Pactar en Venezuela
Las pr¨®ximas conversaciones entre Gobierno y oposici¨®n no pueden terminar en otro fracaso
El Gobierno y la oposici¨®n de Venezuela ultiman las conversaciones para iniciar una negociaci¨®n con la que pretenden sentar las bases de una salida a la crisis que asola al pa¨ªs caribe?o desde hace a?os. Las conversaciones, que se prev¨¦n para finales de esta semana en Ciudad de M¨¦xico, est¨¢n repletas de tantas expectativas como temores a un nuevo fracaso. El hecho de que el chavismo y la parte de la oposici¨®n que cuenta con el reconocimiento del mundo democr¨¢tico se hayan mostrado dispuestos a sentarse de nuevo a conversar despu¨¦s de tres episodios p¨²blicos fallidos supone ya un gran avance, que merece el apoyo internacional.
Hasta ahora, poco ha trascendido de la agenda a tratar, m¨¢s all¨¢ de que se hablar¨¢ de un cronograma electoral y del hipot¨¦tico levantamiento de las sanciones que pesan sobre la jerarqu¨ªa chavista, especialmente por Estados Unidos. La arquitectura de la negociaci¨®n debe ser clara y ah¨ª vale la pena confiar en el papel de Noruega, un pa¨ªs acostumbrado a mediar en la resoluci¨®n de conflictos, como ocurri¨® en el exitoso proceso de paz de Colombia, pero que ya intent¨®, sin ¨¦xito, un acercamiento con los venezolanos en Barbados. El sigilo y la discreci¨®n que acostumbran a reclamar los n¨®rdicos para la consecuci¨®n de procesos como este tiene que ser una de las m¨¢ximas para las dos delegaciones, acostumbradas a dirimir y exponer sus controversias con los mayores focos posibles. Hasta ahora, los ¨²nicos acercamientos y acuerdos que se han dado entre el Gobierno y un sector de la oposici¨®n han sido fruto de conversaciones discretas.
Una de las principales novedades de este proceso es el aparente alineamiento de la comunidad internacional, especialmente la Uni¨®n Europea y Estados Unidos, a la hora de considerar la negociaci¨®n como la principal salida a la crisis, toda vez que la estrategia de apoyar a Juan Guaid¨® para forzar la renuncia de Nicol¨¢s Maduro ha fracasado. En este sentido, el papel como anfitri¨®n de M¨¦xico, cuya diplomacia es reconocida hist¨®ricamente en la regi¨®n y que ha mantenido una posici¨®n cauta respecto a Venezuela desde que emergi¨® la figura de Guaid¨®, juega tambi¨¦n a favor de las conversaciones.
En cualquier caso, de nada servir¨¢ el apoyo internacional si el Gobierno y la oposici¨®n no ponen de su parte. Los cr¨ªticos con Maduro son conscientes de que tendr¨¢n que hacer cesiones, pero el chavismo debe dar muestras de que esta vez s¨ª quiere que prospere un acuerdo y, para ello, abandonar todo tipo de persecuci¨®n y represalias contra la oposici¨®n. Ambas partes se juegan mucho, pero nadie como el pueblo de Venezuela. De los anteriores procesos quien peor parado ha salido siempre es el pa¨ªs. Otro fracaso ser¨ªa lamentable.
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