Avances en Venezuela
Gobierno y oposici¨®n deben comprometerse con una negociaci¨®n larga y ambiciosa tras un primer contacto esperanzador
La firma de un memor¨¢ndum de entendimiento entre el Gobierno de Venezuela y la oposici¨®n ha sentado el pasado fin de semana las bases de una negociaci¨®n necesaria para lograr una salida a la crisis en la que est¨¢ sumido el pa¨ªs desde hace ya demasiado tiempo. Un paso que se da despu¨¦s de meses de conversaciones y que ha sido bien recibido, como era de esperar y desear, por la comunidad internacional.
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La firma de un memor¨¢ndum de entendimiento entre el Gobierno de Venezuela y la oposici¨®n ha sentado el pasado fin de semana las bases de una negociaci¨®n necesaria para lograr una salida a la crisis en la que est¨¢ sumido el pa¨ªs desde hace ya demasiado tiempo. Un paso que se da despu¨¦s de meses de conversaciones y que ha sido bien recibido, como era de esperar y desear, por la comunidad internacional.
Ambas partes se comprometieron a lograr acuerdos en siete puntos trascendentales que van desde un calendario electoral con observaci¨®n rigurosa, al levantamiento de las sanciones que pesan sobre la jerarqu¨ªa del r¨¦gimen chavista, o el compromiso de que no haya m¨¢s violencia y se respeten las leyes. La liberaci¨®n, horas despu¨¦s del arranque de las negociaciones, del diputado opositor Freddy Guevara se puede interpretar como un gesto conciliador del r¨¦gimen venezolano. No obstante, la detenci¨®n de Guevara bajo cargos como terrorismo y su posterior aislamiento durante m¨¢s de un mes son muestra, una vez m¨¢s, de que el chavismo toma a sus cr¨ªticos como rehenes, y de que la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos debe producirse m¨¢s pronto que tarde.
Los representantes de uno y otro lado coincidieron en recalcar que son conscientes de las diferencias que los separan y que el primer objetivo sobre la mesa ser¨¢ encontrar puntos en com¨²n. Llevar los avances a la pr¨¢ctica lejos de los focos que alumbran las buenas intenciones de un acto como el de la pasada semana ser¨¢, sin duda, el mayor de los retos. La negociaci¨®n se antoja larga y, a tenor de lo profunda que es la crisis y la distancia entre las dos partes, es probable que as¨ª deba ser. Cualquier atisbo de prisa ser¨¢ perjudicial para un proceso como este. Muchos de los puntos de la agenda necesitar¨¢n de arduas negociaciones y de una cantidad de cesiones que ahora no se alcanzan a vislumbrar. Esto no debe impedir que se puedan lograr acuerdos en el corto plazo para aliviar la emergencia en la que vive Venezuela. La poblaci¨®n venezolana necesita urgentemente ayuda humanitaria, m¨¢s a¨²n ahora para hacer frente a la pandemia y al retraso en el proceso de vacunaci¨®n.
Como se?al¨® el representante de Noruega en la mesa, Dag Nylander, que encabez¨® la mediaci¨®n del pa¨ªs n¨®rdico en las negociaciones del exitoso proceso de paz de Colombia entre 2012 y 2016, son los representantes del Gobierno y de la oposici¨®n, y nadie m¨¢s, quienes tienen que poner de su parte para poder llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos, pero, sobre todo, para la poblaci¨®n. De ellos depende que Venezuela pueda, por fin, tomar un poco de ox¨ªgeno.