SOS, Twitter
Almas fr¨¢giles, cuerpos rotos, aves raras en el guirigay de esc¨¢ndalos del siglo y vanidad de vanidades. Ese es el Twitter que m¨¢s me apela
Anteayer, entre prisa y prisa, entr¨¦ en Twitter para ver de qu¨¦ se hablaba y me llev¨¦ tal sopapo que a¨²n ando sonada. Entre la monta?a de basura onanista, el alud de fotos de reci¨¦n vacunados y la trifulca entre partidarios y detractores de cualquier causa, una chica se desped¨ªa del mundo en un tuit que hab¨ªa programado antes de quitarse la vida para dejar de sufrirla. No era un farol ni, ojal¨¢, un fake de los que suelo tragarme doblados. La joven hab¨ªa logrado su objetivo y ...
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Anteayer, entre prisa y prisa, entr¨¦ en Twitter para ver de qu¨¦ se hablaba y me llev¨¦ tal sopapo que a¨²n ando sonada. Entre la monta?a de basura onanista, el alud de fotos de reci¨¦n vacunados y la trifulca entre partidarios y detractores de cualquier causa, una chica se desped¨ªa del mundo en un tuit que hab¨ªa programado antes de quitarse la vida para dejar de sufrirla. No era un farol ni, ojal¨¢, un fake de los que suelo tragarme doblados. La joven hab¨ªa logrado su objetivo y sus seguidores se debat¨ªan entre el horror de constatar sus peores presagios y la impotencia de no haber podido evitarlos.
Espantada, corr¨ª a ver c¨®mo segu¨ªan los m¨ªos. Mis tuiteros en el filo, como yo los llamo. Ellos no lo saben, pero, aunque no me tocan nada, les echo m¨¢s cuenta que a muchos primos hermanos y, cada noche, ausculto sus tuits a ver c¨®mo respiran. Los hay desesperados en paro pidiendo trabajo. Enfermos grav¨ªsimos contando su d¨ªa a d¨ªa hasta el ¨²ltimo. Descorazonados sol¨ªsimos sin querer estarlo. Mensajes de socorro lanzados al aire en el insoportable hast¨ªo de un s¨¢bado por la tarde con pel¨ªcula de ni?era asesina de fondo. Llamadas de auxilio desde el limbo de las cuatro de la madrugada. Almas fr¨¢giles, cuerpos rotos, aves raras en el guirigay de esc¨¢ndalos del siglo y vanidad de vanidades. Ese es el Twitter que m¨¢s me apela. Puede que la l¨ªnea entre la compasi¨®n y el morbo sea tan fina que ni yo misma sepa trazarla sin retorcerla en excusas y autoindulgencia. Lo que s¨¦ es que hoy escribo, adem¨¢s de con el est¨®mago en la boca por la joven suicida, con el coraz¨®n en un pu?o por la joven Noah. Paciente de siete males raros, bell¨ªsima por fuera y por dentro, entr¨® ayer por en¨¦sima vez en quir¨®fano y prometi¨® noticias suyas en cuanto tuviera fuerzas de tuitearlas. Esta noche buscar¨¦ su bengala de regreso a la vida como un faro para guiar la m¨ªa cuando la malgasto en chorradas. Me quejo de vicio.