Trampas y tropiezos
Los ciudadanos que se oponen a los indultos tienen derecho a manifestar su desacuerdo y los partidos tambi¨¦n, como han hecho otras formaciones en otras ocasiones. Otra cosa es su eficacia
Uno gana por los errores que comete el adversario, y el mayor acierto es no cometer demasiados. Entre los fallos comunes est¨¢ caer en las trampas: las que nos tienden y las que nos ponemos a nosotros mismos.
Los ciudadanos que se oponen a los indultos tienen derecho a manifestar su desacuerdo y los partidos tambi¨¦n, como han hecho otras formaciones en otras ocasiones. Otra cosa es su eficacia. Los m¨¢s favorables a las protestas son adversarios de Pablo Cas...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Uno gana por los errores que comete el adversario, y el mayor acierto es no cometer demasiados. Entre los fallos comunes est¨¢ caer en las trampas: las que nos tienden y las que nos ponemos a nosotros mismos.
Los ciudadanos que se oponen a los indultos tienen derecho a manifestar su desacuerdo y los partidos tambi¨¦n, como han hecho otras formaciones en otras ocasiones. Otra cosa es su eficacia. Los m¨¢s favorables a las protestas son adversarios de Pablo Casado, dentro y fuera de su partido. Los indultos parece que se har¨¢n, y el esfuerzo in¨²til conduce a la melancol¨ªa y quiz¨¢ a nuevas concentraciones. El PP estar¨ªa atrapado entre quienes lo acusar¨ªan de acomplejado y quienes le reprochar¨ªan una actitud bronca y poco institucional.
Otra trampa de la pol¨ªtica espa?ola es el cord¨®n sanitario a Vox. As¨ª, el PSOE podr¨ªa pactar o recibir apoyos de UP, ERC o Bildu; al mismo tiempo el PSOE nunca apoyar¨ªa o dejar¨ªa gobernar al PP: el cord¨®n sanitario a Vox es en realidad un cord¨®n sanitario al PP. Vox es un partido desagradable pero tambi¨¦n un McGuffin.
Los independentistas y el Gobierno tambi¨¦n quieren enga?arse. Recibimos como una buena se?al que Oriol Junqueras diga que la v¨ªa unilateral fracas¨® y que no repetir¨¢ si no le obligamos, como en 2017. Est¨¢ dispuesto a que les pidamos perd¨®n por lo que hicieron. Demanda un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Como escribieron Jordi Juan y Jorge San Miguel, el refer¨¦ndum es otro McGuffin: cuando hablamos de ese refer¨¦ndum hablamos de independencia. Una votaci¨®n consultiva acabar¨ªa siendo vinculante; el plebiscito se repetir¨ªa hasta que saliera bien. Celebrarlo es fragmentar la soberan¨ªa.
Salvador Illa ha hablado de votar un nuevo marco de convivencia. Entre las distorsiones del debate est¨¢ decir que Catalu?a es la ¨²nica autonom¨ªa que no tiene el Estatuto que aprob¨®: con una premisa falsa, alcanzas conclusiones falsas; empiezas diciendo que dos y dos son cinco y llegas a que Bertrand Russell es el papa de Roma. Es posible que tras una negociaci¨®n convenga votar para refrendar un consenso. Pero la negociaci¨®n no puede partir de la idea de que solo va a ceder una parte, de que unos nunca van a perder nada o de que tenemos que agradecerle a alguien que cumpla la ley. No se sabe si el Gobierno tiene un plan o un objetivo claro; los secesionistas tienen al menos un fin. De momento el Gobierno ha adoptado por razones t¨¢cticas parte de su discurso: esperemos que no caiga en otra trampa cuando intenta tender una. @gascondaniel