todo en lo que se refiere a las condiciones de retenci¨®n¡±, ha explicado un portavoz de la Comisi¨®n Europea.
En la mayor¨ªa de los incidentes registrados, el patr¨®n se repite. J¨®venes desinformados que, como generaciones anteriores han hecho durante a?os, atraviesan el canal de la Mancha para trabajar unos meses de camareros o de au-pair y vivir la experiencia londinense o brit¨¢nica. A pesar del Brexit, el magnetismo cultural y econ¨®mico del Reino Unido sigue siendo muy fuerte. Los malos tragos vividos por algunos en estos ¨²ltimos meses no son comparables al calvario sufrido por muchos inmigrantes irregulares procedentes de Oriente Pr¨®ximo o de Asia, pero todav¨ªa resulta dif¨ªcil de digerir que el Gobierno de Johnson pase a todos por el mismo rasero.
Mayores y sin techo, los m¨¢s vulnerables
Hay dos bloques de ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido que son especialmente vulnerables ante la nueva situaci¨®n creada por el Brexit. Seg¨²n el Observatorio de Inmigraci¨®n de la Universidad de Oxford, con datos del pasado febrero, cerca de 140.000 personas llegaron a territorio brit¨¢nico hace m¨¢s de 30 a?os. Su edad media ronda los 68, y muchos de ellos tienden a pensar que est¨¢n exentos de tener que solicitar el nuevo permiso de residencia, o incluso desconocen el proceso. Y luego est¨¢n aquellos para los que la vida se torci¨® y han pasado a engrosar las filas de los sin techo que vagan por las ciudades brit¨¢nicas. Organizaciones como Detention Action (DA) calculan que, como m¨ªnimo, ser¨ªan en torno a 2.000. El Ministerio del Interior lleva a?os intentando impulsar su deportaci¨®n, y con la nueva ley, ha llegado a ofrecer ayudas de hasta 2.300 euros para aquellos que aceptaran regresar a sus respectivos pa¨ªses. No se ha hecho p¨²blica la cifra de los que han llegado a acogerse a este esquema. Seg¨²n DA, a lo largo de 2020 fueron detenidos unos 3.900 ciudadanos europeos en estas condiciones. El ¨²ltimo n¨²mero conocido de ellos que acab¨® en un centro de inmigrantes fue de 973, en el a?o 2010.
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