El juez que ha investigado durante los tres ¨²ltimos a?os la denominada Operaci¨®n Kitchen ha dictado auto de procesamiento para sentar en el banquillo a una parte, la principal, de la c¨²pula pol¨ªtica y policial del Ministerio del Interior entre 2011 y 2016, bajo gobierno del Partido Popular. Los hechos relatados por el magistrado instructor en su auto de procesamiento socavan la confianza en la instituci¨®n encargada de garantizar la seguridad del Estado, proteger el orden p¨²blico, combatir ...
El juez que ha investigado durante los tres ¨²ltimos a?os la denominada Operaci¨®n Kitchen ha dictado auto de procesamiento para sentar en el banquillo a una parte, la principal, de la c¨²pula pol¨ªtica y policial del Ministerio del Interior entre 2011 y 2016, bajo gobierno del Partido Popular. Los hechos relatados por el magistrado instructor en su auto de procesamiento socavan la confianza en la instituci¨®n encargada de garantizar la seguridad del Estado, proteger el orden p¨²blico, combatir la delincuencia y colaborar con la Administraci¨®n de Justicia en la persecuci¨®n del delincuente y el esclarecimiento de los delitos.
En este caso, los supuestos delincuentes han sido los responsables pol¨ªticos del Ministerio del Interior y los principales mandos policiales que trabajaron en secreto utilizando fondos reservados del Estado sin ning¨²n control para una operaci¨®n cuyo principal objetivo era ocultar los delitos de la formaci¨®n pol¨ªtica que gobernaba en ese momento con mayor¨ªa absoluta en Espa?a. La inconfesable misi¨®n pol¨ªtico-policial se mont¨® a espaldas del juez que investigaba la financiaci¨®n ilegal del PP con el fin de impedir que avanzara en sus pesquisas. Los comisarios, entre otras cosas, espiaron a Luis B¨¢rcenas y a su familia y le robaron documentaci¨®n que nunca pusieron a disposici¨®n del juez que investigaba los hechos.
La indecente operaci¨®n orquestada desde el Ministerio del Interior se puso en marcha en julio de 2013 cuando B¨¢rcenas estaba preso y hab¨ªa confesado ya al juez que la contabilidad paralela que EL PA?S public¨® el 31 de enero de 2013, la caja b del PP, era cierta. Mientras el presidente Mariano Rajoy comparec¨ªa el 2 de agosto de 2013 en el Senado para pedir perd¨®n y reconocer su error por haber confiado en B¨¢rcenas, su leal colaborador Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, ministro del Interior, dirig¨ªa la operaci¨®n por la que se tendr¨¢ que sentar en el banquillo.
La investigaci¨®n ha dejado cabos sueltos e inc¨®gnitas sin resolver. ?Conoci¨® y ampar¨® Rajoy estos hechos? El juez instructor ni siquiera le ha llamado como testigo. ?Los principales dirigentes del PP estaban al tanto de las sucias actividades de comisarios de confianza para tapar el esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n ilegal? La ex secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, quien se reuni¨® con el comisario Villarejo y estableci¨® con ¨¦l una relaci¨®n de complicidad para conocer detalles de las investigaciones judiciales contra el PP que estaban secretas, ha sido exculpada por el juez con el argumento de que no se puede criminalizar el derecho de reuni¨®n.
La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y la Unidad policial de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal sostienen que el PP desempe?¨® un papel importante en toda esta trama.
El jefe de la oposici¨®n, Pablo Casado, gan¨® hace tres a?os el congreso de su partido y nombr¨® a Jorge Fern¨¢ndez, ahora procesado, responsable del ?rea de Interior y Libertades de la formaci¨®n conservadora. Cuando conoci¨® el pasado jueves el auto de procesamiento, Casado se limit¨® a decir que el exministro hab¨ªa sido suspendido de militancia. El l¨ªder del partido conservador, que presume de estar a un paso de gobernar en Espa?a por lo que dicen las encuestas, ha optado por el silencio para responder a las evidencias judiciales sobre la corrupci¨®n de su partido. Es momento de que rompa ese silencio autoimpuesto, que pida perd¨®n en nombre del PP y condene todos los delitos cometidos por su partido durante el siglo XXI.