Los ind¨ªgenas luchan (casi) solos por ti
Muchas de las decisiones importantes para el futuro de la especie humana se toman en pa¨ªses como Brasil, con presidentes autoritarios, parlamentos corruptos y una ¨¦lite econ¨®mica predadora
Los pueblos originarios han montado en Brasilia lo que se considera el mayor campamento de la historia del movimiento: 6.000 personas de 117 etnias diferentes. Los ind¨ªgenas han llegado para seguir el juicio del llamado ¡°hito temporal¡±, que podr¨ªa determinar que solo los pueblos que estaban en su territorio en el momento en que se promulg¨® la Constituci¨®n brasile?a tienen derecho a la demarcaci¨®n de sus tierras. Esta es la decisi¨®n m¨¢s importante del Supremo Tribunal Federal para el futuro de la Amazonia y otros ecosistemas vi...
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Los pueblos originarios han montado en Brasilia lo que se considera el mayor campamento de la historia del movimiento: 6.000 personas de 117 etnias diferentes. Los ind¨ªgenas han llegado para seguir el juicio del llamado ¡°hito temporal¡±, que podr¨ªa determinar que solo los pueblos que estaban en su territorio en el momento en que se promulg¨® la Constituci¨®n brasile?a tienen derecho a la demarcaci¨®n de sus tierras. Esta es la decisi¨®n m¨¢s importante del Supremo Tribunal Federal para el futuro de la Amazonia y otros ecosistemas vitales. Su resultado tendr¨¢ un impacto directo en la forma de afrontar la emergencia clim¨¢tica y la sexta extinci¨®n masiva de especies. Y llega en el momento m¨¢s peligroso del Gobierno autoritario de Jair Bolsonaro.
Los acontecimientos de Brasil ilustran el drama de quienes viven en el planeta en crisis clim¨¢tica. No basta con seguir las cumbres mundiales, como la de Glasgow en noviembre. El destino de la especie humana en gran parte se decide en pa¨ªses como Brasil, con presidentes autoritarios, parlamentos corruptos y una ¨¦lite econ¨®mica predadora. Si Bolsonaro rasga todos los d¨ªas la Constituci¨®n de su propio pa¨ªs, ?cumplir¨ªa un acuerdo por el clima? Es un reto no solo para los articuladores mundiales y la prensa que pretende ser global, sino tambi¨¦n para cada ciudadano de este planeta.
Y de esto trata el juicio actual. Seg¨²n el ¡°hito temporal¡±, solo los pueblos que estaban en su territorio el 5 de octubre de 1988 tendr¨ªan derecho a sus tierras ancestrales. La tesis es quiz¨¢s la m¨¢s perversa de una historia marcada por la perversi¨®n. Si los pueblos no estaban en sus tierras en esa fecha es porque tuvieron que abandonarlas para que no los mataran los grileiros (ladrones de tierras p¨²blicas), los mineros ilegales, los madereros o las empresas transnacionales. Y ahora los legisladores alegan que perdieron el derecho a su hogar porque no estaban all¨ª.
Es absurdo, pero se est¨¢ juzgando. Si la corte suprema del pa¨ªs aprueba el ¡°hito temporal¡±, la destrucci¨®n de la Amazonia y otros biomas se acelerar¨¢ a un nivel sin precedentes. Hasta hoy, la presencia de los pueblos originarios ha sido la principal garant¨ªa de una naturaleza viva: menos del 2% de toda la deforestaci¨®n que tuvo lugar entre 1985 y 2020 se realiz¨® en tierras ind¨ªgenas. Por otro lado, las ¨¢reas de propiedad privada concentraron casi el 70% de la p¨¦rdida de la vegetaci¨®n aut¨®ctona, especialmente debido al sector agropecuario, que defiende el principio del hito temporal por medio de representantes y cabilderos que dominan el Congreso brasile?o. En otro arrebato golpista, Bolsonaro ya ha amenazado que, si el Supremo rechaza el hito temporal, desobedecer¨¢ la decisi¨®n. Una vez m¨¢s, solo el cuerpo de los ind¨ªgenas se interpone en la destrucci¨®n de la selva estrat¨¦gica para la vida humana en el planeta. No es suficiente.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza.