En las entrevistas de trabajo se habla del tiempo
?Preguntar por el sueldo? ?Quieres arruinar la sorpresa?
Al parecer, est¨¢ feo preguntar por el sueldo durante una entrevista de trabajo. Lo importante, se ve, es el sacrificio y el aprendizaje. En Twitter, algunos han propuesto algunas alternativas m¨¢s agradables, que no hieran la sensibilidad de nuestros posibles jefes. Por ejemplo, Luc¨ªa Taboada, periodista de la SER, dec¨ªa: ¡°Por favor, no pregunt¨¦is por el sueldo en las entrevistas de trabajo, preguntad por la alineaci¨®n de Italia en el Mundial del 82¡±. Y la c¨®mica Henar ?lvarez ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Al parecer, est¨¢ feo preguntar por el sueldo durante una entrevista de trabajo. Lo importante, se ve, es el sacrificio y el aprendizaje. En Twitter, algunos han propuesto algunas alternativas m¨¢s agradables, que no hieran la sensibilidad de nuestros posibles jefes. Por ejemplo, Luc¨ªa Taboada, periodista de la SER, dec¨ªa: ¡°Por favor, no pregunt¨¦is por el sueldo en las entrevistas de trabajo, preguntad por la alineaci¨®n de Italia en el Mundial del 82¡±. Y la c¨®mica Henar ?lvarez suger¨ªa recitar las Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique, ¡°que queda m¨¢s bonito¡±.
Estas ideas ¡ªpor supuesto, ir¨®nicas¡ª ven¨ªan tras la publicaci¨®n de un reportaje en El Espa?ol en el que varios hosteleros hablaban de sus dificultades para encontrar camareros. Una de las respuestas llam¨® especialmente la atenci¨®n: ¡°No es un problema de que los sueldos sean bajos, sino un problema cultural: en lugar de querer aprender y aprovechar oportunidades, la gente pregunta por el sueldo y por si librar¨¢ el fin de semana¡±.
No parecen preguntas tan extra?as. Trabajamos por dinero y lo hacemos durante unas horas, as¨ª que es bastante normal enterarse de estas condiciones y evaluar si lo que nos ofrecen se adec¨²a a nuestras necesidades y objetivos. Es algo casi b¨¢sico. O, como recordaba @LaFlawerova: ¡°Trabajo porque tengo que pagar facturas y tengo la mala costumbre de comer. Hago bien mi trabajo porque soy una persona adulta y responsable. Y porque soy buena compa?era¡±. Tambi¨¦n hab¨ªa quien recordaba que ¡°se trabaja para vivir, no se vive para trabajar¡±, y quien se mostraba ir¨®nico, como @AbreCesar23, que propon¨ªa una sola pregunta para una entrevista imaginaria: ¡°?Podr¨¦ ver a mi familia?¡±.
?Esperan algunos de estos empresarios que el salario sea una sorpresa? ¡°Puedes quedarte con los 24.000 euros anuales o¡ llevarte nuestra caja misteriosa¡±. ?Y c¨®mo vamos a saber cu¨¢ndo tenemos que ir a trabajar si no nos lo dicen? ?Acampamos en la puerta? Al hilo de todo esto, algunos tuiteros recordaban sus malas experiencias en entrevistas de trabajo. Mencionaban contratos fraudulentos por menos horas de las que luego se acababan trabajando, la exigencia de hacerse aut¨®nomo sin serlo, o haber superado todo el proceso de selecci¨®n para enterarse al final de que el sueldo no cumpl¨ªa con sus expectativas, con lo que todo el mundo hab¨ªa perdido el tiempo. Y no solo en hosteler¨ªa, por supuesto, donde, dicho sea de paso, hay mucha gente que tambi¨¦n lo hace lo mejor que puede.
Todo esto no quiere decir que no se pueda aprender en un empleo o que no haya que aprovechar oportunidades. Pero s¨ª que est¨¢ bien ir perdiendo la verg¨¹enza a preguntar por lo que vamos a cobrar, del mismo modo que es normal que en la carta de los restaurantes ponga el precio de los platos o que a m¨ª no me dejen irme sin pagar la cuenta porque lo importante no es el dinero, sino ¡°la experiencia y la oportunidad¡±. El sueldo no es lo ¨²nico que importa, de acuerdo, pero es imprescindible y cuanto antes lo sepamos, mejor para todos.
Y si los empresarios, hosteleros o no, tienen problemas para encontrar a gente, siempre pueden optar por la soluci¨®n que propuso hace unos meses el presidente de Estados Unidos, Joe Biden: ¡°Pay them more¡±, pagadles m¨¢s. O, como reza el lema neoliberal que ya se ha convertido en un meme sarc¨¢stico, ¡°es el mercado, amigo¡±. Porque al final parece que tenemos que trabajar duro y sacrificarnos para hacer realidad los sue?os de nuestro jefe. Y eso tampoco es.