Twitter ni olvida ni perdona

Debe de ser un co?azo, s¨ª. Horas sentado en unas gradas endebles bajo el ruido de los aviones, asistiendo serio al paso militar. Nadie culpa a Rajoy de ser tan sincero, ni de ser tan Rajoy. De hecho, como cada a?o desde hace 13, alguien en Twitter recuerda la famosa frase ¡°ma?ana tengo el co?azo del desfile¡± que dijo a micro abierto, sin saberlo, el entonces presidente del Gobierno a Javier Arenas en la clausura de la XIII Interparlamentaria del PP de 2008.

Ayer estaban copadas las redes con el desfile....

Debe de ser un co?azo, s¨ª. Horas sentado en unas gradas endebles bajo el ruido de los aviones, asistiendo serio al paso militar. Nadie culpa a Rajoy de ser tan sincero, ni de ser tan Rajoy. De hecho, como cada a?o desde hace 13, alguien en Twitter recuerda la famosa frase ¡°ma?ana tengo el co?azo del desfile¡± que dijo a micro abierto, sin saberlo, el entonces presidente del Gobierno a Javier Arenas en la clausura de la XIII Interparlamentaria del PP de 2008.

Ayer estaban copadas las redes con el desfile. Como es habitual, la misma pelea ideol¨®gica que se daba fuera, se reflejaba dentro. Dos etiquetas enfrentadas. Los #12-O haciendo #patria (confieso que esta etiqueta me despist¨®, porque es leer Patria y pensar en Bittori, ya saben), y por el otro lado los que se agrupaban bajo el #nadaquecelebrar recordando la colonizaci¨®n, la dominaci¨®n y la esclavitud a la que fueron sometidos los pueblos ind¨ªgenas latinoamericanos, neg¨¢ndose a participar en los fastos.

De pronto, giro de guion. Lo que previsiblemente iba a cumplir al dedillo la descripci¨®n de Rajoy se transform¨® en jolgorio virtual. ?Es eso humo morado? ?Es una bandera republicana? La respuesta corta es no, pero en Twitter importan bastante poco las respuestas cortas porque lo que quieren sus usuarios es utilizar los hechos para interpretarlos a su antojo y de esta forma refrendar sus teor¨ªas. Se llama c¨¢mara de resonancia, pero eso ya lo saben. El tuit con los cazas dibujando una bandera espa?ola de dudoso rojo se hizo viral r¨¢pidamente. Me hizo gracia pensar que el humo de un caza es el nuevo vestido blanco o azul, aquel vestido que caus¨® debates encendidos en las redes y que algunos ve¨ªan blanco y dorado, clar¨ªsimo, y otras personas azul y negro, sin ninguna duda. Entonces supimos, nos lo explicaron, que no todas las personas ve¨ªamos los mismos colores, pues depende de los atajos de nuestro cerebro que ejecuta ciertas correcciones para adaptar la visi¨®n a la luminosidad y al espacio. Ahora hay que a?adir otra raz¨®n, la ideolog¨ªa.

El humo morado puede tener muchas explicaciones, el ¨¢ngulo del v¨ªdeo (no se ve del mismo color en todas las tomas), un efecto ¨®ptico por la luz, el reflejo del sol, el cielo; la composici¨®n del gas; una diferencia en la tintura, en el pigmento, pero poco importa. Ya no estamos 2015, cuando el color de un vestido era solo un juego divertido. Ya no hay una discusi¨®n inocente ni siquiera para hablar de colores, o menos a¨²n para hablar de colores. Lo del cristal con que se mira: muy Twitter.

La etiqueta #patrullaaguila ya era a media tarde una tendencia por encima de otra extra?amente relacionada con el desfile, #Leonor. Los tuits sobre lo afortunada que era la princesa de Asturias por no haber asistido a un acto que al parecer no solo a Rajoy le resulta aburrido llenaron los timelines de aquellos que siguieron el desfile a trav¨¦s de Twitter (los caminos de la informaci¨®n son inescrutables).

La Patrulla ?guila sobrevolando el cielo de Madrid quedar¨¢ para siempre fijada en la retina de los usuarios de esta red social, como algunos otros momentos entre la casualidad, la metedura de pata, la irreverencia y el humor. Recuerden el himno de Riego en la Copa Davis en 2003 y el ¡°viva Honduras¡± de Trillo en Irak. Es imposible que esto a nadie le parezca un co?azo.