Venezuela pacta
Los negociadores de la mesa de M¨¦xico muestran seriedad y pragmatismo frente a unos l¨ªderes subidos de tono
El primer acuerdo alcanzado en M¨¦xico por el Gobierno y la oposici¨®n venezolana para facilitar el acceso a las vacunas es una se?al que apunta al optimismo y a la certeza de que el di¨¢logo entre las partes es el ¨²nico camino viable para lograr una salida a la crisis en la que Venezuela est¨¢ sumida desde hace ya demasiados a?os.
Despu¨¦s de cuatro d¨ªas de conversaciones,...
El primer acuerdo alcanzado en M¨¦xico por el Gobierno y la oposici¨®n venezolana para facilitar el acceso a las vacunas es una se?al que apunta al optimismo y a la certeza de que el di¨¢logo entre las partes es el ¨²nico camino viable para lograr una salida a la crisis en la que Venezuela est¨¢ sumida desde hace ya demasiados a?os.
Despu¨¦s de cuatro d¨ªas de conversaciones, la primera ronda de negociaciones entre las dos partes ha dado sus primeros frutos. Como suele ser habitual en este tipo de procesos, los avances quedan sepultados por un lenguaje cr¨ªptico. Del documento final se desprende, no obstante, que el Gobierno y la oposici¨®n han acordado crear mecanismos para ayudar a combatir los efectos de la pandemia, entre ellos una v¨ªa r¨¢pida de acceso a las vacunas. Adem¨¢s, aunque nunca ha sido un motivo de disenso entre las dos partes, pactaron defender la Guayana Esequiba, una zona rica en recursos minerales que enfrenta a Guyana y Venezuela desde hace siglos, y una de las demandas que el Gobierno hab¨ªa tra¨ªdo a la mesa de di¨¢logo para esta ocasi¨®n.
Los acuerdos se dan pocos d¨ªas despu¨¦s de que la oposici¨®n mayoritaria anunciase su voluntad de acudir a las elecciones locales y regionales convocadas para finales de noviembre. Un paso que, sumado a los primeros avances, contribuye a despejar el ambiente antes de entrar en las zonas m¨¢s espinosas de la negociaci¨®n, como un hipot¨¦tico levantamiento de las sanciones internacionales, como reclama el chavismo, o la necesidad de establecer un calendario electoral claro y con garant¨ªas, como exige la oposici¨®n y la comunidad internacional. Pese a los primeros gestos positivos, las diferencias entre ambas partes son a¨²n grandes, como ellos mismos han recalcado, por lo que la discreci¨®n mantenida hasta ahora debe ser la constante.
No contribuyen, sin embargo, a generar un clima favorable, ni en Venezuela ni en el exterior, los ataques de Nicol¨¢s Maduro hacia Juan Guaid¨®, el l¨ªder opositor, con continuas amenazas de que puede ser enjuiciado en cualquier momento. Tampoco aportan nada a la oposici¨®n las declaraciones ambivalentes del propio Guaid¨®, quien por un lado se suma a la voluntad mayoritaria, pero sugiere abstenerse en los comicios sin especificar el motivo.
Por suerte, la cordialidad y la seriedad de la que se han dado sobradas muestras en M¨¦xico nada tiene que ver con la crispaci¨®n instalada en Caracas. Si bien ambas partes y Noruega, el facilitador de la negociaci¨®n, dejaron claro desde un inicio que nada est¨¢ acordado hasta que todo est¨¦ considerado, lo cierto es que Gobierno y oposici¨®n han mostrado hasta ahora una buena disposici¨®n para que las conversaciones avancen. Y eso es ya un motivo de celebraci¨®n para Venezuela, que tanto necesita este entendimiento.