La CELAC: un foro ¨²til para el mientras tanto
Los l¨ªderes de la regi¨®n no pueden quedarse esperando la consolidaci¨®n de una ola que sientan af¨ªn para actuar
Pensar el mientras tanto no tiene buena prensa en una temporada de agitaci¨®n e inmediatez. Pensar qu¨¦ hacer durante el mientras tanto no suele gustar en tiempos de polarizaci¨®n porque esta traslada la idea de que la victoria, la m¨ªa, est¨¢ a la vuelta de la esquina. M¨¦xico asumi¨® la presidencia temporal de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC) en 2020 y 2021. Con la UNASUR en coma profundo, el PROSUR que no parece mucho m¨¢s que un anuncio y la OEA cada vez m¨¢s cuestionada, lograr mantener vigente a la CELAC y haber llevado adelante una cumbre de alto nivel despu¨¦s de a?os...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Pensar el mientras tanto no tiene buena prensa en una temporada de agitaci¨®n e inmediatez. Pensar qu¨¦ hacer durante el mientras tanto no suele gustar en tiempos de polarizaci¨®n porque esta traslada la idea de que la victoria, la m¨ªa, est¨¢ a la vuelta de la esquina. M¨¦xico asumi¨® la presidencia temporal de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC) en 2020 y 2021. Con la UNASUR en coma profundo, el PROSUR que no parece mucho m¨¢s que un anuncio y la OEA cada vez m¨¢s cuestionada, lograr mantener vigente a la CELAC y haber llevado adelante una cumbre de alto nivel despu¨¦s de a?os sin ella, es indudablemente un ¨¦xito notable.
M¨¦xico parece haber le¨ªdo bien la situaci¨®n de empate entre d¨¦biles que vive Am¨¦rica Latina y el Caribe. Un empate que, adem¨¢s de parecer duradero, se da en un suelo muy movedizo y cambiante por lo cual la apuesta inteligente parece ser m¨¢s por mantener la CELAC como un foro de di¨¢logo y discusi¨®n permanente que por insistir en avances pol¨ªtico-ideol¨®gicos e institucionales de envergadura en materia de integraci¨®n para lo cual el consenso necesario no se deja ver, al menos de momento.
Un indicador de estas arenas movedizas, es la crisis pol¨ªtica despu¨¦s de las primarias que tuvo el presidente Alberto Fern¨¢ndez, y por la que no pudo asistir, en medio de las tensiones en la coalici¨®n panperonista. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y Fern¨¢ndez llevaban un tiempo jugando como relevante t¨¢ndem y se esperaba que la CELAC supusiera un reforzamiento de esta sinton¨ªa. Buena parte de la izquierda en la regi¨®n parece haber acompa?ado este giro m¨¢s bien pragm¨¢tico y aceptar as¨ª que ¡°la segunda ola progresista¡± de momento es m¨¢s un deseo que una realidad: Pedro Castillo y Luis Arce asistieron a la Cumbre y en sus intervenciones dejaron muy clara su apuesta por este espacio. Arce y L¨®pez Obrador, adem¨¢s, coinciden en sus cr¨ªticas a la OEA y la necesidad de pensar en su reemplazo, sin embargo, probablemente por la dificultad del acuerdo, este punto no fue abordado de manera expl¨ªcita. Si bien el mandatario boliviano, durante su visita a M¨¦xico, ratific¨® su denuncia contra Luis Almagro y record¨® el rol decisivo que este tuvo en el derrocamiento de Evo Morales cuando, faltando al compromiso con el Estado boliviano, public¨® un sorprendente y no acordado ¡°informe electoral preliminar¡± mediante sus redes sociales a las cuatro de la ma?ana de un domingo, horas antes del golpe contra Morales.
M¨¦xico es, adem¨¢s, sede de la Mesa del Proceso de Di¨¢logo y Negociaci¨®n sobre Venezuela. Una iniciativa en las ant¨ªpodas de las acciones promovidas estos ¨²ltimos a?os desde la Secretar¨ªa General de la OEA. Es probable que esto haya sido decisivo para el presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, para finalmente asistir a la cumbre de CELAC. En el comunicado final de 44 puntos y aprobado por todas las delegaciones de los 31 pa¨ªses presentes, se incluy¨® una condena al bloqueo a Cuba. Ahora bien, Nicaragua mostr¨® que la deriva de Daniel Ortega no conoce de muchos matices y fue probablemente quien m¨¢s amenaz¨® el acuerdo necesario al estrellarse contra Argentina. El canciller Moncada, a la vez que afirmaba que su pa¨ªs no apoyar¨ªa la candidatura argentina para tener la PPT el 2022, sostuvo que:¡± El Gobierno de la Argentina se convirti¨® en instrumento del imperialismo norteamericano, subordin¨¢ndose a sus intereses hegem¨®nicos, dise?ando, dicho por ellos mismos, con el Gobierno de Estados Unidos una estrategia para vulnerar y negar la soberan¨ªa nacional de Nicaragua¡±. Poco antes, el Gobierno de Ortega se hab¨ªa estrellado contra el embajador mexicano, al que acus¨® de ¡°injerencista y entrometido¡± por haber compartido en Twitter un video del novelista y ex vicepresidente Sergio Ram¨ªrez, que abandon¨® el pa¨ªs para evitar su detenci¨®n.
En la otra orilla, la ausencia de Brasil, adem¨¢s de evidenciar nuevamente la creciente soledad de Bolsonaro, permiti¨® avanzar en acuerdos referidos a la igualdad de g¨¦nero y a la no discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual. Puede parecer poco, puntos solamente declarativos pero el boicot de Brasil a estos temas durante los ¨²ltimos a?os se extend¨ªa a casi todos los documentos internacionales donde estas palabras apareciesen. Brasil ha sido el l¨ªder regional de la impugnaci¨®n de los acuerdos internacionales ¨C la denuncia del globalismo-, todo en la l¨ªnea de la ultraderecha internacional. Y debido a su peso, su influencia se dejaba notar en la regi¨®n y en algunos otros gobiernos. El ocaso de Bolsonaro puede empezar a dejar ver algunas otras actitudes. En la Cumbre, Luis Lacalle Pou y Mario Abdo Ben¨ªtez compartieron escenario con Maduro y con Miguel D¨ªaz Canel, con quienes se enfrentaron en los momentos m¨¢s tensos de la cumbre, pero es dif¨ªcil creer que con Bolsonaro presente en el c¨®nclave podr¨ªa haberse arribado a un acuerdo un¨¢nime en 44 puntos.
Como dijimos, el anuncio de la llegada de una segunda ola progresista parece responder m¨¢s al entusiasmo militante que al an¨¢lisis. Algunas de las nuevas figuras m¨¢s relevantes de la izquierda en la regi¨®n, como Gabriel Boric, Gustavo Petro o Yamand¨² Orsi mantienen posiciones cr¨ªticas con los gobiernos de Venezuela, Cuba o Nicaragua. En caso de que llegasen a triunfar en sus respectivas citas electorales, no parece sencillo sostener que el hipot¨¦tico bloque de la izquierda fuera a actuar como en la primera d¨¦cada del siglo. Las agendas y las tensiones no son necesariamente las mismas. Por el lado de la derecha, queda claro que no lograron ni consolidar algo parecido a una ola conservadora de gobiernos en lo que vamos de siglo. El fracaso de Macri, la deficiente y ca¨®tica gesti¨®n de Lenin Moreno, el ciclo de protestas que acorral¨® a Pi?era o el hundimiento sostenido de la imagen de Iv¨¢n Duque dan fe de ello. Hay muchas inc¨®gnitas hacia adelante, casi como problemas que precisan un urgente abordaje. Los l¨ªderes de la regi¨®n no pueden quedarse esperando la consolidaci¨®n de una ola que sientan af¨ªn para reci¨¦n actuar; deben hacerse cargo de la nueva realidad, de qu¨¦ hace la regi¨®n mientras tanto. Empate no tiene por qu¨¦ ser sin¨®nimo de impasse o de imposibilidad de pactos. M¨¦xico ha dado un paso importante logrando que la CELAC sea un foro donde todos acepten participar y para que este ¡°mientras tanto¡± no sea solo un tiempo de espera est¨¦ril sino que resulte ¨²til y, con mucha o much¨ªsima discusi¨®n, vayan logr¨¢ndose algunos acuerdos. Mientras m¨¢s tiempo pierda la regi¨®n en pensarse y actuar como tal, m¨¢s oportunidades perder¨¢ su gente.
Manuel Canelas, polit¨®logo, es exministro de Comunicaci¨®n de Bolivia