Bogot¨¢, capital ciudadana y solidaria de Colombia
De 75 estructuras criminales relacionadas con narcotr¨¢fico, hurto violento y homicidio que se han desarticulado este a?o, en 25 hab¨ªa participaci¨®n y reclutamiento de migrantes, equivalentes al 33 % del total
La inseguridad en Bogot¨¢ no la causa la migraci¨®n. Nunca hemos afirmado o siquiera sugerido eso. La inseguridad en Bogot¨¢ tiene multicausalidad estructural por el contexto nacional de criminalidad y por ser una gran ciudad que se presta para generar y lavar grandes rentas criminales. Y tambi¨¦n tiene multicausalidad coyuntural por los mayores niveles de desempleo y pobreza derivado de la pandemia. Esa suma de factores ha hecho que se generen presiones de inseguridad en todo el pa¨ªs, con incrementos nacionales en los niveles de hu...
La inseguridad en Bogot¨¢ no la causa la migraci¨®n. Nunca hemos afirmado o siquiera sugerido eso. La inseguridad en Bogot¨¢ tiene multicausalidad estructural por el contexto nacional de criminalidad y por ser una gran ciudad que se presta para generar y lavar grandes rentas criminales. Y tambi¨¦n tiene multicausalidad coyuntural por los mayores niveles de desempleo y pobreza derivado de la pandemia. Esa suma de factores ha hecho que se generen presiones de inseguridad en todo el pa¨ªs, con incrementos nacionales en los niveles de hurto violento y homicidio. De hecho, Bogot¨¢ no es la ciudad de Colombia m¨¢s afectada por esos factores de inseguridad, sino una de las que mejor ha logrado controlarlos.
La estrategia de seguridad de Bogot¨¢ es comprensiva de esos diferentes factores estructurales y coyunturales. Incluye para lo coyuntural el m¨¢s ambicioso plan de reactivaci¨®n econ¨®mica y rescate social para generar empleo, salvar microempresas, reducir pobreza y ampliar la oferta de educaci¨®n y oportunidades, especialmente para j¨®venes y mujeres. E incluye en lo estructural varios componentes operacionales, de inteligencia, investigaci¨®n judicial y tecnolog¨ªa para enfrentar la nueva reconfiguraci¨®n criminal del posconflicto con las Farc y la criminalidad pospandemia.
De esa multicausalidad, la creciente vinculaci¨®n de migrantes a estructuras criminales y su dif¨ªcil judicializaci¨®n por falta de plena identificaci¨®n (?obviamente los criminales no se registran en las oficinas de Migraci¨®n!) viene creciendo como tendencia.
La poblaci¨®n colombiana representa el 96 % de los residentes en Bogot¨¢ y la migrante el 4 %. En lo corrido del a?o el 85 % de los capturados en flagrancia han sido colombianos y el 15 % migrantes (cuatro veces su proporci¨®n en la poblaci¨®n). El 17 % de los nacionales capturados son judicializados y retenidos en centro carcelario, mientras que s¨®lo el 5 % de los migrantes capturados son efectivamente judicializados y retenidos. De 75 estructuras criminales relacionadas con narcotr¨¢fico, hurto violento y homicidio que se han desarticulado este a?o, en 25 hab¨ªa participaci¨®n y reclutamiento de migrantes, equivalentes al 33 % del total. Por donde se le mida, hay hasta cuatro veces de sobrerrepresentaci¨®n de la poblaci¨®n migrante en la criminalidad y hasta un tercio de subrepresentaci¨®n en la efectiva judicializaci¨®n. Eso lo leen y aprovechan las estructuras criminales colombianas. Nada exacerba m¨¢s la xenofobia que la impunidad y la evidencia de diferencias en el trato que reciben nacionales y migrantes.
De ah¨ª surgi¨® la propuesta de hacer patrullaje conjunto entre Polic¨ªa y Migraci¨®n para hacer no s¨®lo capturas sino poder identificar, voluntaria o forzosamente, antes de que se venza el habeas corpus en 36 horas, a los colombianos y migrantes capturados y evitar que queden libres y sin judicializar por dificultades en su identificaci¨®n y presentaci¨®n de pruebas.
Tambi¨¦n le propusimos a Migraci¨®n Colombia que quer¨ªamos ser la primera ciudad de Colombia en tener este mismo a?o debidamente registrada, identificada e integrada al Estatuto de Protecci¨®n al Migrante al 100% de esta poblaci¨®n. Queremos saber con precisi¨®n qui¨¦nes son los nuevos bogotanos, qu¨¦ necesitan y eliminar cualquier barrera legal o administrativa que todav¨ªa les impide acceder plenamente a todos los servicios sociales, de empleo y oportunidades en nuestra ciudad.
A¨²n sin ese censo y registro, si algo ha hecho esta administraci¨®n, es comprender, adaptarse y responder r¨¢pida y solidariamente al fen¨®meno migratorio. Es importante recordar que en Bogot¨¢ viven cerca de 380.000 migrantes venezolanos, el 20 % de los que hay en el pa¨ªs. Este n¨²mero es superior a los que viven en Brasil (261.000), Panam¨¢ (118.000) y M¨¦xico (101.000). El 56 % son indocumentados o tienen un estatus migratorio irregular y el 75 % de migrantes tienen vocaci¨®n de permanencia. Estamos ante una emergencia social de enormes proporciones, frente a la cual Bogot¨¢ ha respondido con generosidad, compromiso y responsabilidad a cargo de sus impuestos, pues no hay ning¨²n apoyo adicional de recursos del Gobierno Nacional.
Hoy, 53.000 ni?os de familias migrantes o retornadas est¨¢n matriculados en nuestro sistema de educaci¨®n preescolar, b¨¢sica, media y secundaria. Hemos atendido a trav¨¦s de diferentes servicios de integraci¨®n social a 31.211 personas migrantes, refugiadas y retornadas, de las cuales, cerca de 11.000 son ni?as y ni?os. En medio de la pandemia entregamos, entre junio de 2020 y junio de 2021, 6.065 kits de higiene y aseo, 10.555 kits alimentarios y 1.768 remisiones a transferencias monetarias; entre enero de 2020 y febrero de 2021, brindamos el beneficio de acogida transitoria a 3.205 personas; y en los jardines infantiles hemos atendido 5.200 ni?os de familias migrantes o retornadas.
El pasado 22 de julio, con el apoyo de ACNUR y varias embajadas, abrimos las puertas del nuevo Centro Distrital de Integraci¨®n y Derechos a Migrantes, Refugiados y Retornados (CEDID) en Kennedy, para continuar trabajando a nivel distrital por la integraci¨®n social, econ¨®mica y cultural de la poblaci¨®n migrante.
Adicionalmente, el sistema de salud de Bogot¨¢ atiende a todos los migrantes venezolanos que lo necesitan, independientemente de su estatus migratorio, ejemplo de ello, a junio de este a?o, m¨¢s de 100.433 migrantes regulares est¨¢n afiliados a nuestro sistema de salud, y en todo caso atendemos por urgencias a todo migrante que lo necesite, asumiendo enteramente el costo en nuestra red p¨²blica hospitalaria. En particular, hemos creado por urgencias un sistema de atenci¨®n y cuidado a madres gestantes y beb¨¦s de familias migrantes y retornadas que llegan muchas veces en calamitoso estado de deterioro de su salud. Los invito a que nos acompa?en a los servicios de urgencias, obstetricia y pediatr¨ªa de hospitales p¨²blicos como Meissen, Tunal o Kennedy para que constaten el servicio dedicado que all¨ª les prestamos.
En conclusi¨®n, para atender a los nuevos bogotanos ¨Cpersonas migrantes o retornadas¨C con los impuestos que pagamos los bogotanos, entre 2020 y 2024, estamos invirtiendo $1,5 billones de pesos: cerca de $60.000 millones para atender a las ni?as y ni?os en primera infancia y jardines infantiles; $1,3 billones para garantizar el acceso al resto del sistema educativo; $360.000 millones para atenci¨®n en salud; y $100.000 millones para atenci¨®n humanitaria y de emergencia.
Ninguna otra ciudad de Colombia ha hecho un esfuerzo fiscal y solidario mayor por la poblaci¨®n migrante venezolana. Un esfuerzo que se empe?an en desconocer y distorsionar con absurdos calificativos de xenofobia a esta administraci¨®n o a los colombianos que, con raz¨®n, claman mayor seguridad. En Bogot¨¢ seguiremos comprometidos con la atenci¨®n y apoyo a la poblaci¨®n migrante que lo requiera, y tambi¨¦n haremos todos los esfuerzos para garantizar la seguridad de todos los residentes en nuestra ciudad.
Estoy convencida de que la mejor estrategia de seguridad y convivencia en este tiempo de pandemia empieza por la reactivaci¨®n econ¨®mica que genere m¨¢s empleo e ingresos aut¨®nomos para nuestros ciudadanos, y por el rescate social que ayude a quienes cayeron en pobreza, especialmente a j¨®venes y mujeres, a salir muy pronto de esa condici¨®n y recuperar su senda de m¨¢s y mejor educaci¨®n, ingresos propios y autonom¨ªa econ¨®mica y ciudadana. Ciudadanos con empleo y oportunidades hacen ciudades m¨¢s seguras.
Pero tambi¨¦n creo que Bogot¨¢ y Colombia est¨¢n en mora de superar la ya desueta pol¨ªtica nacional de seguridad democr¨¢tica. La Colombia del posconflicto armado con las Farc y las secuelas de la pandemia necesita con urgencia una nueva pol¨ªtica de seguridad ciudadana, y sobre todo de seguridad ciudadana, que eleve a m¨¢xima prioridad de seguridad nacional las verdaderas prioridades de tranquilidad que reclaman, con raz¨®n, los ciudadanos de a pie: que no los roben en las esquinas, que no les asalten sus peque?os negocios, que no les quiten la vida por un celular, que sus calles y espacios p¨²blicos est¨¦n bien mantenidos e iluminados, que tengan trabajo y oportunidades, y sobre todo, que haya justicia, para que no d¨¦ lo mismo cumplir las normas que aseguran nuestra convivencia, que no cumplirlas. M¨¢s seguridad y justicia ciudadana y menos impunidad.
Elevar esos reclamos ciudadanos a m¨¢xima prioridad de seguridad nacional, dedic¨¢ndole los esfuerzos e inversiones que en su momento se invirtieron para combatir los carteles o las FARC, es lo que los ciudadanos esperan. Mientras ese cambio de pol¨ªtica nacional llega, Bogot¨¢ ha decidido formular y ejecutar a nivel local esa nueva pol¨ªtica de seguridad ciudadana y darle toda la prioridad para que todos, no importa de d¨®nde vengan, podamos vivir sin miedo en Bogot¨¢.
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